Aquella torre era solitaria. Estaba en un palacio de cristal.
Nunca nadie se atrevió a acercarse, decían que nadie podía alcanzar ese lugar.
Algunos días se podía ver una sombra en la ventana de la torre.
Una dulce niña hablando con el Sol y la Luna.
Dicen que la niña no ha vuelto a aparecer. Dicen que la niña se ha ido para siempre.