Cap 3: Such A Little Thing Makes Such A Big Difference

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Los cuatro se dirigían en el auto a el colegio, aprovechando a que ellos debían ir a el trabajo, se ofrecieron a llevarlos, era el primer día de Verónica había sido expulsada del anterior colegio, gracias a Joanne quien llevaba buena relación con los directivos del colegio de su hijo, le habían dado una oportunidad para que ambos fueran juntos, a ella no le agradaba la idea, pero no le quedaba más remedio que aceptarlo, no quería causar más problemas a su padre. No tardaron mucho en llegar a este, aunque a esa hora el transito en Paris era un caos, el colegio frente a sus ojos le parecía bastante imponente, tenía ventanales grandes, una placa en bronce que decía < College Royal fundado en el 1940 > era uno de los colegios mas bonitos de París, al que no todo mundo podía asistir por la cuota elevada, muchos deseaban ir, pero era claro que a ella le daba bastante igual.

Bajaron de el coche, pero su padre permaneció en el auto, mientras Joanne los guiaba a ambos a la dirección, como el director le había dado la posibilidad, a la pareja de su padre le había parecido buena idea que fuera a presentarse con el, causar una buena impresión, que dado con sus antecedentes no era lo mejor, atravesaron los pasillos, llegaron a la oficina del director, tocaron la puerta, fue un señor bastante apuesto el que abrió la puerta, Verónica se había esperado a una persona mayor, pero no fue así, aquel hombre no pasaba de los 35 años a su parecer, era alto, debía medir casi 2 metros, tenía un traje negro de vestir, sus ojos eran como de un color miel, su mirada bastante intimidante, su pelo relucía de un color castaño que más bien tiraba a un rubio.

-Buen día Sr. Leblanc, ella es mi otra hija Verónica Hoffman. -Dijo tendiendo la mano Joanne.

-Buen día Señora Fournier..es un placer señorita Hoffman. -Expreso el hombre dándole un apretón a la mano de Joanne, mientras que ella solo le dio una media sonrisa de saludo.

Ambas tomaron asiento frente a el escritorio, el tomo asiento en su silla, los exteriores de la oficina tenían cuadros, algún que otro titulo colgado, pero no había dado la importancia a leer de que se trataban estos.

-No sabe cuanto le agradezco esta oportunidad Sr. Leblanc, y Veronica también, sabe que confío en la enseñanza de este colegio y creo que ella aquí va a poder remediar su situación, no es una mala chica, espero realmente que le puedan brindar aquí lo que ella necesita.

-Sra Fournier, sabe que no soy de dar estas clases de oportunidades, pero creo que las personas merecen segundas oportunidades. Pero como comprenderá también espero que la srta Hoffman respete la normativa del colegio, que esas situaciones no se den en este lugar, tengo consideración esta vez, pero sabe que si no respeta las reglas, este no puede ser su sitio.

-Lo sé Sr Leblanc, no vamos a defraudarlo ¿verdad Verónica?

-No lo haré, me comprometo a cumplir las normas Sr Leblanc, gracias. -Dijo escuetamente, sin participar más de la conversación, en realidad no estaba comprometida a hacerlo, pero le daría una oportunidad a ese lugar, además sentía que no podía ser tan desagradecida con Joanne después de lo que había hecho, aunque aún dudaba de sus intenciones realmente, ella se despidió de su hijo y de ella, los dos se encaminaron hacía lo que sería su aula.

Entraron a el aula, observo que esta era bastante más amplia que la de su anterior colegio, por lo que tendría más alumnos, algo que no le agradaba realmente, no le gustaba para nada tener que socializar, estar entre bastantes personas, además por lo visto, los bancos tenían dos asientos, lo que implicaba tener un compañero de banco, se quedo paralizada en la puerta sin seguir a Edward, que no tardo en saludarse con otros jóvenes, ella era bastante tímida como para querer presentarse con alguien mas.

-¡Hey! Vero ven aquí, voy a presentarte a unos compañeros.

Veronica negó con la cabeza varias veces. ¡Maldito seas! Mascullo en sus pensamientos, seguramente en el colegio la molestaría aún más que lo que hacía en la casa, donde podía ignorarlo y refugiarse en su habitación, a pesar de su negativa, el se volvió a ella, tiro de su brazo para llevarla hacía donde estaban sus compañeros, estaba muerta de vergüenza, sus mejillas estaban completamente rojas, el calor empezaba a invadirla.

Trouble loves me.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora