Un secreto que Ikki, el ave fénix, guardo de todo aquel que se encontraba a su alrededor. Una promesa que aunque cada vez se repetía así mismo, que era una simple pesadilla. Fue la destrucción del santuario.
Aquel medallón que su madre les dejo...
Hace 15 años, un pequeño Ikki de apenas 4 años, cargaba en sus brazos a su hermano de apenas 6 meses de nacido, corría sin un lugar a donde ir, desesperado por encontrar alguien quien lo ayudara. Shun, el cual dormía plácidamente en los brazos de su hermano mayor, estaba muriendo. Nació con una enfermedad heredada de su madre e Ikki tenia la esperanza de poder sobrevivir y protegerlo, justo como le lo dijo su madre antes de morir. Una mujer muy hermosa de cabellos azules.
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Descuida Shun, yo se que vamos a sobrevivir a esto, solo resiste un poco más, yo voy a protegerte aunque sea a costa de mi vida, pensaba Ikki. Aun con su corta edad él era consciente de lo que viviría junto a su hermano y el peligro que el corría. Sin tener a alguien quien lo escuchase, grito por ayuda, pero todo estaba cerrado, estaba atento a cualquier señal que le indicara que alguien pudiera ayudarlo, sin embargo nadie apareció . Al pasar los minutos, el corazón del pequeño Shun estaba dejando de palpitar. Ikki se desespero más y poco a poco su velocidad bajo, la temperatura de su hermano había disminuido considerablemente. Su cuerpo estaba ya muy frío.
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Shun no me dejes, no quiero estar solo, n-no quiero perder a nadie más. Hermano no me dejes - decía Ikki con una voz casi inaudible, sus ojos estaban ya cristalinos, no podía aguantar la idea de quedarse solo, sin poder haber protegido lo único que le quedaba. Lloro por lo débil que era por que no fue capaz de cumplir su promesa y lo único que hizo fue llorar.
-Hey tu, ese niño me pertenece - una voz dijo, proveniente de una niña de 7 años y cabello morado, quien apareció de la nada, con ojos morados.
-T-tu quien eres, responde - respondió y tomo posición defensiva.
-Soy Pandora y el niño que traes en brazos es mi amo, el señor Hades. El medallón que lleva puesto es la prueba.
-No es cierto. Este es un regalo de mi madre. - dijo recordando que ella siempre lo traía puesto.
-Tu madre solo fue la que llevaba dentro suyo la semilla, y ella acepto.
-Debes estar mintiendo, mi madre nunca lo haría. No te daré a mi hermano
-Ese no es mi problema, solo cumplo con lo que se me encomendó. - Pandora se acerco a Ikki, sabia que seria difícil quitarle a Shun pero ya había planificado un plan mientras hablaron. - Que te parece si hacemos un trato. Yo curo a tu hermano y te lo quedas pero a cambio debes jurar lealtad a mi señor y ....
-Esta bien, acepto, todo con tal de salvar a mi hermano - dijo interrumpiéndola. Pandora agarro a Shun y conjuro unas palabras mientras abría el medallón, que hicieron que su frágil y pálido cuerpo se estabilizara y se lo devolvió a Ikki. - Por ahora te lo dejare a cargo, ya que el vendrá por su cuenta.
-Espera que..
-Pensaras que esta es una simple pesadilla cuando me haya ido. - Termino sonriendo, riéndose de la ingenuidad de Ikki quien cometió el mismo error que su madre.
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Me siento inspirada, creo que este podría ser un buen fanfic, aun hay muchas mas cosas que quiero explicar pero no alcanzan en este prologo porque tengo mucha tarea para mañana TTT_TTT. Hasta la próxima actualización.
