Más que amigas

Me gustan los días lluviosos

Narra Emma

-¡Me queda poco para poder llegar hasta su base y poder destruirla! Se escuchan las gotas de lluvia impactar en mi ventana. -¡Mierda! ¡No recogí la ropa!
-***: hola? Hay alguien? Pueden abrirme porfavor? Está lloviendo fuerte.
- Espera... alguien llama a mi puerta? Quién será? Voy!
Al abrir la puerta Emma cayó hacia atrás, y la persona que llamaba a su puerta cayó sobre ella.
-ouch! ¿Estás bien? Al mirar a la persona, vi que era una chica, ella estaba muy mojada y herida, estaba encima mía y la abracé. -¡¿Hola, está bien?!
-***: ayuda... La miré a los ojos y los tenía vidriosos, apesar de mi poca fuerza la logré levantar y llevarla hasta el sofá para dejarla tumbada ahí.
- Oye, te tengo que curar esas heridas, necesito que pongas de tu parte. Comenzé a curarle las heridas mientras ella se quejaba del dolor. -Bueno, esto ya está... oye... tu ropa está mojada...
-***: ah, ¡sí! Espera, que me la quito. Me giré para no incomodarla mientras se quitaba la ropa, luego alargué el brazo para que me pasara su ropa mojada.
- Ven, te voy a prestar una camisa grande que tengo. Le pasé una toalla para que se secara mientras que iba a buscar la camisa.
-***: tu casa es muy acogedora. Noté que al volver con la camisa ella me miraba sonriendo, le pasé la camisa y ella se la puso.
- Ya es de noche, deberías de quedarte a dormir, mañana veremos si al amanecer ha parado de llover.
-***: está bien. La llevé hasta mi habitación, en la cual había una cama, mi cama, en la cual una desconocida dormiría por una noche.
- Dormirás aquí, yo dormiré en el sofá. Noté que me cogía de la muñeca derecha, me giré para verla.
-***: Me llamo Laura. Me miró sonriendo, y yo le devolví la sonrisa.
-Que descanses bien Laura. Me fui al sofá, y allí me quedé dormida.

Espero que os esté gustando, próximamente veremos lo que ocurre al despertarse la nueva invitada de Emma.