Soñar no cuesta nada

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"¡Ahí está esta! ¡Mírenlo tan desaliñado como siempre!"

"Parece que quiere llorar, claro si eso es lo único que sabe hacer"

Los murmullos no tan discretos seguían escuchándose, a cada paso que daba se intensificaban los cuchicheos y Baekhyun sintió que el pasillo se hacía cada vez más largo; se sintió como si estuviera en un manga, donde los pasillos más cortos eran los más extensos.

Al llegar a su salón no sintió diferencia alguna, peor aún, las burlas eran más crueles. Sentado en su asiento, con la mirada puesta sobre su mesa, deseo con todas sus fuerzas ser invisible.

Baekhyun no sabe cuándo empezó a ser tratado de esa manera y tampoco tiene idea del porque lo hacen. Recuerda claramente que tenía amigos pero así como llegaron de improviso y de la nada, así también se fueron, uno tras otro. Quizás ese fue el problema de todo, porque desde ese momento su timidez y falta de socializar incrementaron, y todo eso fue tomado como engreimiento, egoísmo y altanería. De alguna manera había llegado a la conclusión de que era su culpa.

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De casa al colegio y del colegio a la casa. Al ingresar a su casa encontró a sus padres sonriendo ampliamente mientras conversaban amenamente. Ambos tenían copas de vino en sus manos, vestían trajes costosos, como siempre; Baekhyun supuso que lo habían logrado como las otras veces, cerrar otro contrato entre empresas.

No repararon en su presencia y aunque no era la primera vez, aun le seguía doliendo su indiferencia. Subió lentamente por las no tan largas escaleras alfombradas hasta llegar al segundo piso, volteando hacía la derecha dio unos pasos más hasta estar al frente de su habitación. Empujo levemente la puerta y miro su habitación, "Tan frío, tan seco, tan monótono" pensó.

Aun vistiendo su uniforme se aventó a su cama boca abajo, y aferrado a su suave almohada dejo caer rápidamente las lágrimas que estuvo reteniendo desde la mañana. Su rostro de color pálido con unas resaltantes ojeras, por la falta de sueño, eran bañadas por sus gruesas lágrimas que recorrían desde sus ojos hasta sus mejillas. El cansancio poco a poco lo venció, sin luchar más, Baekhyun se dejó caer en un profundo sueño.

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Estando de cuclillas, aferrando sus brazos a sus piernas, soltando lastimeros sollozos de dolor, Baekhyun quiso desaparecer.

"Hola Baekhyun" solo eso necesitó escuchar para alzar su mirada, encontrándose con un apuesto chico de cálida mirada y dulce sonrisa.

Sus lágrimas cesaron de a pocos. Aquel chico le tendió la mano, como diciéndole "estoy aquí, nunca más estarás solo". Algo temeroso y un poco apenado tomó la mano del chico y se levantó; y todo ese mundo rodeado de tinieblas, se convirtió en un magnífico lugar rodeado de hermosas flores por doquier.

— ¿Quién eres? —preguntó tímidamente Baekhyun.

—Soy Sehun. Oh Sehun—susurró el apuesto chico de smoking.

Sus mejillas se colorearon de un leve color rojo al percatarse de que aún estaban tomados de la mano.

—Sehun...nuestras manos—dijo queditamente mientras miraba a sus manos entrelazadas.

—No te soltaré, no te dejare—respondió Sehun con precisión, como si de una promesa se tratara.

Baekhyun sintió la potente mirada de Sehun sobre él, su sonrojo se hizo más potente; y una sonrisa coqueta no tardó en aparecer en el rostro de Oh.

Soñar no cuesta nada(Sebaek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora