El trato (JB & AG) Music Video

Capítulo Seis

Ariana

Me sorprendo un poco cuando veo que llegamos a la casa, o mansión, de Justin. Pero en el fondo se lo agradezco, no quiero estar sola.

Bajamos de el auto y él abre la puerta de la casa para mi.

-¿Puedo ir a dormir? -Le pregunto. Estoy cansada, pero saber que el anda por ahí no me hace sentir sola.

-Claro. Usa cualquiera de las habitaciones, pequeña. -Besa mi frente y yo me marcho.

Quizás para él sea algo raro. Normalmente Justin es el que deja a las chicas después de una noche, pero no sufre por alguna relación, ahora mismo debe estar intentando compadecerse de mí, intenta ver todo desde el punto de vista de una chica. Pero sólo quiero estar sola.

Entro a una color lila que es muy bonita. Me siento en la cama y me saco algo de ropa para estar más cómoda. Ya es tarde pero no he podido dormir. Me pongo a pensar en todo lo que grabamos en el set, no quiero recordar nada que tenga que ver con Miller.

Recuerdo los besos de Justin, las caricias sobre mi piel, cuando se puso entremedio de mis piernas y sentí a su amigo inquieto, cuando lamí su abdomen y cuando me sacó la ropa.

Quizás Mac se puso celoso por todo esto, si una chica hubiese hecho esto con él yo también lo estaría. Pero no justifica que se haya metido con una mujer en el baño.

Lo elimino de nuevo de mi mente y recuerdo una y otra vez las escenas, la cara de Justin al besarme y tocarme. O ese gemido que ahogué en un beso.

Sin poder soportar más el calor que atacaba mi cuerpo me levanté y caminé a la pieza que sabía que era de Justin.

-¡Ariana! -Exclamó cuando entré sin tocar. Estaba despierto a pesar de la hora, se tapó rápidamente mientras que con la otra mano cambiaba el canal pornográfico de la televisión.

Sin decir palabra me acerqué a la cama, bajo su atenta mirada. Paré a su lado y de un tirón lo destapé, dejando al aire su enorme erección. En ese momento solté un jadeo, toda esa adrenalina que de repente me había llenado el interior se esfumó. ¿Eso cabía dentro de alguien? Seguramente por eso siempre se iba de putas, porque esas están acostumbradas a que les metan cosas grandes. Pero yo no, y no me puedo imaginar a Justin dentro mío. Sentía la mirada de Justin sobre mi, no había cambiado de posición, ni siquiera al destaparlo.

Separé la mirada de su erección y lo miré a los ojos, los cuales ya estaban lujuriosos.

-No te arrepientas ahora por favor. -Susurró, pero yo no me moví de mi lugar.

No me decidía, quería que Justin me poseyera, pero también tenía miedo. Y sabía que me convertiría en una más de la lista. Pero sinceramente en estos momentos no me importaba ser una más.

Me cogió de la mano suavemente después de sentarse al borde de la cama, se puso de pie delante mío y sentí el choque de su pene en mi muslo y luego mi cadera, lo que me hizo boquear por aire.

Yo estaba con la polea de tirantes que llevé en la mañana antes de comenzar a grabar, no llevaba sostén porque sería más cómodo para dormir. Estaba en bragas y descalza, y ya tenía la piel de gallina.

Me agarró de la cintura y me atrajo a su cuerpo. Nuestros ojos no se despegaban y casi no pestañabamos. Pero mirándolo comprendí lo que me pedía. Yo debía dar el siguiente paso, para confirmarle que estaba segura sin necesidad de hablar.

Puse mi mano detrás de su nuca y atraje su cara a la mía, besé mandíbula y su mentón, bajé a el cuello y él suspirando echó la cabeza hacia atrás, di pequeños mordiscos y repartí besos húmedos.

-Justin.

Me miró y sin más junte nuestros labios, bailando de forma desesperada. ¡Cuánto me había gustado probar sus labios hoy! Sentí que nos movimos y luego lentamente me recostaron en la cama.

No sé en que momento quedé completamente desnuda, pero reaccioné cuando sentí su boca sobre mis pechos y su dedo patinando en mi entrepierna, me recorrió un espasmo que lo hizo sonreír.

-No sabes cuantas veces imaginé esto. Y creo que mi imaginación es mala. -Sonrío y acercó su cara para que me bese.  

-Aah... AAH... -Gimo cuando dos de sus dedos entran en mí.

Con movimientos placenteros me lleva hasta la cima, hasta que mi espalda se arquea y un grito sale de mí.

-Definitivamente tengo una muy mala imaginación. -Gruñe antes de con un movimiento brusco ponerse sobre mi clavando su erección en mi estómago bajo.

Lo miro a los ojos y sonrío antes de volver a besar sus labios. Cuando nos separamos veo como frunce el ceño y con el rabillo del ojo noto un movimiento en sus caderas, cuando ya no siento su erección sus manos me agarran los muslos y me hace rodear con las piernas su cadera. Luego siento su pene vagar por mi hendidura y luego con un certero golpe clavarse en mi.

Grito y me abrazo a su cuerpo en este vaivén que hemos comenzado, de cuando siento que ya estoy cerca muevo mis caderas haciéndolo gruñir.

-Eso pequeña. Ya estamos cerca. -Y dos embestidas profundas después ambos soltamos un grito para que luego Justin cayera sobre mi.

Permanecemos minutos así, sin que Justin salga de mi interior y yo lo sigo abrazando con mis piernas. La excitación ya se ha pasado y su miembro dentro mío comienza a arde un poco.

-¿Y esto que ha sido? -Dice Justin luego de apoyarse en las palmas de sus manos elevando su torso enterrándose un poco más en mi.

-¿Soy una más del montón para ti? -Le pregunté algo dudosa.

-Aunque me ofende que llames así a las mujeres con las que me he acostado, entiendo tu punto de vista.

-No has respondido a mi pregunta. -Le digo.

-No lo eres. Te lo aseguro. -Pero algo en su cara no me convence del todo, siento como si esto fuera una frase que les dice a todas con tal de volver a acostarse con ellas y después desecharlas. -No me crees.

Se separa de mi al ver que no respondo y me mira dolido. Me siento un poco mal, pero a pesar de que es mi amigo se que es un mujeriego, y aunque me gusta no quiero ser una cualquiera.

-Ariana. Yo sé que acabas de terminar con Miller, después de una larga relación y lo pillaste saliendo de un pequeño cuarto con una chica. Estoy siendo lo más sincero que puedo contigo.

-Siento que esto es lo que le dices a las mujeres para que después se vuelvan a acostar contigo, lo dices como si fuera tan simple. -Su ceño fruncido se disipó y relajó la cara.

-Es que lo es. Te estoy siendon sincero, no estoy mintiendo y no necesito buscar excusas. -Se sentó en la cama justo frente a mi y me agarró las manos. -Escucha Ari, hemos sido amigos por un largo tiempo, sabes cómo soy. Y en lo más hondo de ti sabes que me gustabas. Te lo dije un día. -Añadió cuando vió que iba a replicar. -Fue el día que no hicimos mejores amigos. Me tiraste a la Friendzone.

-Pero no me lo dijiste. -Susurré. -Creí que en serio querías ser mi mejor amigo después del concierto.

-Es que no me expreso bien... -Susurró rascándose la cabeza.

Lo vi a los ojos y sonreí.  A veces luce tan inocente, incluso ahora, que una capa de sudor cubre su piel. Beso sus labios y me dejo caer sobre él.

-Entonces... No eres una del montón. ¿Me harías el honor de ser la única?