Capítulo 1.

9 0 0
                                    

Acabo de llegar a casa después de un día lleno de exámenes y solo puedo pensar en tocar mi cama y caer en coma, a sido un día bastante duro y lo peor es que aún no a acabado, son las 16:00 y a las 18:30 empieza la clase de kizomba por lo que tengo poco tiempo, -Acabarás llegando tarde, como siempre- Pensé y se me escapó una risita que debió escuchar mi gatita que venía a recibirme lamiéndose los bigotes como cada día cuando entraba por la puerta de casa, le di unos mimitos le puse su comida y subí a mi cuarto a prepararme.

No había nadie en casa cosa que no me extrañaba, mi padre se tiraba trabajando durante todo el día y cuando estaba en casa es como si no estuviera, venía a la noche para cenar y dormir y así todos los días desde que tengo memoria. Mamá no trabaja pero para el tiempo que pasa en casa como si lo hiciera, sólo que ella es más de hacer labores sociales, se pasa casi todos los días en la iglesia, 4 de 7 para ser más exactos.

Mientras me preparaba la mochila para irme a mis clases de baile sonó el teléfono.

-Nena te echaba de menos, hace días que no sé nada de ti, se puede saber por que no tienes el culo quieto ni media hora para hablar con tu mejor amiga?- Dijo fingiendo enfado Bella, mi mejor amiga.

- No finjas zorrona, que en 10 minutos paso a por ti para ir a baile.- Contesté riéndome a todo pulmón. Siempre hemos sido así, nunca tenemos tiempo suficiente para vernos y hablar de cualquier cosa, desde problemas que hayamos tenido como discutir por que sabor de helado esta más rico.

-Después de la clase nos vamos a tomar algo, no? Tengo muchas cosas que contarte.- Por como me lo dijo intuí que no iba a ser la típica charla donde nos reímos y disfrutamos de las cervezas que nos bebemos, más bien parecía que había algo que le preocupaba.

-Paso a por ti ya.

-Vale nena, te quiero cachonda mía.

-Yo si que te quiero chochete mío.

Llegué unos 10 minutos tarde a su casa y ya me estaba esperando de brazos cruzados en la puerta mirándome acusadoramente, aun que ya debería de estar más que acostumbrada por que me conoce desde hace mas de 9 años, siempre a odiado mi poca puntualidad, no sólo por que haya llegado tarde a por ella, sino que eso significaba que íbamos a llegar aún más tarde a nuestra clase de kizomba, como odiaba eso de mí.

-No me mires con esa cara, mi madre acababa de llegar a casa y ya sabes que cuando voy a salir por la puerta es cuando aprovecha para preguntarme todo.- Le expliqué con carita de cordero degollado.

-No me mires con esa cara...- Dijo haciendo una muy mala imitación de mi.- Sé que has aprovechado para ir a comprar tabaco y seguro que antes de salir de casa te has comido tus magdalenas de chocolate.-

-Pero si lo sabes, por que te extraña tanto? Haber tardado más en salir a esperarme y además he parado en tu panadería favorita y te he traído una cosa.- Le dije sacándome su chocolate favorito del bolsillo mientras veía la cara de felicidad que se le estaba poniendo, ya me había perdonado mi retraso.

-Dioooos!! como te quiero, estas perdonada.- Me dijo mientras se la engullía.- Pero por haber llegado tarde te castigo sin decirte ni una sola palabra de lo que te tengo que contar hasta después de baile.- Dijo sacándome la lengua como una niña pequeña a lo que yo le contesté con una sonrisa de oreja a oreja, total me lo iba a acabar contando, podía esperar.


***


-Oh dios mío!! Mátame por favor, no puedo casi ni caminar...- Dije agotada saliendo de la ducha del vestuario.

-Normal nena, hace cuanto que no haces ejercicio con un tío?.- Dijo mirándome con cara de pillina. -Ya va siendo hora que te eches un novio que te haga hacer más ejercicio, no crees?.

-A ver nena, que parte de no tengo tiempo para esos royos no entiendes? Además, quien te dice a ti que no hago ejercicio a parte de las clases de baile?.

-Te lo digo yo, y tu cara de amargada cada vez que te miras al espejo.- Se rió a todo pulmón mientras yo me dedicaba a mirarla mal y tirarle el cepillo con el que me estaba desenredando el pelo. -Sabes que me preocupo por ti, desde que lo dejaste con Joel... ya sabes, no eres la misma...- Dijo algo preocupada por mi.

En parte la entendía, estuve con él desde los 14 años hasta los 18 y desde entonces no podía intentar nada con ningún otro chico, no podía abrirme a nadie que no fuera una persona cercana, y de entablar una relación? De eso ya mejor ni hablamos, me hizo mucho daño no solo a mi, también a mi familia y no podía permitir justo en este momento de mi vida tener más distracciones, que me volvieran a hacer daño o darle el poder de que me volvieran a romper el corazón en más pedazos de lo que ya lo habían hecho, me había costado mucho volver a juntarlos todos como para arriesgarme de esa manera, otra vez.

-Ya sabes lo que pienso de los chicos nena, no te preocupes con mi pulpito estoy más que satisfecha.

-Por que coño llamas a tu consolador "pulpito"? No tiene ningún sentido cachonda mental.- Dijo desternillándose de risa.

-Tengo mucha imaginación, ya deberías de saberlo nena, además no tenemos que hablar de mi, tenemos que hablar de ti, cuéntame, va todo bien con Dan? No tendré que caparlo, verdad?.- Le dije amenazadoramente.

-No no, tranquila, sólo que a lo mejor...- Miró hacía el suelo y solo podía significar una cosa, algo me estaba ocultando.

-Joder Bella, quieres soltarlo de una puñetera vez, me estás poniendo nerviosa!.

-Vale, allá va... Tengo un retraso!.- Dijo chillándome a lo que yo me quedé muy quieta, mirándola a los ojos sin saber que hacer ni que decir, esperando que me dijera "ES BROMA, TE LO HAS CREÍDO" y las 2 empezáramos a reírnos, pero no, estaba seria, muy seria y yo empezaba a acojonarme. -No vas a decirme nada? PUEDO ESTAR PREÑADA!! DIME ALGO, JODER!!.

-Has hablado con Dan?.- Ella negó con la cabeza. -Has ido al médico?.- Volvió a negar con la cabeza. -Te has hecho la prueba de embarazo?.- Otra vez negó con la cabeza. -Dios santo Bella, has hecho algo? Como sabes que estás embarazada?.

-He hecho lo bastante como para saber que puedo estarlo, o hace tanto tiempo que no lo haces que te lo tengo que explicar?.- Dijo riéndose.

-Si, tu ríete, que como dentro de 9 meses sea tía yo si que me voy a reír.- Se le cortó la risa de golpe y me miró verdaderamente preocupada. -Tranquila nena, ahora nos pasamos por una farmacia y nos vamos a tu casa que vamos a tener más intimidad y salimos de dudas, no te preocupes todo va a salir bien, yo estaré para lo que necesites y en cuanto lo sepas deberías de contárselo a Dan, al fin y al cabo si te vas a convertir en un huevo kínder malhumorado deberá saber que él a sido el culpable, no?.

-Tienes razón, miles de gracias cachonda mía, no sé que haría sin ti.- Dijo mientras se limpiaba una lágrima traviesa que se le escapó.

-Vamos nena, tenemos muchas cosas que hacer.- Le dije cogiéndola por los hombros mientras caminábamos hacia el coche. 


Mi suerte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora