Prólogo

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P.V. Guillermo


Estoy tan feliz, jamás había estado más enamorado como me encuentro ahora y eso hace que mi alma se llene de dicha.

Me resulta increíble la rapidez con la que pasa el tiempo y es que aun recuerdo como si fuera ayer el día en el que conocí al que ahora perfectamente podría nombrar como el amor de mi vida. 


♡♡

Me hallaba en mi primer día de universidad y me dirigía a la cafetería para tomar un desayuno antes de mi primera clase, recuerdo haber comprado un simple vaso de café y un baguette para después irme a sentar a la primer mesa que se cruzó por mi camino, al pasar unos minutos en los cuales me dedicaba a leer mi horario y disfrutar de mi improvisado desayuno comencé a sentir una mirada que se podría decir, casi sentía que atravesaba mi alma. De un momento a otro levante levemente la mirada para toparme con los enormes ojos cafés de un chico clavados en mí. En ese instante lo único que hice fue bajar la mirada nervioso mientras él, muy divertido mostraba una amplia sonrisa y emitía una pequeña risa, a los instantes sentí como una presencia de apoco se acercaba hasta mí y de la nada escuche un "Hola", lentamente me limité a subir la mirada para toparme de nuevo con esos mismos ojos pero ahora un poco, o en realidad mucho más cerca para después solo quedarme en silencio pues en realidad no tenía ni idea de que decir y aunque cualquiera podría decir que regresarle un hola hubiera sido lo más coherente la verdad fue que en ese momento mi mente estaba en blanco. Él, al notar mi repentino nerviosismo y mi falta de habla, intentó ser un poco gracioso y me dijo que no mordía y que no me asustara de hablar con él, para después tenderme su mano y decirme "Mucho gusto, mi nombre es Samuel de Luque y estoy estudiando medicina, es mi tercer año aquí, y tú, ¿Qué estudias? Eres nuevo aquí ¿No?", al principio sólo me limitaba a asentir mientras meditaba todo. Vaya así que Samuel de Luque, que sofisticado sonaba eso, medicina, eso quiere decir que estoy frente a un futuro doctor, que interesante, y ahora sólo me quedaba responder sus dos preguntas anteriores y claro, presentarme como se debe, pero no quería hacerlo, digamos que simplemente no estaba de humor para hacerlo, los primeros días de clase nunca me habían gustado demasiado y este chico por alguna extraña razón no me terminaba de agradar del todo, y el simple hecho de que haya venido hasta aquí tan lleno de confianza y seguridad me dan ganas de no querer hablar más con él, así que como buena persona borde que soy, dejándolo con la mano tendida, sólo le conteste "Me llamo Guillermo, y si me disculpas, mi primer clase comienza en 5 minutos, adiós", para después recoger mis cosas rápidamente y marcharme de ahí mientras a mis espaldas sólo escuchaba un "Pues al parecer andamos un poco de mal humor hoy ¿No? ¿O me lo parece a mí?" acompañado de una sonora risa, vaya que este tal Samuel ya se había reído de mí dos veces en una sola mañana y eso me ponía furioso, por suerte ese día no me lo volví a topar más, puesto que yo estudiaba fotografía y por ende nuestras clases eran en diferentes edificios.


Recuerdo que el día siguiente llego y con el un yo, un tanto más alegre y animado, me había olvidado por completo de aquel chico llamado Samuel que en mi primer día no había hecho más que solamente hartarme la vida, y justo como el día anterior me dirigía de nuevo hacía la cafetería en busca de algo para desayunar, con una de mis mejores sonrisas, cuando justo al pasar por la entrada me topé con él. Él, al verme sonrió y me dijo "Vaya, que hoy sí amanecimos de buen humor, que bien chaval, por cierto que hermosa sonrisa", cabe decir que mi sonrisa se borró al instante y que el sonrojo de mejillas que ese último comentario me causó fue inmenso, ¿Que rayos se creía este al decirme tal cosa?, mi enojo fue en demasía, así que con una mala cara sólo conteste, "Que pesado", para después marcharme de ahí.

"Twisted"- Wigetta / EspañolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora