39 Días『✦』Kookmin.

「10」

– Realmente no sabía que Jimin se había quedado a dormir la otra vez en tu casa, si me aviso pero no imagine que fueras tu.– Comentaba la señora Park.– Ahora que te conozco, puedo asegurar que mi hijo estuvo bien contigo.

– Si, sé cuidar de este niño.– Sobo el cabello de Jimin.

– Soy mayor que tú, por si no lo recuerdas.– Dijo cruzándose de brazos.

– Tú altura no dice lo mismo.– Comenzaron a reír, todos menos Jimin. Quien se mantenía de brazos cruzados y ceño fruncido, eso a Jungkook le pareció lo más tierno del mundo.

– Esperen, creo que las galletas están listas.– Dijo la madre de Jimin y Jungkook solo asintió, mientras el peli rosa se mantenía aún con brazos cruzados.

– Solo era una broma, mochi.– Sonrió levemente.

Sin embargo Jimin no se inmutó, permaneció quieto sin decir nada, sin dirigirle ni siquiera una mínima mirada al castaño.

– Afs, perdoname~. – Hizo un puchero y abrazo a Jimin moviéndolo de un lado a otro y repartiendo besos en la cara de este.

La señora Park salió de la cocina y al ver escena tan cursi sonrió.– Ustedes son muy tiernos. Es complicado lograr que Jimin deje de estar enojado, pero tú lo logras tan fácilmente.– Dijo.

Ambos chicos solo sonrieron.

El resto de la cena fue así, hablaron de la primera cosa que se les venía a la mente, reían y demás de cosas, todo estuvo muy bien. Fue tanta la distracción que ya se habían hecho las 11:30pm y Jungkook debía volver a su hogar.

– No creo que sea una buena idea que salgas a esta hora.– Decía la señora Park.

– Estaré bien.– Mostró una sonrisa.

– No, no lo estarás.– Regaño la mujer.– Mejor quédate a dormir.

– No quiero molestar.– Rasco su nuca.

Realmente era así, no quería molestar, pero mentiría si dijera que no quería dormir con Jimin, aparte necesitaba hablar sobre el traje del peli rosa.

– Tú dejaste que Jimin se quedará durmiendo el otro día en tu casa, así que, por favor..– Dijo.

– Está bien..– Aceptó sin más. La mujer mostró una sonrisa.

– Yo tengo que ir a trabajar mañana.– Comenzó la mamá de Jimin.– Así que, organícense en el cuarto de Jimin.– Miro a ambos.– Buenas noches, descansen.

– Buenas noches.– Dijeron los dos chicos al unísono.

Los chicos subieron las escaleras y volvieron a la habitación de Jimin, apenas se cerró la puerta de esta, Jungkook empezó su interrogatorio.– Por si no recuerdas, me debes una explicación.

– L-lo se.– Asintió.

– Comienza.. ¿Porque tienes eso?– Pregunto.

– Porque es lindo..– Jimin estaba respondiendo lo primero que se le ocurría.

– ¿Y con quien planeabas estrenarlo?– Mostró una sonrisa perversa.

Muchas ideas pervertidas pasaban por la mente del castaño, no podía evitarlo. Jimin lo estaba tentando demasiado, y tal vez no era a propósito, pero es tan jodidamente sexy ante los ojos de Jungkook, que es casi como una tentación de parte del peli rosa. El tenía toda la culpa.

– Y-yo..– Jimin pensó alguna de las mentiras alternativas, pero ninguna parecía realmente creíble.

– Tú.. ¿que, Jimin?– Elevó una ceja.