Siempre me ha sido de un gran interés la manera en la que la mente humana trabaja en la profunda y gran oscuridad. La extraña forma en la que juega a placer con nuestros pensamientos y sentidos, y nos hace ver, o eso es lo que creemos, cosas extrañas, horrorosas, inexplicables, fantasmales, produciéndonos un insomnio infernal.
Esto me pasó a mí, en carne propia, en una oscura y fría noche del mes de Junio. La casa estaba completamente sola, una casa grande, con paredes pintadas de un rojo carmesi, el cual se veia hermoso con la luz de la luna entrando por las ventanas cuyas cortinas estuviesen abiertas.
Yo, como era de costumbre, baje por la escalera a preparar una caliente taza de té de manzanilla, un té que, a mi parecer, es muy reconfortante y me ayuda a conciliar el sueño, ya que, en noches pasadas, no había podido dormir de una manera agradable, por maullidos de gatos a las afueras de mi habitación, cortas pero fuertes pesadillas, y, un sentimiento muy extraño y perturbador, como si una persona o ente desconocido, me estuviese observando, sin mi consentimiento, desde las afueras de mi habitación.Espere unos momentos a que el agua se calentara lo suficiente para poder tomar mi taza de té, agregue 4 pequeños cubos de azúcar, añadí el sobre de té y camine hacia mi habitación. Pasé, obligatoriamente, por la sala, la cual da paso a las grandes y oscuras escaleras color carmesí, las cuales, después de 15 escalones, muy cortos para mi gusto, dan pie instantáneamente a mi habitación.
Pasé por mí ya conocido camino, apague la luz de la cocina, vi el oscuro y largo pasillo, el cual debía de cruzar para subir las escaleras, sentí un escalofrió recorrer mi delgado y frágil cuerpo, no le di mucha importancia y trate de caminar lo más rápido posible, con bastante cuidado, me gustaría agregar, ya que, no me hubiese gustado derramar mi té, por el simple hecho de que hubiese sido un gran desperdicio de tiempo y hubiese detestado permanecer un momento más en ese horrible y oscuro pasillo, el cual se me hizo eterno. Llegue al inicio de las escaleras, suspire y reí, si reí, por el miedo que me había invadido hace unos momentos, era ridículo que yo, un joven de ya una buena edad, hubiese sentido temor de un simple y ordinario pasillo oscuro.
Subí las escaleras riendo entre dientes, abrí la gran y negra puerta de mi habitación, entre y con mucha delicadeza deje mi taza de té en un pequeño mueble que tengo para guardar mis libros, cuadernos, notas y viejas cartas.
Cerré la puerta y mis oídos se llenaron de un horrendo e insoportable sonido, causado por la oscura y vieja puerta, bufe sin importancia y tomando mi taza de té, me senté en mi cama, una cama individual, un poco pequeña, pero para mí leve estatura de 1.64 m, quedaba perfecta.
Termine él té de mi taza, dejando la blanca taza encima del pequeño y café mueble de madera. Me recosté tapándome con una cobija y apague la luz de mi cuarto. Podía ver la blanca y brillante luz de la luna entrar levemente por la ventana circular que estaba en mi cuarto, sonreí alegre y me recosté tranquilo, ya que, sin luz, no es fácil para mí poder conciliar un buen sueño.
No paso mucho desde que los blancos parpados de mis ojos se juntaron, cuando entre tanta calma y silencio, se escuchó como, de una manera fuerte y horrible, el sonido de un feroz y potente trueno, retumbara por toda mi casa y me hiciera levantarme de un salto en mi cama, con el ritmo cardiaco más rápido de lo que jamás en mi vida lo había sentido.
Ya, reincorporado en mi cama y más tranquilo, analice la situación, me asome por mi circular ventana y note que estaba lloviendo con gran fuerza sobre toda la gran y oscura ciudad. Alcanzaba a notar las luces de las casas a lo lejos, lo cual, me hizo estar un poco más tranquilo, ya que, no era la única persona a la cual el trueno la había tomado por sorpresa.
Reí de nuevo, por mis reacciones, que bien, usted querido lector, pudiese decir, miedosas o inseguras.
Pero mi risa no tuvo una larga duración, al escuchar, como en la sala de hogar, algo empezaba a tocar un cristal de manera muy extraña y peculiar.
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El Cuadro
HorrorFue una larga y espantosa la noche la que os relatare. Y apuesto a que los sentimientos que usted leerá en ella, no solo han estado dentro de mi. Ya que, la mente de las personas suele jugar en plena oscuridad, haciendo que imaginemos las cosas mas...