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Le habló todo el fin de semana de él a sus amigas de internet. Las chicas solo reían y le hacían bromas. Recordaba ese momento si como sólo hubiese pasado recién. Solo hablaba de ese momento, de lo raro y loco que había sido. De lo rara y loca que se sentía.

Catalina, Belén y Amanda eran las que más atención le prestaban. Los otros estaban ocupados, Javiera concentrada más en estudios y su novio, y Constanza y Miguel estaban en las mismas. Las tres primeras nombradas por mas ocupadas que estuviesen hablaban aunque sea una vez al día por aquel grupo de Whatsapp. Paola era también una de ellas, pero a diferencia de que ella nunca tenía que hacer y si lo tenía, no se preocupaba.

Domingo por la noche, hora de ordenar las cosas del colegio para el día que seguía. Paola observó su horario y de inmediato vio en él que tocaba inglés, se enojo de inmediato por lo sucedido el viernes, pero esos pensamientos permanecieron unos segundos, porque volvió a aparecer la escena del chico en motocicleta. ¿En serio era normal pensar eso durante dos días? Paola era una chica que poco le importaban las cosas como esas, pasajeras, sin valor sentimental, con desconocidos, pero esta vez sin duda desconocía la razón del cual vivía ese momento una y otra vez en su cabeza. Ordenó rápidamente y con algo de desorden sus cosas, busco el uniforme y lo colgó para que no se doblará y luego se echó en su cama para poder hablar con las chicas. Segundos mas tarde calló rendida a la cama, el sueño le ganó esta vez.

- ¡Paola despierta estay atrasá! -Raquel, la madre de Paola la movía desesperada, esta apenas se movía.

Con flojera abrió sus ojos, volteo para tomar su celular "como va a ser tan tarde" Esta pensó, pero al ver su celular en este indicaban las 7:45 de la mañana. Dio un brinco y desesperadamente fue a cambiarse. La ropa estaba lista, los zapatos algo sucios pero no le preocupaba. Se desenredo el cabello sin peinarlo como lo era usualmente y corrió a la cocina para sacar un yogurt griego, lo tomó rápidamente y fue hasta el baño para cepillarse los dientes. Lo último que hizo, escribirle un mensaje a sus amigas por Whatsapp y salir casi corriendo de casa. Su mamá la siguió por detrás, debido a que podía sucederle algo malo. 

Al llegar tocaban el timbre, alcanzó justo a entrar antes de que cerrarán aquellas grandes puertas. Caminó apurada y se formó en la fila de su curso. Iba en un colegio Católico, debido a esto tenía que estar en un acto de buenos días y oración todas las mañanas. Al terminar, se encontró con su amigo Bryan y caminaron juntos a la sala de clases.

Tocaba inglés, por arte de magia ésta se enojo. Nuevamente no habría profesor.

— Que bacan, no vamos a hacer nada por dos horas — Bryan hablaba animadamente ya que por esas dos horas libres podría hablar con su nuevo amor, Bastian (Bryan eran gay, sabido por algunos pocos pero notorio para todos)

— Todo porque vay a hablar con ese hueón  del Bastian, ni te va a pescar, igual anda en clases — Paola estaba enojada, lo cual sus palabras salieron con claro enojo.

Bryan solo se quedó callado. Se sentaron en sus respectivos puestos y éste se puso sus audífonos en ambas orejas para no poder escuchar a su enojada amiga. Paola observó a su alrededor mientras movía una pierna. Algunos estúpidos jugando a la pelota, las de atrás cantando, otros jugando en sus teléfonos Clash Royal y otros simplemente durmiendo. No tenía ganas de hablar con nadie. Solo se colocó sus audífonos y procedió a echarse en la silla, seguido de esto casi inmediatamente todos corrieron a sus puestos. Era el inspector, ese que se parecía a Doctor Simi pero era demasiado simpático.

“¿Ya tenemos profesor? Al fin hueon, ojalá  Paola calmó un poco más su pierna y le prestó mucha atención a el inspector.

—Bueno chicos, como saben les cambiamos a la profesora de inglés por otro que supuestamente tenía que venir la semana pasada. —pauso un poco para tomar aire y volvió a hablar— lamentablemente este profesor se marchó y tuvimos que buscar otro. Así que quería tener el agrado de presentarles a su nuevo maestro, por favor, pasé.

Lento y dejándolos a todos con la duda entró el profesor. Era alto. Alguien que medía casi 1.90, su contextura era delgada, tenía barba y el pelo corto. Llevaba un delantal blanco y pantalones café claro. Paola estaba impactada. Estaba segurisima de que aquel profesor, era el chico de la moto de el viernes. Solo que esta vez podía verlo con claridad, notar su cara, ver como era fuera de esa motocicleta, esos lentes y la chaqueta de cuero, un profesor de inglés.

Este saludo en inglés, se presentó como Jean, y comenzó a hacer un breve repaso. Paola era fanática del inglés, debido a esto no tomo atención en la clase. Si no en el profesor en sí. Analizó cada uno de sus gestos, trato de ver a la distancia pequeños detalles no logrando casi nada, pero fijándose en muchas cosas. Volvía a comparar al chico de la motocicleta junto con este profesor. Sentía que se le hacía tan familiar. Ambos la habían cautivado y no la habían dejado tener sus pensamientos normales, los comunes, las estupideces que pensaba o cosas muchísimo más profundas que la deprimían casi la mayoría del tiempo, pero prefería pensar lo del chico y su nuevo profesor a sentirse mal casi siempre, ya que no quería estar así al menos por un tiempo (decía eso siempre, pero esta vez presentía que si lo haría)

La clase acabó y Paola tenía un nuevo crush, pero muchísimo que saber sobre él. Necesitaba saber si eran la misma persona. Necesitaba saber porque sentía aquella atracción. Necesitaba saber porque aun vivía una y otra vez en su cabeza la escena de el chico en la moto y esta vez la escena del nuevo profesor entrando a la sala de clases.

El nuevo profesor no esta nada mal. Nada de nada. Quiero saber sobre él. ”

No correspondido. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora