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—Eres una obsesiva —le regañó Hoseok antes de rodar sus ojos,— no es por desilusionarte o hacerte sentir mal pero ambos sabemos que Jimin nunca volteara a verte y repito, mí intensión no es hacerte sentir mal.

La rubia hizo mojitos en sus labios antes de abrazar fuertemente su almohada, aunque tratase de olvidar al pelirosa esa era una tarea realmente difícil y en eso nadie debía contradecirla ¿quién podría olvidar a Jimin? no existe ni existiría persona que consiguiera aquello.

—No pierdo las esperanzas —susurró llevando su vista hacía su colorida pared la cual estaba repleta de fotos de Jimin.

No era tan obsesiva ¿o sí?

—Suponiendo que así sería, tendrías en contra a Yoongi y él no es un mal rival y más cuando se trata de Jimin.

—Si sigues mencionándome a esa banana teñida te cortaré el cabello —amenazó con las tijeras en manos.

Hoseok le saco la lengua antes de observar a otro lado y colocar sus dedos en su mentón sonriendo de oreja a oreja.

—Su omma es muy bonita —y siseó con las mejillas rojas.

—Es hombre.

El chico se cruzó de brazos enojado ante la actitud de todo el mundo cuando hablaba sobre la belleza que poseía Jin, era una lástima que estuviese con el moreno.

—Lo sé —soltó un pesado suspiro, no esperaba la oportunidad de poder ver otra vez al rubio y poner de excusa que Jungkook le había contagiado los piojos con la intención de que este lo tocase.

—Me voy retirando, mañana le daré tú mensaje de amor a Jimin.

—¿Qué?

Sus ojos parecieron salirse de su lugar ya que está estaba estática en su lugar sin respirar siquiera.

—¿T-tú le has contado de nuestras charlas?

—Nel, si lo hago probablemente Yoongi te asesine y aunque me caigas mal no quiero que lo haga —musitó antes de retirarse de la habitación de la rubia.

🐕🐖🐩

Tae se lo pensó dos veces, su intención no era lastimar a su pequeño hermano ni mucho menos hacerle llorar pero lo que había hecho era digno de un castigo, su omma gritaba cuando Namjoon se lo hacía y según sus amigos aquello sería una gran manera de castigar a la ratita y enseñarle a ser un niño bueno.

Se deshizo de su cinturón, tragó saliva y se preparó para lo que seguía.

Primer golpe en el trasero y el pequeño Kookie estaba hecho un mar de lágrimas mientras chupaba su dedo pulgar llamando a su omma quien hasta ahora no había ido en su rescate.

Tae dió otro golpe más y cuando vio el rojizo de sus cachetes se dio cuenta de que la mano se le había ido, se lanzó a la pequeña cama de su hermano y lo abrazó con fuerza antes de tapar su boca

Pero ya era demasiado tarde, Jin había entrado a la habitación seguido de Namjoon ambos con el alma en la mano suponiendo que ambos estaban siendo asesinados.

—¿Qué te sucede, conejito? —Jin se acercó a ambos chicos tomando en brazos a Jungkook quien volvió a soltar en llanto en su pecho, Namjoon se acercó a ambos y se puso de cuclillas hasta estar a la altura de ambos.

—T-tae —hizo una pausa debido al hipo y observó a su hermano quién comenzaba a tener los ojos cristalizados,— me asusto con un cuento.

Sonríe, Park ; JiminWhere stories live. Discover now