Detrás de las Fachadas

Muchos consideran que Jiho es el tipo de persona que frecuenta bares y clubes cuando tiene tiempo libre. Se equivocan. Preferiría pasar el rato solo en casa, acurrucado en su cama con un libro y música suave sonando de fondo. Sólo porque tenga una predilección por teñir su cabello de rubio, ponerse piercings en las orejas y tener tatuajes asomándose del cuello o las mangas cortas de sus camisetas no quiere decir que sea del tipo que van a fiestas, incluso si está sentado en un bar ahora. Es una excepción, no la regla general, pero por la forma en la que las personas lo están mirando, queda claro que piensan que va con el patrón regular. Claro. Sólo está ahí porque Kyung no paraba de lloriquear por no tener a alguien que lo acompañe, y lo había arrastrado prácticamente a la fuerza fuera de su apartamiento, muy a pesar de sus protestas.

"Necesitas relajarte" dice su amigo por lo bajo, golpeándolo ligeramente entre las costillas mientras sus ojos escanean el lugar en busca de algún tipo con quien haya conversado alguna de las tantas noches en las que ha venido a este lugar.

"Ya me has traído acá, no me digas qué hacer", murmura Jiho, sus dedos trazando ligeramente el borde de su vaso de algo que ni siquiera es alcohol, porque sabe que no puede tomar una gota de alcohol sin que se le suba a la cabeza, aunque luzca exactamente como lo opuesto.

"Vaya, de mal humor, ¿no es así?" Kyung se aleja ligeramente, sin estar muy preocupado por el humor del chico, o que él sea la razón de ello.

Jiho no se molesta en responder, sólo rueda los ojos. Su amigo lo conoce lo suficiente como para saber la respuesta sin necesidad de preguntar. Mientras Jiho considera sus opciones de escape mentalmente, Kyung finalmente deja de buscar, sus ojos fijos en un rincón lejos del ambiente. Antes de que Jiho tenga la oportunidad de decir algo, Kyung deja su asiento y se va. Jiho se pregunta si sería un mal amigo si deja el lugar ahora y lo abandona aquí. Probablemente no, porque ya está hablando con el muchacho que había estado buscando, y no parece que vaya a extrañar a su amigo, incluso si se va.

Se está parando para irse, cuando alguien lo toca en el hombro. Jiho gira, medio-esperando que sea Kyung aunque su mejor amigo rara vez termina conversaciones en el bar tan rápidamente. No es él. Es un muchacho alto, más o menos del mismo tamaño que Jiho, con cabello marrón claro y rasgos agudos pero delicados al mismo tiempo.

"Lo que sea que estés ofreciendo, no estoy interesado", dice Jiho, sabiendo que probablemente suene rudo, pero en verdad quiere salir del lugar abarrotado de gente e ir a casa donde puede estar solo. El chico luce sorprendido, pero entonces sonríe a medias, divertido. Esta no es la mirada de rechazo que espera (no que haya tenido la intención de herirlo), así que agrega, "Si lo que buscas es sexo casual, no hago eso. Y de todos modos, ya me estoy yendo".

El muchacho parpadea por un segundo, antes de estallar repentinamente en risas. Jiho no está seguro de qué es lo divertido de la situación, pero concluye que puede simplemente irse ya que ha dejado su posición clara. Pero el muchacho desliza una mano alrededor de su muñeca, rodeándola ligeramente, sin presión sobre su piel. Mientras se seca las lágrimas de la risa y tratando de respirar para calmarse, el chico se las arregla para decir "¿Qué clase de ego tienes, que crees que estoy aquí para pedirte sexo casual?".

Jiho no cree que el muchacho esté esperando una respuesta, suponiendo que era una pregunta retórica, pero pasa un largo silencio, y el chico tiene una mirada expectante. No tiene una buena respuesta, así que solo dice, "Este es un bar gay, ¿cierto? ¿No son este tipo de cosas las que suelen sucede aquí? Así que solo lo asumí..."

"¿Asumiste que te estoy ligando?" El muchacho se ríe, más suave esta vez. Sus ojos aún brillan por las lágrimas de tanto reír, no que Jiho lo haya notado. "Bueno, lo siento si te di esa impresión, pero sólo quería saludar porque creí haberte reconocido. Somos de la misma facultad en la universidad".