Pink Polaroid.

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De improvisto un pequeño animal con pelaje blanco cruzó la puerta de la habitación en donde Nam se encontraba plácidamente dormido (y un poco incomodo) en una posición un tanto extraña ante los ojos de la persona que se encontraba frente a él, quien sujetaba al cachorro con ambas manos -el cual había brincado anteriormente a él-, una polaroid rosa colgando de su cuello y unas endemoniadas ganas de reír, aunque mágicamente se contuvo de hacer su conocido ruido de esponja limpiando un vidrio.

Nada más gracioso que ver a alguien durmiendo con la boca ligeramente abierta y unos ruidos muy graciosos saliendo por sus fosas nasales. "Que mejor situación para tomar una foto" la idea cruzó por la cabeza del portador de la cámara y, bajando al cachorro al suelo, tomó el artefacto para seguido fotografiar al chico que emanaba ronquidos.
Y todo hubiese salido bien si la bola de pelos, o más conocido como Moonie  no hubiera comenzado a ladrar en dirección de NamJoon, haciendo que un aturdido y somnoliento rubio se despertará y viera a Jin frente a él con su mano izquierda tratando de ganar la batalla contra el bullicio que amenazaba con salir de entre sus labios; y en su mano derecha un papel que pudo descubrir que era una foto instantánea gracias a la cámara que colgaba de su cuello.

Jin, no me digas que... – antes de terminar, el nombrado sabía que era lo siguiente y decidió poner en marcha sus piernas, peor no contaba con que tropezaría por esquivar al pequeño animal– Ten más cuidado, Ángel... –al parecer el enojo por haber sido despertado de su plácida siesta y fotografiado al mismo tiempo se había esfumado.
Sostenía a Jin de la cintura, sus rostros muy cerca y el silencio reinando el lugar. Los segundos parecían alargarse y las miradas decían más de lo que las palabras podrían pronunciar. Incluido los ladridos del pequeño animal eran a callados por la burbuja que los rodeaba a ambos, encerrándolos a ambos en su propio mundo y olvidándose de su alrededor. 

Nam... –Murmuró despacio y con voz suave el de mechones castaños, dejándose llevar por el momento, el lugar y la situación en la que estaban. A escasos centímetros de que sus labios se tocarán...
Eres tan travieso, ángel– En el momento en el que esas palabras llegaron a los oídos del mayor, ya era demasiado tarde.
La escena resulto con un Jin molesto en el suelo gritando mil y un maldiciones al aire con dirección a NamJoon, el cual corría por los pasillos de las instalaciones junto a un perro detrás de él, una polaroid rosa en su mano izquierda, un par de fotografías en la derecha y una sonrisa que guardaban los sentimientos que sólo el chico de labios carnosos y sonrisa angelical le hacia sentir.

Pink Polaroid. ⇨One-Shot⇦ ;;k.n.j & k.s.j;;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora