La cafetería
Estoy enamorada del chico de la mesa 6, creo que ser mesera me gusta cada vez mas, observarlo cuando llega con un libro diferente cada día mientras toma su café, estoy enamorada y ni siquiera se su nombre.
Estamos en pleno invierno, falta una semana para que empiecen las clases y ayudo a mi abuela en la cafetería para ahorrar dinero y viajar, lo que me gusta de trabajar aquí es que puedo tomar todo el café que quiera, además hay un chico que me encanta verlo mientras se sienta en su mesa a leer,verlo tan tranquilo me relaja, es como si al estar leyendo estuviera en otro mundo sin importarle nada, solo beber su taza de café.
Quiero hablarle,pero siempre que quiero tomar su orden las otras meseras se me adelantan. Viene todos los días a la misma hora hasta que la cafetería cierra. Eran las cinco P.M y esperaba ansiosa a que llegara para ver si esta vez lograría ser yo la que tomara su orden, de tanto pensar me distraje y el ya estaba sentado donde siempre así que pensé que alguna otra camarera ya había tomado su orden, me di vuelta para ir atender otras mesas hasta que escuche un "Hey chica" voltee y era el llamándome, sin pensarlo dos veces me gire y fui a tomar su pedido, mientras escribía su en mi agenda podía sentir su mirada en mi, no pude evitar ruborizarme y para no pasar la vergüenza del año termine rápidamente de escribir y me encamine hacia el mesones. Al revisar el pedido note que no había ordenado un café sino dos, pensé que su acompañante todavía no llegaba así que prepare los dos cafés y me dirigí a su lugar. Cuando llegue junto a el deje las dos tazas en la mesa y me percate que no estaba leyendo como lo hacia siempre, le pregunte porque no lo estaba haciendo a lo que me respondió que esperaba a alguien así que me fui para dejarlo solo, sentí que me agarraron suavemente del brazo y me voltee para ver de quien se trataba, era el, aquel chico que he mirado por todas las vacaciones de invierno locamente enamorada estaba sujetándome del brazo.
Te estaba esperando a ti- dijo de repente, sentí miles de elefantes corriendo por mi estomago, estaba feliz. Nos sentamos y me comento que todas las tardes que venia a la cafetería era para verme, siempre esperaba que yo le tomara sus pedidos para poder hablar conmigo, pero siempre llegaban otras meseras babosas a tomar sus ordenes, como nunca me acerque, el decidió dar el primer paso y hablarme, estaba muy enternecida oyéndole porque jamas pensé que algo así me pasaría, esas cosas son de películas o libros de amor pero ahora me estaba pasando a mi.
Ya pasaron dos días desde la mejor declaración que me habían dado, estábamos cada hora juntos y hablábamos de cualquier cosa. El era una persona muy profunda, podía empezar hablando de los olores de libros nuevos hasta terminar hablando de su miedo a los ascensores, era perfecto física y psicológicamente, cada día me gustaba mas, podía contarle todas mis alegrías y tristezas, realmente me hacia muy feliz.
Los días pasaron, eran las cinco de la tarde el todavía no llegaba, comencé a ponerme nerviosa, nunca se demora mas de 10 minutos y ya casi iban a ser las 6, pensé que quizás tuvo un problema y no podría venir así que decidí llamarlo, le marque mas de 13 veces y ninguna contesto,no insistí mas y lo deje tranquilo. Pasaron tres días y ni siquiera se había aparecido por la cafetería, mas que preocupada estaba molesta porque ni un jodido mensaje me ha mandado. Mientras pensaba en lo enojada que estaba con el, un hombre del correo llego con un ramo gigantesco de rosas, me sorprendió mucho,quizá mi abuela las pidió para adornar el lugar. Empecé a tomar los pedidos de las demás mesas y una compañera se acerco a mi diciendo que me había llegado un regalo, así que la seguí para ver de que se trataba, resulta que el gigante ramo de rosas era para mi enviado desde España, revise la carta que tenia, era de despedida... de el.
"Cariño: siento mucho haberme ido así, sin ningún aviso, solo que no podía imaginarme diciendo que tendría que irme y dejarte, siempre hablamos miles de cosas pero jamas te dije que estaba de vacaciones solo por invierno,tuve que volver a mi país. Cada segundo que pasa te extraño más, me hubiera gustado que los días que pase contigo se repitieran una y mil veces porque solamente en esos días me di cuenta que eras la mejor chica de todo el mundo y te amo, te amo como nunca ame a nadie, siento mucho decirte esto por escrito pero no tuve la oportunidad de decírtelo de frente... TE AMO, adiós."
Las lágrimas corrían por mis mejillas, esto no podía quedar así, no puede decirme que me ama y luego desaparecer como si nunca hubiera estado en mi vida, quizás lo que voy hacer sea una locura pero seria la mejor locura de mi vida.
Eran las 10 P.M y estaba en el aeropuerto a punto de tomar un vuelo hacia España, con todo el dinero que ahorre trabajando en la cafetería compre mi pasaje y aquí estoy a punto de viajar a otro país a ver al chico que amo. "pasajeros del vuelo 251 a España por favor abordar "- anuncio esa voz de aeropuerto que siempre me he preguntado quien la dice-. Me senté en el lugar que correspondía y espere a que el avión despegara.
Ya estaba en España y recordé que el mas de una vez me dijo que trabajaba en una biblioteca llamada "Fantastic" obviamente jamas menciono que estaba en otro país, pero de todas formas ya sabía donde buscarlo. Llegue al gran edificio, no lo pensé dos veces y entre, al instante lo divise con la mirada y el como si la sintiera, llevo su vista hacia a mi y corrió abrazarme, ambos lloramos de alegría. Prometimos no volver a separarnos nunca.
* seis años después *
Ya han pasado seis años y seguimos juntos, estamos a dos meses de casarnos, tenemos nuestra propia cafetería, somos muy felices. Así es como un amor de cafetería se transformo en lo mejor de mi vida.