Primer día

23 2 1
                                    

27 de Agosto, todo listo para entrar a la escuela, había logrado por fin pasar a la universidad, muchos dicen que es la etapa de la rebeldía, otros dicen que es donde le dices adiós a la vida social porque hay muchas tareas, etc. Pero Melissa estaba muy emocionada por comenzar una nueva etapa en su vida, estaba sumamente ansiosa por aventarse en esa gran aventura.

Primer día de escuela: no conoce absolutamente a nadie, bueno, solo una ex compañera de la preparatoria, estaban en la misma carrera pero en grupos separados y desde ese primer día la desconoció por completo, que lástima, así que le queda hacer amigos; es algo de lo que nunca le ha costado trabajo, es muy sociable.

–Buenas tardes a todos, bienvenidos a la universidad, supongo que ya conocen la escuela, soy la Licenciada Daniela Trejo y les impartiré la materia de Historia contemporánea de las artes escénicas...–

La profesora Daniela era una persona chaparrita, media llenita de complexión, piel blanca, cabello corto, ojos grandes, directa al hablar tal como lo exige la materia.

Así fue como transcurrió ese día: presentación de maestros, algo que realmente es muy agobiante, y decir el por qué estás ahí dispuesto a lo que venga.

Estudiar artes escénicas no es nada fácil, todos dicen eso, que todo el tiempo dramatizas, que eres un perfecto chantajista, que no se gana bien y que no hay trabajo, bla, bla, bla, pero que más da, ella estaba ahí porque es su pasión, es lo que le gusta y quiere vivir de eso.

–Muy bien, pues comenzaremos con la presentación de cada uno de ustedes –Ahí estaba Melissa con la mirada perdida desde su lugar en la esquina del salón, hasta que de pronto...

– ¡Compañera! ¡Compañera! La de la esquina

– ¿Yo?

– ¡Sí! Eres la última. Bien, cuéntanos de ti

–Ammm, bueno, mi nombre es Melissa... Melissa Velázquez Alcázar, soy de San Javier y tengo 18 años. Estoy en esta carrera porque me gusta, me llama la atención y siento que es una muy buena manera de poder expresarme a través de todo mi cuerpo, no sólo con palabras –Enrojece y se sienta de inmediato al ver que su justificación no pudo ser peor ni más tonta y que además de eso no conoce a nadie.

Finaliza la clase, toma sus cosas muy deprisa y sin pensarlo dos veces sale corriendo del salón. Se siente desesperada, el primer día de universidad no era como se lo esperaba, todo mundo se observa, hablan, cuchichean, la empujan, gritan...

–¡Oye, espera!– Una joven de mediana estatura, cabello largo y lacio, de lentes y de complexión media corría tras ella. Melissa se detiene enseguida y espera a que la joven que es tan blanca como la nieve se aproxime a ella.

–Hola Melissa –un poco agitada logra decir

–Hola, ¿quién eres... te conozco?

–Voy en tu salón de clases

–¿En serio?

–Si, tranquila, apenas es el primer día, sé cómo te sientes, créeme que yo estoy igual que tú pero ya verás que nos acostumbraremos pronto... Me llamo Carolina Vargas y también soy de San Javier –enseguida ambas chicas estrechan sus manos, sin imaginar que se convertirían en las mejores amigas

–Mucho gusto Caro

–¿Qué harás después?

–Ammm supongo que iré a desayunar, de los nervios no logré que me entrara un bocado en la boca, así que ahora muero de hambre

–Muy bien, yo también muero de hambre, ¿te parece si vamos juntas?

–Vale, está bien –Dice entusiasmada Melissa

Por séptima vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora