Trouble loves me.

[Cap 1. Alma Matters]

En la habitación de Verónica, los rayos de el sol inundaban toda su habitación, era una costumbre que siempre se le olvidara bajar la persiana, a causa de estar a altas horas de la noche, mirando por el balcón a las vistas que este le ofrecía, pero a pesar de esos rayos molestos sobre su cara, quería seguir durmiendo, aunque sabía que ese breve momento de calma que parecía invadir el ambiente, se terminaría. Como de costumbre, por lo fina que eran las paredes, se podían escuchar las discusiones de la pareja que vivían al lado, algo que la obligaba a despertarse todas las mañanas a la misma hora. Pero todo eso iba a acabar el día de hoy, ya que hoy con su padre, se mudarían a la casa de su pareja, Joanne, algo que debía admitir no le gustaba demasiado, pero eso era lo que hacía feliz a su padre, ella no tenía el valor de contradecirlo, cuando sabía toda la ilusión que tenía.

Con bastante pesar, corrió las sabanas que envolvían en su cuerpo, se incorporo de la cama, en ese preciso instante su padre toco la puerta de su habitación, por lo que ella le dijo que pasara.

"Buen día pequeña, ¿Cómo has amanecido hoy?" -Le pregunto su padre, acercándose a ella, tenía 16 años, pero su padre, seguía diciéndole pequeña, cuando ella ya no lo era, mucho menos cuando lo superaba en altura, haciéndolo ver como que el era el "pequeño."

Buen día papa, estoy bien, aunque extrañare escuchar la pelea de los vecinos-Respondió ella con ironía que dejaba ver que prefería seguir con esos ruidos tortuosos, a tener que mudarse con personas que ella ni siquiera conocía, ya que nunca la había visto ni a ella, ni a su hijo, pero su padre siempre le comentaba de ellos.-

Estoy seguro que te va a encantar este nuevo lugar, la casa es amplia, vas a sentirte mucho mas cómoda, ya veras confía en tu padre. -Le replico él, con una ancha sonrisa, dejando un pellizco sobre la mejilla de ella, algo que la hacía sonreír, haciendo que en esos instantes se le olvidaba el pánico que le generaba mudarse.

Confío en ti papá, voy a terminar de preparar mis cosas, no me tardo.-Dijo ya que había comenzado a preparar las maletas desde anoche.

Esta bien peque, te espero con el desayuno y nos vamos.-Sentenció su padre antes de salir de su habitación.

En cuanto él abandono la habitación, arreglo su cama, se dirigió hacia a el baño para lavarse la cara, cepillarse los dientes, apenas peinarse un poco sus cortos rubios cabellos que apenas llegaban a sus hombros, luego salio de el baño, bajo la persiana de su habitación para quitarse la ropa, ponerse la única muda de ropa que había dejado apartada para el día de hoy, unos jeans, una blusa blanca y unas chatitas. Cuando termina de prepararse, sale de la habitación con su valija, hacia la sala, donde estaba su padre sentado esperándola con el desayuno, que constaba de un té, con algunas tostadas que ya estaban preparadas con mermelada de frutilla, por lo que se sentó frente a el, agarro una tostada para darle un mordisco sin pronunciar alguna palabra.-

¿Pasa algo Vero? -Pregunto su padre, por lo que ella trago el pedazo de tostada y negó con la cabeza.-

No pasa nada papá, ¿ya le has avisado que vamos? -Interroga con el fin de que ya no le preguntara más, bebiendo pequeños sorbos de su té.-

Si ya le he avisado, esta ansiosa por conocerte. -Le dijo su padre, mientras ella se limpiaba la comisura de sus labios con la servilleta.

Pero ella no pronuncio ninguna palabra más, termino el desayuno en silencio, no iba a creer que estaba ansiosa por conocerla, sabía que no le quedaba otra opción que aceptarla, de lo contrario su padre no habría accedido a mudarse con ella. Ambos terminan el desayuno, levantan las cosas para lavarlas, luego salen de ese departamento, mostrando bastante pesar ya que aunque no era el mejor sitio, lo sentía como un hogar, mucho mas que el lugar donde se había criado en su niñez.