El Ciclo de la Paranoia

Capítulo 1

Hoy es 31 de Diciembre. La gente realiza sus actividades con naturalidad; los mayores ejercen su jornada laboral, los jóvenes asisten a clases, cada persona integrada a la sociedad realiza la función que le corresponde. Después de todo, no existe ningún motivo especial para alterar este ciclo.

Camino por la desolada ruta de siempre, en las calles se encuentran varios panfletos esparcidos por doquier, todos llevan escrito lo siguiente: Ánimo, celebremos veintidós años de paz. La gran tragedia no puede contra la voluntad humana…

Paso de largo sin prestarle mucha atención al resto del contenido, simplemente es estúpido. El hecho que unos no tengan mayor preocupación que subsistir en la sociedad, no significa que todos se encuentren en la misma situación. La paz de la que hablan es y siempre será subjetiva, alguien siempre sufrirá por la tranquilidad de otros, si unos son felices, un grupo similar o superior en cantidad, no lo son.

—¡Manténganse alejados de ese tipo! —exclama un hombre de mediana edad que corre a toda velocidad, por su uniforme noto que se trata de un Protector; un vigilante que se encarga de mantener el orden público y la seguridad de los ciudadanos—. ¡Se encuentra en la etapa tres!

—¡Aléjate de mí, monstruo amorfo!, ¡debo escapar, y después, debo… asesinar a todas las aberraciones contra dios! —grita la persona que está siendo perseguida, un varón de al parecer, unos cincuenta años.

Ambos pasan de largo a unos metros de mí, el Protector saca su arma de fuego y dispara con certeza a la pierna izquierda del hombre. Cuando éste cae, llora mientras se da la vuelta y se arrastra con sus brazos hacia atrás. El uniformado recarga su pistola y dispara rápidamente a su cabeza. Acto seguido, llama por su comunicador para que se lleven el cuerpo.

—¡Oye, tú! Fuera de aquí, no hay nada que ver. —Sigo sus indicaciones, no hay motivo para quedarme. Nuevamente se remarca lo subjetiva que es la paz, ésta es completamente figurativa hasta el momento de tu muerte.

Llego al colegio, subo las escaleras, camino hasta mi salón de clases y me siento en el lugar de siempre. Las clases inician minutos después, como casi siempre… el tema principal es la historia de la gran tragedia. No presto atención, pues es algo que conozco a la perfección.

Los investigadores saben muy poco por algunos documentos que lograron recuperar de aquella época: La humanidad en ese tiempo estaba dividida alrededor del basto mundo, separada por limitaciones terrenales conocidas como países. Todos tenían su forma de vivir; los adinerados, los pobres, los de clase media, los reclusos, los pensadores, entre otros. Además, los conflictos entre estas divisiones también fueron un gran problema desde siempre, pero todo cambió cuando el apocalipsis ocurrió.

La fecha no es exacta, pero se conoce que los humanos llevaban miles de años existiendo al momento de éste. El trastorno de sueño conocido como Terror nocturno, afectó a más del 80% de la población mundial. Lo que antes era solo un problema para los niños, se convirtió en la perdición de la vida de millones de personas, desde el hombre más poderoso hasta el infante más indefenso lo padecieron por igual.

Alguna causa desconocida —ya sea una misteriosa enfermedad colectiva o la furia de dios— hizo que las pesadillas se sintieran mucho más reales y fueran mucho más horribles. Los individuos poco a poco perdieron la cordura, hundidos en su paranoia; hay quienes se pusieron a cometer crímenes de homicidio, genocidio, otros se suicidaron, y todo colapsó. Cuándo el mundo entero se bañó en sangre, los aún cuerdos del globo, de alguna forma lograron reunirse en un determinado punto. Decidieron empezar desde cero y crearon una pequeña comunidad que, lentamente prosperó y fue creciendo hasta apoderarse de una zona antes conocida como «Europa».