CAPITULO II

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El 30 de octubre de 1406, se celebraría la fiesta de cumpleaños número 21 de leona, siendo también el baile de presentación ante el reino, como se sabía la princesa fue educada en casa por su madre y unos cuantos tutores de la familia real, por lo tanto ella no era conocida por el reino, dicha práctica era la tradición familiar, para mantener así a salvo a la descendiente o al descendiente a la corona.

El gran castillo fue adornado por cientos de velas, había rosas amarillas, las favoritas de leona, por doquier, había sido contratada para esa noche mucha servidumbre, ya que al gran evento del reino asistirían tanto como duques, duquesas y reyes importantes de otros lugares, así como también el pueblo en general había sido invitado ,Mientras que el castillo era adornado leona se preparaba ansiosa en su habitación, la cual con el tiempo había dejado esa tonalidad rosa por un blanco perla, la gran colcha de seda rosa, por una de color plata, así como también los miles de juguetes que ella poseía fueron reemplazados por libros, armarios incluso un gran espejo donde la princesa se observaba.

-Madre, tendré que conversar con cada uno de los duques y personas del reino? Es tan necesario?- pregunto - claro que lo es leona, todos por aquí deben conocerte recuerda que solo la servidumbre y los caballeros de tu padre te conocen, debo hacer publica tu existencia, además servirá para ver que príncipe se interesa en ti y te conquista - pronuncio burlona - Madre!! Ya te dije que no voy a coquetear además hablaba muy enserio sobre yo ir a buscarlo - respondió - Leona! No comiences con ese tema tengo 11 años tolerándolo, pero no más! Basta por favor, solo gastas tu saliva en ello - respondió enojada la reina - ve y ponte ese vestido que te compre y vale más que estés lista a tiempo, que lo menos que quiero es hacer esperar a los invitados - agrego cerrando la puerta de la habitación.

Unos minutos más tarde, la ama de llaves llamo a la puerta - Princesa dice su madre que baje, ya la van a presentar- En un momento bajo, gracias - saliendo inmediatamente de su habitación, dirigiéndose al gran salón principal, camina apresurada, observando con detalle la decoración y la gran multitud de personas que esperan ansiosas su bajada, junto a la multitud también nota una gran pila de regalos para ella. - Apresúrate hija ya será tu gran entrada - dice desesperada la reina - la gran orquesta del palacio inmediatamente comienza a tocar una canción tranquila, al ver posicionada en medio de los reyes a la princesa.

Al compás de la melodía leona y sus padres bajaron la gran escalera del salón, sonriéndole a la multitud que los observaba, la noche transcurrió con tranquilidad, como Elizabeth tenía planeado, los duques más importantes acompañados de sus esposas e hijos, conversaron con la princesa, por otro lado el rey conversaba con el público más pequeño, sobre sus grandes aventuras y batallas.

Para la cena se preparó un gran banquete de 3 tiempos, para comenzar una sopa de espárragos con un poco de pan de ajo, el plato fuerte, un gran filete con ensalada y chicharos, de postre un gran pedazo de pastel de fresa, el banquete como era de esperarse solamente fue para los invitados más importantes, que discutían sobre la jerarquía, algunos coqueteaba con alguna otra duquesa o marquesa, pero todo transcurrió con calma, hasta el momento en que el rey hizo sonar su copa.

- Atención damas y caballeros, quiero decirle unas palabras a mi hija- menciono orgulloso - Hoy es un día muy especial pues mi hija cumple 21, una edad donde comenzara hacer su vida, tomara decisiones importante, e inclusive encontrara el amor, pase lo que pase leona, tu siempre serás mi pequeña princesita - pronuncio casi llorando - Salud!!

- Salud!! - contestaron al unísono

- Gracias a todos por venir, fue una velada excelente y disculpen pero me retirare, me siento agotada - agrego leona, al tiempo que se ponía de pie para abandonar el comedor.

A la mañana siguiente, leona despertó en la gran cama de seda de su habitación con mucha determinación y decisión, sabía que era el gran día para poner su plan en marcha, inclusive antes de salir de su habitación justo después de vestirse preparo su maleta, mejor dicho, sus maletas para así dirigirse a la sala de juntas de su padre, para la buena suerte de la princesa los reyes estaba ahí.

-Madre! Padre!, me voy, hoy comienzo mi viaje en busca de mi príncipe -solto sin mas.

- Pero que mosca te pico, leona?! - dijo su madre, mientras el rey solo observaba sorprendido

- Lo que escuchaste madre, me voy hoy comienzo el viaje que tanto soñé!- dijo.

-Henry! Dile algo, dame la razón- ordeno mirando al rey- dile que esta loca, que no puede salir, no puede arriesgar su vida por un sueño tonto- termino

-lo siento cariño! Nuestra hija cumplió su mayoría de edad, la amo demasiado, es verdad pero, si ella quiere cumplir su sueño no puedo detenerla- respondió el rey a su esposa - Pero eso sí, no puedo dejar que mi pequeña niña valla sola - agrego firme.

- QUE!!- gritaron juntas leona y su madre, leona con más asombro que enojo a diferencia de su madre.

-Que se han puesto de acuerdo ella y tú?, no saben lo que dicen ninguno de los dos! - grito furiosa

-Cariño tranquila, déjala que viva su vida, ya regresara - continuo con lo dicho - El hijo de uno de mis mejores jinetes, está libre, él te acompañara, es un muchacho muy valiente por lo que se, es perfecto para acompañarte - dicho eso leona salió con tal emoción a su habitación, aunque un poco curiosa por saber quién era dicho caballero.

De inmediato llamo a uno de los sirvientes para que le ayudara a bajar sus maletas y llevarlas al carruaje real. Una tras otra las maletas fueron acomodadas en el, mientras a lo lejos los reyes observaban.

-Gracias de verdad padre!- expreso con emoción - Prometo volver cuando encuentre a dicho príncipe azul, sabes que los amo, discúlpame con mi madre - agrego con tristeza

- Ya pasara leona, cuando regreses ella estará feliz, anda que te están esperando, Te amo pequeña - finalizo asi el rey, dándole un gran abrazo a su hija.

Con paso apresurado leona llego al carruaje, en el que emprendería su gran viaje.

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