Prólogo

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Estaba muerta de miedo, mis manos estaban empapadas en sudor, no paraba de morder mis uñas y mis labios, en 10 minutos se decidiría el rumbo que tomaría mi vida. Había trabajado tan duro para poder entrar a esta universidad, era todo lo que deseaba, no tenía un segundo plan, desde que tengo memoria había planeado estudiar medicina, durante mi último año en el colegio planee entrar en University of Miami - Medical Campus, era mi unica opción, había revisado los planes y todo encajaba perfecto, esa era la universidad indicada para mí. El único inconveniente era que otros mil estudiantes pensaban lo mismo que yo asi que me discutía las plazas.

Tienes que tranquilizarte Lauren, por más lindo que me parezcan tus nervios, ahora mismo tengo miedo de perder mi mano.- me dijo Brad colocando su mano en mi espalda.

Brad y yo llevamos saliendo poco mas de un año, es el hermano mayor de uno de mis mejores amigos. Él es mayor que nosotros, por dos años, siempre mantuve cierta obsesión adolescente por él, jamás creí que me haría caso, sólo era la amiguita de su hermano menor. 

Estar con él, es una de las pocas cosas que nunca planee.

Él cumplía el típico perfil del chico rebelde en la escuela, era atractivo y agradable con todos, todo el mundo lo adoraba, era tan simpatico y tan perfecto en todo.

Muchas veces me sorprende la suerte que tuve de haber encontrado en él mi chico ideal, es tan atento y cariñoso conmigo; nuestra primera cita me acompañó a una ferie de universidades, donde le conté de mis deseos de estudiar medicina, él no paraba de mirarme con esa cara tan perfecta, sólo me sonrió y me dijo: 

Lauren, nunca dejes de trabajar duro por lo que quieres, no sé si seas capaz de percibir el potencial que tienes, pero en caso de que no lo hagas, déjame decirte que yo lo veo, apostaría cualquier cosa a que lo lograrás, si tu me permites permanecer a tu lado te prometo que no habrá día que pierda la oportunidad de animarte hasta que cumplas.

¿Quien no se derritiria en ese momento?, bueno yo lo único que pude hacer fue tomar su cara entre mis manos y besarlo, sonreimos ambos en el beso y desde ese día somos inseparables.

Así que, aqui está, como lo prometió, animandome y recordandome que he llegado tan lejos que esto es pan comido ya.

En el fondo se que he trabajado tanto que es practicamente seguro que sea de los mejores prospectos, si no es que el mejor; no creo en la suerte, creo en el esfuerzo, en pelear cada día por lograr lo que quiero, y es exactamente lo que he hecho hasta hoy, así que tal vez mis nervios están de más pero no puedo evitarlo. Brad le llama el Síndrome del Nerd, dice que los nerds como yo, trabajamos duro, tenemos las más altas calificaciones y logramos siempre lo que nos proponemos, pero necesitamos contestar al final del examen, cuando todos preguntan como nos ha ido, esa frase típica: "me irá mal" por que es como aseguramos el éxito, nos preocupamos cuando sabemos por seguro que lo que vamos a obtener es por lo que tanto hemos trabajado.

Me perdi en mis pensamientos, tanto que no me di cuenta que ya estaban las listas, toda la multitud se acercaba, algunos lloraban, otros gritaban, otros mas saltaban de emoción. Levante la mirada y la dirigí hacia enfrente, Brad se puso de pie, me ofreció su mano y me sonrió, con esa sonrisa perfecta que me hace olvidar de todo y sólo agita las mariposas en mi estómago. (Lo cual en realidad no existe, sólo es el aumento de adrenalina empate con mi cerebro jugandome chueco una vez más).

Tomé su mano, me puse sobre mis pies y el me dijo: Vamos Nerd, muero por celebrar tu éxito, amarás tu regalo sorpresa.

ParadojaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora