¡TE SIGO AMANDO UCHIHA ITACHI! (ONE-SHOT)

TE AMO... UCHIHA ITACHI (ONE-SHOT)

¿Por qué?

¿Por qué moriste a manos de Sasuke?

No te lo merecías.

Cuando comentaron que habías muerto por él, quedé desbastado.

Justo con ese bastardo.

Prometo matarlo con mis propias manos.

Por insistencia mía, te enterraron fuera de la guarida.

Ahora mismo es mi primera ves que voy a visitarte.

¿Por qué?

Porque soy un cobarde.

Sí, eso es lo que soy.

Me encontraba arrodillado frente a tu tumba mientras dejaba un ramo de flores en ella.

Poco a poco el cielo iba oscureciéndose por las nubes.

Luego de escucharse un trueno, una fuerte ráfaga de viento comenzó.

A los pocos minutos, comenzaron a caer gotas.

Era de noche.

Los relámpagos eran mi única iluminación.

La lluvia iba haciéndose cada ves más fuerte.

Y agradezco eso.

Ya que se confunden con las lágrimas que bajan de mis ojos en este momento.

-Itachi... perdón por no haberte visitado antes. Es solo que... tenía miedo. Sí, miedo. Se que estás muerto pero... no quería asimilar lo que siento por ti. Sí, me eh enamorado de ti. Quería negarlo, pero a causa de ello, no me dio el tiempo para declararme. Mírame, le estoy hablando a una tumba. Además eh estado ocupado con varias misiones. Adivina que, Akatsuki ahora ayudamos a las personas. Ya no extraemos a los Jinchurikis. Pronto podré vengarme de Konoha. Algo que me emociona mucho. Estoy tan frustrado. Sí hubiera llegado antes y evitar su pelea, nada de esto hubiera pasado. Además, era injusto. Tu ya estabas enfermo. Sí, sabía de tu enfermedad. Pero decidí no decir nada. Desde que lo había descubierto, comencé a buscar una cura. Y cuando logré conseguirla, había sido demasiado tarde. Ya habías muerto. Y... ¿te cuento algo? Todo Akatsuki derramó unas cuantas lágrimas. Lo se, irónico.

Intenté seguir hablando, pero seguía con el nudo en mi garganta.

Estaba aguantando no derrumbarme.

Con fuerza, logré seguir hablando.

-Creo que... es hora de que me vaya yendo. Pronto tendremos que ir a cenar. Simplemente quiero que sepas.. aunque estés muerto, yo... ¡Te sigo amando Uchiha Itachi!

Dicho eso, me derrumbé.

Gritos de dolor salían de mi garganta mientras las lágrimas no dejaban de salir.

Comencé a hiperventilar.

Intenté calmarme, pero era inútil.

Me sobresalté al sentir una mano en mi hombro.

Al darme vuelta, casi me desmayo.

-¿Cómo?-Susurré.

-Esta es mi oportunidad de despedirme correctamente de ti, Naruto-Kun.

-Itachi...

-Sí, estoy muerto.-Luego, me encontraba en sus brazos-Escuché todo lo que me dijiste. ¿Y sabes algo? Siento lo mismo que tu.

Al escuchar eso, seguí llorando.

Ya no me importaba verme débil frente a él.

Yo seguía llorando.

Estaba mudo.

No sabía que decir.

-Me alegro saber que encontraste una cura. Pero lamento no probarla. Me alegro saber que ya no extraen a los JInchurikis. Pero lamento no poder ser partícipe de ello. Me alegro que me ames como yo lo hago. Pero lamento no poder compartir este sentimiento contigo. A lo que quiero llegar es.. que yo también te amo, Uzumaki Namikase Naruto. No llores. No me gusta verte así. Tu debes de ser feliz. Si lo eres, yo también lo soy. Así que ya no llores por mí. Siempre te estaré viendo. No dudes de ello.

Luego de decir aquello, apresó sus labios contra los míos.

Que suaves...

Me dejé llevar.

Al separarnos, me limpiaste las lágrimas.

De repente, comenzaste a brillar.

Para luego... desvanecerte.

Yo seguía ahí.

Sin hacer movimiento alguno.

Luego, un rayo proveniente de la luna apuntó a tu tumba.

Miré hacia allí y sonreí.

Luego, dirigí mi mirada hacia el cielo.

-Arigato...  Uchiha Itachi.