Era una noche estrellada, bajo una gran luna que resplandecía he iluminaba el lugar, se encontraban dos personas sentadas mirando el cielo y señalando los astros.
Ellos sentían una emoción al verse, un gustó que ninguno de los dos podía describir pero ninguno de los dos sabía que pensaba uno del otro y no eran capaz de confesarse, por miedo al rechazo de la sociedad, pues su amor sería prohibido por ser de diferentes clases sociales.
Ellos se conocieron gracias a un grupo de amigos que se reunían para ir al cine, a comer o sólo a socializar y ella era nueva en el grupo entonces lo miró, al verle por su mente pasaron mil y un ideas sobre cómo sería el, pero ella no quería contarle a nadie pues el tenía fama de no tomar nada ni a nadie en serió el era feliz frente a todos pero tras las cortinas ocultaba algo más un pasado que lo obligó a ser tal como es ahora.
El tenía un leve problema de desequilibrio mental que lo hacía por voces en su cabeza que le decían que hacer.
Después de mucho tiempo el las ignoraba, el creía hacer lo correcto
pero a largo plazo el empeoraba la situación.
En esa noche sus amigos se enteraron de que ambos se querían así que los citaron en ese sitió diciendo que ellos también irían pero tras unos arbustos cercanos se escondieron sus amigos, Eduardo, Alan, y Sinai para poder oír lo que hablaban, después de un rato ninguno de los dos hablaba y se creó un silencio que incómodo a ambos.
-creo que ya deberíamos salir- dijo susurrando Eduardo
-si creo que sería lo más indicado- dijo Sinai un poco aterrada por su miedo a la oscuridad
-creo que esos dos ya no dan para más conversación- dijo Alan asomándose por encima de los arbustos
Alan salió gritándole a Manuel su amigo
-¡amigo! Ya los encontramos-
Manuel desconcertado pregunto
-¿porqué saliste de los arbustos y porqué tardaron tanto?-
-nos perdimos- dijo Eduardo
Manuel supo que mentían ya que su explicación no respondía la duda de que hacían tras los arbustos, y ellos habían ido muchas veces antes a ese lugar, la escusa de perderse parecía poco creíble y las voces de su cabeza sonaron tan fuerte, gritándole que ellos estaban tramando una traición.
Su mente se llenaba de odió pensando que tratarían de separarlo de separlos y alejarle de ella.
Entonces en su mente una voz inusual dijo algo qué nunca pensó antes en hacer...
