Capítulo 2

1.4K 202 95
                                    

Lo siento! Pasaron unas cuantas cosas que me impidieron actualizar cuando quería!!

-0-

-0-

-0-

Era sábado en la mañana y la costumbre le había hecho levantarse temprano, pero sólo para dar vueltas en la cama sin poder relajarse. Su mente estaba demasiado inquieta como para volver a dormir.

Alcanzó el teléfono que permanecía en la mesita de noche y vio la hora, 10:54 am. Debieron haber pasado un par de horas en las que no hacía nada más que pensar en su mejor amigo.

Yamaguchi en esos momentos debía estar de compras con ese trio. Le dolió el estómago al pensar en el pecoso junto a la rubia, ya que seguramente Kageyama y Hinata se habrían ido a correr por ahí.

Pero no tenía caso pensar en ello. Yamaguchi había dicho que no se le confesaría  la chica, aunque aquello no le hacía sentir seguro sobre si tenía sentimientos por ella o no… Y además estaba el hecho de que ayer le había besado en la mejilla, aquello definitivamente debía significar algo ¿o era sólo su imaginación?

Cubrió su cara con una almohada, la noche anterior tampoco había podido dejar de pensar en ello y su cabeza le dolía.

Estaba a nada de rendirse e ir a tomar un baño de agua fría cuando sintió su celular vibrar a su lado con una llamada entrante. Era Yachi.

-¿Hola?-Era bastante inusual que la rubia le llamara. Su piel se erizó al pensar en que algo malo pudiera haberle pasado a Yamaguchi.

-Ah, hola Tsukishima.- Saludó nerviosa la chica.

-¿Está todo bien? ¿Yamaguchi…? -Quiso preguntar la razón por la que la llamada la hacía ella y no su amigo, si es que estaban juntos.

-Es eso lo que quería preguntarte, él no ha llegado y no contesta los mensajes ni llamadas… por eso quería saber si tu sabías algo…

-No sé nada…

-Oh… Es que es tan raro en él… Bueno, si sabes algo avísame por favor.

-Claro.

En cuanto colgó marcó al teléfono de su amigo, justo como la chica había dicho, ni siquiera entró la llamada.

Se levantó de la cama y con rapidez se alistó. Tomó las llaves de la mesita y salió de casa.

-Demonios.- Murmuraba mientras corría en dirección a casa de su amigo.

Ahora que lo pensaba, ayer no le había enviado mensaje de que había llegado a casa y él estaba tan perdido en sus pensamientos y teorías que ni siquiera pensó en preguntarle nada.

Llegó a la entrada y tocó la puerta intentando no sonar tan agresivo. No hubo respuesta así que volvió a tocar con más fuerza.  Nada aún.

-Demonios.- Repitió aún más frustrado dando un golpe.

Miró alrededor buscando algo que le diera una señal de alguna actividad inusual.

-¡Ya voy! -Escuchó desde el interior.

-¿Yamaguchi?- Gritó contra la puerta justo al momento que esta se abría.

-¿T-Tsukki?-Era el mismo pecoso que le había hecho preocupar.-¿Pasó algo?

Ambos se miraron con sorpresa y preocupación.

-Eso mismo quiero preguntar yo.

-¿P-Por qué lo dices?

La persona que te gusta...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora