Hablar antes de actuar

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Exactamente había pasado una semana de aquel suceso donde sus cuerpos empapados y desnudos buscaron como animales en celos saciar una de las necesidades más primarias de su ser; debajo la lluvia de la tibia agua y las paredes de azulejos como únicos testigos.

Ante la cantidad de eventos que tuvieron que concurrir dentro de esos sietes días se pensaría que la tensión sexual acabaría quedando en un segundo plano, pero no podían ser más ingenuos de sus propias necesidades carnales.

Se deseaban; a cada momento, ante cada sonrisa y jugarreta amistosa entre una sesión de fotos y otra. Se deseaban a fuego.
Habían estado tan cerca de llevar a cabo sus anhelos, sus deseos más impuros y habían terminado siendo vilmente interrumpidos por un autoritario líder que no podían mandar al diablo con facilidad.
Cuanto hubiese deseado echarlo a gritos aquel día...

JinHwan en parte temía que el pelinegro decidiera desahogar sus apetitos sexuales con otra persona al finalizar la semana. Un nuevo fin de semana se asomaba por el horizonte y cada hora que pasaban sin llegar a concretar algún encuentro íntimo se hacía más evidente que como amante no tenían ningún futuro.

Maldita sea mi suerte.. —

Acabó emitiendo en la soledad que le albergaba la habitación del living en aquel momento, no sabía cuánto tiempo había pasado recostado sobre aquel sofá pero, sospechaba que si no cambiaba pronto de posición la sangre no le terminaría por llegar a la cabeza y las piernas que yacían descansando un buen tiempo sobre el respaldo acabarían entumecidas. Bufó, no iba a mover ni un dedo aún.

¿Como había terminado en semejante encrucijada? ¿Deseando lo prohibido, lo inmoral e incorrecto de tal manera? JunHoe...
Y allí estaba de nuevo su condenada cabeza recapitulando cada momento erótico que habían compartido hasta la fecha; torturandole como una reverenda hija de...

Hyung? —

E- eh? —

Y entonces al levantar un poco la mirada se encontró con un entrecejo ligeramente arrugado visto a la inversa desde su ángulo, después de todo su cabeza estaba colgando del borde del sofá como un niño chiquito.
Aquel inconfundible y desordenada cabellera le hizo acelerar el pulso a gran escala como si le inyectarán adrenalina con tan sólo tenerle cerca. Era una locura.

Te ves bien desde ese ángulo. —

Sólo estoy de flojo, ¿que dices? —

Cállate, estoy intentando ligarte. —

Una tenue risa, un tanto nerviosa, broto de sus labios ¿A que había ido eso? ¿Y por qué le gustaba ese desconocido ambiente de coqueteo entre los dos?

¿A mí? —

Te escuchas demasiado sorprendido, ¿por qué no? —

No lo sé... ¿por qué ahora? —

El silencio había reinado la habitación unos segundos que simplemente habían parecido eternos, JunHoe parecía reparar en su respuesta. No, se equivocaba. Con la mirada el pelinegro estaba asegurándose que nadie estuviera por los alrededores escuchando sus respuestas o quizás las siguientes respuestas.

Digamos que estuve analizando la situación... Y a mi parecer no habrá manera de llevar a cabo esto, si lo dejamos a la suerte. Nunca hemos hablado al respecto pero creo que sabes que te deseo aún ¿verdad? —

S-si...—

Estaba seguro que estúpidamente había mantenido la mandíbula ligeramente desencajada por la misma sorpresa. Incluso sentía la boca seca y no podía dejar de tragar saliva que era inexistente en su boca.

Y... ¿quieres llegar más lejos? —

La respiración la sentía entrecortada cuando de un momento a otro el pelinegro se había inclinado demasiado cerca de su rostro, podía sentir la calidez de su aliento mezclada con la frescura a menta tan característica del dentífrico que utilizaban.
Era cierto, aparentemente todos estaban durmiendo pero claramente, ellos dos no.
Podía resultar estúpido considerando hasta que punto habían llegado pero, hablarlo cara a cara era totalmente distinto, le cohibia la situación y, es que a dejar que las acciones le guiará en un acuerdo que no incluía palabras más allá de miradas que hablaban por ellos a esto; a la confrontación, al diálogo, a poner todo sobre la mesa era un salto tremendamente abrupto.
Diablos, era su menor después de todo y estaban dialogando de follar juntos.

Y-yo... June, nosotros... somos compañeros.—

¡Oh, no me vengas con cobardías!
¿Si ambos lo deseamos que tiene de malo? ¿Para que analizarlo tanto? —

Shh...—

Entonces responde. —

Rayos, June. Q-quiero...—

"...llegar más lejos contigo" pero no se había animado a decir semejante frase a su dongsaeng ya bastante vergonzoso era admitirlo en voz alta.

Hagámoslo. Dejémonos llevar por esto...—

La sonrisa que JunHoe le había dedicado a escasos centímetros de sus labios no lo había dejado dormir con la temperatura normal de su cuerpo el resto de aquella noche.

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La siguiente actualización será el último capítulooooo y será bien extenso el asunto😏 (?)

* Perdón, por las faltas de ortografía<\3

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