Lo amo.

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-¡Taxi!-
Luego de que dos autos pasaran de largo de el, finalmente un taxi freno a su lado. Subió al asiento trasero y extendió un par de billetes al conductor.

-Hasta el cementerio que esta a dos calles, por favor.

El hombre que conducía tomo el dinero  y puso el vehículo en marcha. Luhan abrió la ventanilla y asomo su rostro, cerrando sus ojos. Nada que le gustase mas que el viento en la cara y el olor de la ciudad.
   Había ido al funeral general de Sehun con los demás, sin embargo, sintió que aquella despedida no había sido la adecuada. Le debia demasiadas cosas al mas pequeño como para solo dejarle una rosa y derramar un par de lagrimas.
  Por lo tanto, luego de que todos llegasen a casa y cesase un poco la conmoción general que llevaban sus compañeros, Luhan salió del hogar y se dirigió al centro de la ciudad para tomar el primer taxi que viese.
No fue tarea fácil pues de camino se encontraba con todas las fans que invadían su espacio personal para tomarle una foto o al menos tocarlo. En otros casos seguramente le hubiese molestado, y ya varias veces había tenido problemas con ellas ya que no les tenia mucha tolerancia y una vez hasta había sido agresivo con una, pero se sentía feliz y tranquilo sabiendo que a pesar de la inactividad del grupo seguían allí para ellos. Cuando la marea se calmase hablaría con los chicos sobre que seria de sus carreras.

-Joven, me temo que hemos llegado.-

Luhan se sobresalto recordando en cuestión de segundos a lo que había ido. Agradeció al conductor amablemente y se bajo del vehículo.
El cementerio claramente no era el mismo ahora cuando el sol se escondía detrás de los edificios, tiñendo el cielo de un anaranjado violeta que Luhan admiro mientras prendía el cigarillo que acababa de quitar de la caja. Entro al lugar, y un escalofrío recorrió su espalda. Debajo de todas estas tumbas, había una persona. Alguien que había llorado, reído, que quizá tuviese una familia, o tal vez viviese solo. El punto era que todo se resumía en esa linea entre su año de nacimiento y el año en que había fallecido. Sus logros, sus fallos, momentos dignos de recordar y otros que mejor debían olvidarse, estaban sintetizados en esa pequeña linea.

-Las muertes de los mas jóvenes son las peores.

Ni siquiera se molesto en darse la vuelta para responderle a aquella voz detrás de el.

-Todas las muertes son malas. Ninguna es mejor que la otra- Luhan arrojo el cigarrillo lejos.

-¿Quien era el para ti?

Luhan suspiro fuerte, era una pregunta muy complicada para una respuesta rápida.

-Todo y nada. Desde el momento en que lo vi por primera vez supe por la forma en que mi corazón se acelero cuando nuestras miradas se cruzaron que el era el indicado. No había nada que me disgustase de el, ni siquiera el hecho de que era un poco testarudo y arrogante, pues lo amaba con cada partícula de mi ser. Ilumino mi camino en mi vida, pero yo oscurecí el suyo. El era el hombre mas perfecto que podrías haber visto en tu vida, y no existen palabras para describir la forma de sus labios, la textura de su piel, la intensa mirada de sus ojos o su brillante sonrisa, y lamentablemente yo no era el único que notaba eso. En un arranque de celos tome todo el alcohol que pude para quitarme aquel nudo en el estomago y fui hacia donde el se encontraba, recuerdo haberle hecho mucho daño, tanto verbal como fisicamente. No hace falta explicar con detalle, solo decir que nunca mas fue capaz de enamorarse o de confiar en alguien mas por mi culpa.

-¿Y lo sigues amando, a pesar de que ya no esta?

-Nunca voy a lograr olvidarlo. No quiero decir que no continuare con mi vida, pero el siempre estará en cada paso que de. Cada acontecimiento importante, me recordara a el, de eso estoy seguro.

-¿Por que?

-Porque el fue el acontecimiento mas importante de todos.- las lagrimas de Luhan mojaban la tumba del mas pequeño.

-¿Hay algo que te hubiese gustado decirle?-

-Demasiadas cosas. Pero la principal es perdón. Por no recordarle cada día cuan importante es para mi, por ser el culpable de su falta de autoestima, por no haber comprendido que el solo me quería a mi y que los demás no eran parte de lo nuestro, por haber quitado ese brillo en sus ojos tan distintivo y característico de el, y perdón, porque no merezco su amor para nada.-

Las lagrimas no dejaban de caer de sus ojos, como cataratas. Pero entonces sintió aquellos dedos que acariciaron sus mejillas y reconoció esa mirada llena de esperanza que había creído muerta hace mucho tiempo atrás.

-Estoy seguro de que el esta mas que dispuesto a perdonarte-.







pd: ¿Notaron la frase de glee? 💞
capitulo dedicado para mi amiga ConnieNRG que me hizo impulso a actualizar la novela.❤️

¿Papa? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora