Condromalacia en el alma.
Miguel de Asén
A mis amigos:
Los que me escucharon,
Los que me aguantaron tantas veces,
Los que me acompañaron y me aconsejaron,
Los que compartieron momentos de alegría y de desesperanza.
SIESTA ABIERTA
Siesta de estómago sextante,
Entre comida serpenteante,
Siesta de sueño delirante,
Siesta en ausencia del amante.
Siesta incierta, inquieta,
Con la puerta abierta, muerta,
Con la tripa suelta, otra vuelta,
Con la puerta y la boca abierta.
TRINOS DE MAÑANA
Trinos, melodías de mañana,
Que los balcones decoran
Con sinuosas baladas
Por graznidos engarzadas.
Trinos que son canto y encanto,
Esencias que con la brisa
Se alzan en el sol al vuelo
Columpiando el horizonte.
Trinos, del aire persianas,
Trinos, escapes que bailan,
Trinos, martillos golpeando,
Poblando el aire de grana.
Trinos, el batir de una cuchara,
Trinos, un frenazo en la esquina,
Trinos, la lima y el serrucho
Que bailan contra la chapa.
Trinos, son sonidos de mañana,
Golpes, motos, persianas,
Que con los jilgueros compiten
En acunar ya mis sábanas.
LLAMADAS CALLADAS
Luz oscura de quimeras sin nombre,
Roces en una piel quebrada,
La voz oculta de un hada,
La sed adulta de un hombre.
Mil fantasías fueron sueño,
Mil voces tornaron empeño,
La luz gastada de un quinqué
Sin esperar de antes un por qué,
Ancianas palabras olvidadas
De otras llamadas calladas.
LA QUIMERA DE UN SUEÑO
Dardos de dolor que son destino,
Dados de azar marcan mi sino,
Una tormenta de esperanza me lleva,
Y mil espacios conforman un horizonte,
Y esperas sin nombre son condenas,
Y luces vacías cargan la noche.
Llaves, claves, espacios fronterizos
De un diario de palabras sin sombra.