Parte 1: El comienzo del infierno

8 3 0
                                    

Mi nombre es Alex Rodriguez tengo 16 años, soy un poco alto, con el pelo rulo, moreno, y un poco torpe pero con algo de astucia.

Fue un día como cualquier otro; desperté, me cepille, hice mi desayuno el de mis padres y el de mi hermana e hermanito, me vestí y fui a la universidad era mi primer día de clase y no podía permitirme llegar tarde. Estaba muy emocionado ya que tendría nuevos compañeros/as, maestros y nuevas oportunidades para salir con amigos. Pero al llegar a la parada del bus para irme a la universidad vi a un señor que estaba ya en sus años dorados y parecía algo perdido así que me acerque y le pregunte:

Yo: ¿Señor se encuentra usted bien...?

Señor: Si... solamente que no encuentro la tienda de chocolates que le gusta tanto a mi mujer. -respondió con un tono de voz algo inseguro-

Yo: ¿Le ayudo a buscar esa tienda? (sabia que si lo ayudaba iba a llegar tarde a la universidad, pero con tal de ayudar a alguien todo esta bien. Me dije)

Señor: Ohh muchas gracias joven ojala mi nieto fuera como tu.

Luego de conversar un rato llegamos a una tienda que estaba algo descuidada por fuera, pero por dentro era una maravilla cualquier tipo de dulce estaba adentro en esa tienda. El señor lo que compro fueron unos bombones con avellanas y al salir de la tienda, el me dijo:

Señor: Muchas gracias de verdad por haberme acompañado hasta esta tienda, no sabes lo alegre que estará mi mujer al ver estos dulces.

Yo: No hay ningún problema, ademas fue mi buena obra del día. -Lo dije sonriendo-

Señor: Te mereces algo -Empezó a buscar algo en sus bolsillos-

Señor: Aquí esta, ten te lo obsequio por haberle hecho un gran favor a este viejo -Mostrándome un hermoso dije de un lobo de plata-

Yo: N-no podría aceptarlo señor, ademas lo hice por ayudarle no merezco una recompensa ó algo por el estilo -Me puse algo nervioso-

Señor: Vamos tenlo este es un regalo de un abuelo a un joven que lo ayudo... por favor, acéptalo -Se puso un poco serio y a la vez un tanto angustiado-

Yo: Vale, vale lo atesorare por un largo tiempo señor..... -Lo mire como un poco preocupado, ya que no me sabia su nombre-

Señor: Señor Milano pero me puedes llamar Milano. -Sonrió-

Yo: Vale, gracias señor Milano. -Agarre el dije y luego me despedí del señor-

Cuando llegue a la universidad ya era un poco tarde y el profesor me dejo entrar pero con una advertencia, al salir me pude presentar ante mis compañeros y analizar en cual grupo me podría servir para sacar buenas calificaciones. Cuando estaba viendo en cual grupo me podría quedar una chica se paro de su puesto y fue adonde yo estaba, y se presento.

Chica: Hey ¿como estas chico nuevo? Me llamo Aime y soy una de tus compañeras de clases. -Lo decía con un tono de alegría-

Yo: H-hola soy Alex, un placer conocerte Aime. -Mi tono se notaba que estaba un poco inseguro-

Aime: Si quieres ven mañana mas temprano y te mostrare todas las instalaciones de la universidad, vale?

Yo: D-de a-acuerdo, g-gracias. (Estaba totalmente nervioso)

Por mi suerte terminaron las clases y me fui de allí como si de una emergencia se tratase, llegue a casa sudado y algo acelerado.

Mis padres no se encontraban ni mi hermana mayor ni mi hermanito porque mi hermanito tenia un torneo de karate y obviamente tenían que ir. Apenas llegue puse el dije del señor Milano en la peinadora de mi cuarto después de eso me cambie y me fui a tomar una ducha al salir me seque y coloque ropa para ir a dormir pero no antes de cocinar.

Mientras que estaba haciendo la cena sentía como si algo me miraba del rincón mas oscuro de la casa, pero obviamente solamente lo olvide al terminar fregué mi plato y me fui a la cama. Al quedarme dormido fue cuando mi infierno empezó a surgir.

"Todo esta bien"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora