Capitulo unico

446 47 8
                                    

La oscuridad me rodea provocando que la inseguridad brote de mi pecho, miro a mi alrededor en busca de un destello de esperanza pero mis ojos solo ven la negrura de la noche, la humedad característica del bosque se siente al respirar, mis zapatos son adornados con pequeñas gotitas gracias al roció, pero eso no me detiene; al contrario me impulsa a seguir huyendo.

Presiento que si me detengo desapareceré, los animales; sus ojos me persiguen a toda costa logrando que me sienta diminuta e insignificante. Por más que avance siento que doy vueltas en el mismo lugar, las horas pasan y siento como si fueran años, mi respiración agitada al igual que el rugir del viento. Mi miedo me sega ante cualquier posibilidad de escapatoria. Por más que mis pies sigan escapando sé que no llegare a nada.

El suelo desaparece para producir mi caída, mi cuerpo es impactado y sacudido múltiples veces pero son capaces de volverme a la realidad, remolineo por el húmedo suelo sacando varios gemidos y alaridos de dolor. Fijo la vista en el firmamento y pensar que son las mismas que vi la noche anterior pero ahora me son insignificantes, inmóvil aun su rugido hace acto de presencia en el ambiente, sin importar mis heridas y probables contusiones me levanto gracias a la adrenalina que corre por mis venas, reanudo mi carrera y gracias al claro en donde me encuentro logro ver algo en la oscuridad.

El destello de la aldea a lo lejos hace que la esperanza nazca en mí, se produce un pequeño brote de alegría pero muere en ese mismo instante, sé que aunque este en el pueblo no se detendrá y lo más probable es que ocasione diversas muertes de inocentes solo porque anda en busca de mí. Detengo mi huida y me apoyo en el primer árbol que aparece ante mí, mi boca coge aire desesperadamente para mis pulmones deseosos de él, tan solo el inspirar produce un ardor que recorre toda mi garganta hasta mi pecho. Lo oprimo en un intento de opacar el dolor pero mis manos solo se tiñen de rojo, a lo lejos puedo ver el movimiento brusco y desesperado de su buscar.

Me giro y camino al lado contrario de la aldea, mis piernas tiemblan a cada paso pero solo avanzo unos metros para después caer de rodillas al pastizal. Veo mis manos rojas por mi sangre, mi pelo cae a cada lado de mi cara impidiéndome ver a mi al redor, agudizo mi oído y lo escucho detenerse a una distancia prudente.

Levanto la vista para observar su rostro bañado en sangre, pero el miedo se presenta en mi cuando me detengo en sus pupilas zafiro que resaltan sus marcas violetas de sus pómulos. Aun apoyada con mis manos me levanto pero un mareo repentino hace que dé un paso hacia atrás en un intento de mantener el equilibrio. Mi corazón desbocado golpea mi pecho sin piedad. En un movimiento desesperado me toma del cuello para azotarme contra el tronco más próximo, sacando todo el aire obtenido hace unos momentos, lagrimas recorren mis mejillas deslizándose hasta su mano en mi cuello, mientras pasan los segundos va ejerciendo más presión logrando que deje de obtener aire.

Mis manos se posan en su rostro sintiendo la calidez de su piel- t-te...a...mo - mi voz rasposa y débil como un susurro hacen efecto en él, acerca su rostro a mi cuello luego de quitar su mano para posar ambas en mi cintura, respiro con cautela temiendo que reaccione violento nuevamente. Con su nariz traza pequeñas líneas invisibles hasta mi mejilla, ahora mis maños descansan es su torso, giro mi rostro pero solo emite un gruñido ronco en desaprobación.

El tiempo circula pero somos nosotros quien no lo hacemos, nos hemos mantenido quietos sin efectuar movimiento alguno, pero yo no eh dejado de pensar en la causa, ¿Por qué habrá reaccionado así? ¿Los demás estarán a salvo? ¿Acaso yo lo estaré?

Solo se convierte en este animal salvaje cuando deja su espada, pero la lleva consigo, incluso lleva su collar de cuentas, su traje de rata de fuego... no entiendo nada.

Apoyo mi rostro en su hombro y deslizo mis manos en un intento de abrazarlo, pero solo logro que entierre sus garras en mi carne, pero es lo que menos me importa, cuando logro rodearlo, susurro- tranquilo, estoy aquí - solo se mantenía en emitir rugidos bajos como un animal desconfiado.

Incluso mioga estaba desconcertado por el actuar de su amo hasta el viejo totosai, murmuraban cosas entre ellos pero solo capte algunas palabras como <pareja> <instinto> <marca> pero si fuera como creo que es estaría con ella no conmigo, con su amor verdadero. Despego mi frente de su hombro y sin deshacer el abrazo busco su rostro.

Sus ojos se mantenían cerrados pero en su boca se mantenía en una mueca, me acerco a sus labios pero este me gruñe, sus colmillos me provocan unos cortes en mi labio inferior pero no me importo, roce mis labios contra estos, sin embargo, solo hinca aún más sus garras en mí, como diciéndome ¡Detente! Antes de unir mis nuestros labios en un beso le digo- vuelve a mí -

Me soltó como si lo quemara retrocediendo unos pasos y yo intuitivamente los avance temiendo que escapara- inuyasha... mírame -rugía como un animal en tortura, se aferraba su cabeza como si un constante dolor lo asechara. Tome sus manos y las retire con lentitud, me dejo manipularlo a mi antojo pero aun así siempre alerta ante todo. Lagrimas caían de sus ojos y verlo así me dolía, tanto que yo también lloraba pero en silencio, sus lamentos eran audibles por varios demonios y personas a lo lejos pero no me importo.

Se dejó caer al suelo de rodillas, le tome su cabeza para que me mirara, era una escena lamentable, sufríamos por el contrario, por fin alzo la vista pude ver esa hermosa mirada que tanto amaba, ese dorado que me enamoraba aun con su contorno rojo pero esta consiente de sí mismo- inuya... -a través de su mirada podía ver su pesar, la pelea que mantenía con su propia sangre para mantenerse cuerdo- ¡VETE! -en un intento de alejarme de su persona caigo en mis piernas, sin despegar mi vista de sus orbes doradas que de apoco se iban haciendo presente destellos zafiro, mi cabeza me gritaba "corre" "huye" pero mi corazón me indicaba todo lo contrario y eso fue lo que hice.

Su cuerpo se desplomo sobre mi regazo e instintivamente lo abrace trasmitiéndole todo mi cariño hacia él; espasmos repentinos lo abarcaron asustada lo muevo por los hombros en un intento de que reaccione. Mis lamentos se hicieron presentes y eran lo único que se escuchaba, las hojas dejaron de caer, las ramas de moverse y el viento de rugir.

La tranquilidad nos rodeó y éramos nosotros quienes la perturbabamos, con mis gritos de piedad, jadeos constantes y su respiración errática. La noche transcurría y no daba señales de vida; temí lo peor hasta que sin previo aviso me empujó dejándome caer al pastizal, sin embargo, no evito que un golpe en mi cabeza me aturdiera unos momentos los que aprovecho en posicionarse sobre mi eliminando cualquier vía de escape, tenía miedo pero no por mi si no por él, busque su mirar pero las oportunidades se desvanecían al igual que el dorado en sus ojos, una lagrima descendió en mi mejilla y me di cuenta que nuevamente me sumí en mis pensamientos.

Cuando estaba por desaparecer el ultimo rayo ámbar me susurro- lo siento - ahora tenía ante mí el demonio sin corazón, al que arrebata vidas sin remordimientos; en un abrir y cerrar de ojos me percato del par de colmillos enterrados en mi cuello, el descoser es lo que menos siento, un alarido brota de mi boca cuando los quita sin delicadeza.

Respiro agitadamente y ahora con su cuerpo inconsciente sobre mí puedo relajarme pero no por completo, cualquier demonio tenía la oportunidad de matarnos si es que nos encontraba, es un alivio que estemos al lado de unos arbustos florales, impedía que nuestro olor junto a la sangre que nos bañaba nos delatara. Volteo mi rostro y una brisa suave choca con mi cara, me dejo llevar por la sensación pero solo hasta que mi deseo por verlo es mayor, por primera vez puedo ver como su pelo cambia de un plateado blanquecino a un negro azabache y como sus orejas toman forma humana, ahora todo es como debería de ser, como el ser humano que es ante la luna nueva, deslizo mis dedos por sus hebras oscuras y dejando en el aire un suspiro casi inaudible para caer inconsciente.

"sé que cuando despierte portare tu marca con orgullo, y sé que jamás me arrepentiré de tu acto, porque es una prueba de que tu sangre de demonio me a elegido a mi como tu compañera de vida y sé que ahora en adelante todo cambiara para bien para nosotros"

este pequeño relato fue imprevisto, nunca pense en escribir algo así pero espero que sea de su agrado. si les gusta no olviden dejar su voto o comentarios. Nos leemos pronto.

Inuxkag - Vuelve a miDonde viven las historias. Descúbrelo ahora