Era un juego de miradas,
pero ninguna decía nada...
El sol alumbraba su cara,
nadie se lo imaginaba.
Pronto acabó,
y por el momento...asustó.
Quién pudo pensar que
esto se repitió...
Todos reían, con armonía
Pero fue ahí en que volvió a pasar.
Nos volvimos a mirar,
no pude esperar...
El aire corría por la ventana,
se veía en él todo lo que escuchaba.
No podía oírlo...ni
tampoco sentirlo.
Nuestro amor ya no era fuerte,
debíamos volver a construirlo...
Todo estaba en nuestras mentes,
mi mirada estaba inconciente...
Se ahogaba en la suya,
al igual que todo acababa.