El cielo está en nuestra contra y sé que esto no dudara para siempre, uno de nosotros va a terminar cayendo y arrastrara al otro hasta su muerte
-¿Están aquí?- pregunto con miedo
-Nina, recuerdas lo que te prometí hace mucho- toma mi rostro y hace que lo mire a los ojos, esos ojos que me cautivaron desde el primer momento que nos vimos, le digo que si con la cabeza – nunca dejare que alguien te dañe, jamás,- besa mis labios con tanta ternura y escucho como mi corazón se parte en dos
-Creo que hubiera sido mejor atropellarme aquel día – digo soltando un intento de risa en el peor momento de mi vida -
-No te quiero de valiente hoy, entiendes, si se sale de control esto sales corriendo, las llaves del carro están aquí- me palmea la bolsa del pantalón- manejas hacia la ciudad y no te detengas yo después te encontrare
-No voy a dejarte- me corta con su mirada glacial
-Si esto se sale de control no podre pelear y cuidarte - me mira directo a lo ojos- quiero que lo entiendas, me vas a estorbar si decides quedarte
-Lamento no ser ella – el odio sale tan natural de mi boca
-No es el momento Nina- me suelta mientras se dirige hacia la ventana
-¿Tuviste algo que ver con ella cuando estabas conmigo? – digo acercándome hacia el – ¡TE ACOSTASTE CON ESA ASECESINA! – lo empujo desde la parte de su espalda - ¡DIMELO!
-Recuerda que soy igual que ella- dice con una voz tan calmada que me da miedo de levantar la mirada y ver que he dicho una estupidez – me alegra que por fin te des cuenta de lo que soy.
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Mortal
RomanceSupe que esto pasaría cuando mis ojos se posaron en él, que mi mundo se quemaría. Que él me destruiría El que me observara como si fuera su presa, no me incomodaba, pero mi falta de incomodidad era la que me asustaba.