"Ese Mayordomo Sumiso"

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Otra tranquila mañana en la mansión, donde Ciel Phantomhive se encontraba en su despacho pensando en todas las cosas que estuvo pasando ultimamente, en especial de como Lizzy y él anularon su compromiso, nunca hubiese pensado la razón del por qué se había decidido tal cosa.

Flash back

-Bocchan le ha llegado una carta de la señorita Elizabeth- Anuncia Sebastian con un ligero semblante molesto.

-Según ella tiene algo importante que decirme- Se encontraba sorprendido por la seriedad de carta y que no tuviera ningún dibujo tonto o algo como:"Cieeeel eres taan tierno" -Prepara el carruaje nos iremos ahora mismo-

-¿Tanto quiere ver a esa mocosa?- Se podía observar claramente como querían sobresalir sus colmillos y sus ojos cambiaban al rosa con sus ya conocidas pupilas felinas.
Claro que el ojiazul estaba acostumbrado a ese comportamiento ya que no era la primera vez que pasaba.

Viendo la reacción de su amante se acerca lo suficiente a él.

-No seas así Sebastian, dije eso porque mientras más rapido vayamos más rápido resolveremos la situación, para que luego podamos disfrutar nuestros momentos a solas sin ninguna interrupción- Agarra la corbata del pelinegro para que se acerque y pueda besarlo con brusquedad, cosa que aceptó gustoso el ojirojo.

-Si hicieras esto más seguido, estoy seguro que no me pondría celoso- El mayordomo sonrió para luego preparar el carruaje lo más rápido posible antes de recibir alguna queja del menor.

-Ugh...de todos los demonios que había en el infierno hago un contrato con el más idiota- Suspiró el ojiazul con pesadez intentando ocultar la sonrisa que escapa de sus labios.

Una vez que llegaron, fueron recibidos. Elizabeth y Ciel entraron al despacho para charlar a solas, cosa que no le agradó al mayordomo.

-Seré lo más rápida posible, Ciel sabes que te quiero y todo eso pero... -Tomó aire- No creo poder seguir con este compromiso.

¿Estaba escuchando bien? ¿No estaba soñando acaso?

-Lizzy...si eso es lo que quieres no habrá ningún problema pero...¿Qué te hizo pensar así? ¿Qué dicen tus padres al respecto?- Para sus adentros festejaba al saber que ya no tendría que soportar esos tontos celos del mayor.

-Siempre pensé que me gustabas y que cuando fueramos adultos nos ibamos a casar...pero me dí cuenta que no era así cuando lo conocí a él...-

-¿Él?- No quería interrumpirla pero tenía que admitirlo, estaba asombrado y le daba curiosidad saber quién era esa persona.

-El conde Thomas Winchester- Larga un suspiro -Nos conocimos en una fiesta y bueno...empezamos a hablar, a juntarnos de vez en cuando y me dí cuenta de que...me gustaba, en cambio a tí te veo solo como mi primo...¡Lo siento Cieeel!- Dicho todo eso se abalanzó para darle un asfixiante abrazo al pobre ojiazul.

-Lizzy tranquila, yo quiero que seas feliz y estés con el chico ideal y estaré bien, ya me tocará estar con esa persona especial. Aunque ya tengo al idiota de Sebastian-Pensaba eso último mientras la consolaba.

-Y con respecto a mis padres...fue algo complicado pero lo pude solucionar- Se separa del abrazo -Al menos ya no te molestará mi hermano y mi madre- Le sonríe divertida.

Eso era un punto a su favor.

Fin del flash back

En fin, oficialmente el jóven conde ya no se encontraba en compromiso alguno y no tendría que soportar a cierto pelinegro con sus celos. Pero, no tenía nada que hacer, ninguna reunión o misión...para ser honestos se encontraba completamente aburrido, hasta que una pequeña idea se le vino a la mente sintiendo como una risita se le escapaba de sus labios ya imaginandose la travesura que iba a hacer.
Tomó un poco de aire para calmarse y disimular su reciente risa.

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