En el caso del movimiento obrero tales roces con el Estado pueden clasificarse en tres periodos: el primero durante los comienzos del siglo XX, culminando en 1907 con la matanza de la Escuela Santa María de Iquique. El segundo periodo de esta trágica historia se registra en los fines de la segunda década del siglo y la década del 30, donde nuevamente los obreros, pobladores y campesinos son asesinados por el estado chileno. Finalmente encontramos el último ciclo de matanzas, el cual comienza con la masacre de El Salvador y culmina con la de Puerto Montt el año 1969, donde por parte del gobierno de Frei, esta práctica se hace bastante cotidiana.
La coyuntura ocurrida en los años 1965 y 1966 en los diversos campamentos mineros cupríferos de Chile es un tema ausente en el estudio historiográfico y la memoria colectiva, esto debido a que en las diversas investigaciones que existen sobre la época, ninguna trata específicamente de estos hechos, centrándose mayoritariamente, en el ampliación que existía del movimiento social a nivel de pobladores, campesinos y obreros de los grandes polos industriales del Chile central. Además, la mayor parte de las veces que son mencionados los sucesos de El Salvador, se les trata de distintas formas, con errores en las fechas o en los protagonistas, como así también en la cantidad de víctimas que se señalan.
La historia que llevó a la masacre comenzó en octubre de 1965 con un paro indefinido de la Gran minería del Cobre, éste fue acogido por el personal de la Andes Copper Minning y de la Potrerillos Railway Company, entrando a las movilizaciones los campamentos de Sewell, El Salvador, Potrerillos y Chuquicamata, entre otros. El paro tenía por objetivo mejoras salariales para los trabajadores.
La movilización fue calificada por parte del gobierno como "huelga ilegal", siendo caracterizada como un conflicto de carácter político, el cual había sido generado, a palabras del ministro de Minería, por parte de los enemigos del gobierno (La Izquierda). Pero no fue hasta el mes de noviembre que la huelga comenzó a tener un carácter más conflictivo, primero fueron los enfrentamientos entre obreros y Krumiros , en las afueras de las faenas de producción, seguidos prontamente éstos, por enfrentamientos con carabineros. Es debido a esta situación, que el gobierno decide declarar "Zona de Emergencia" a los departamentos que se veían afectados por la huelga, El Loa, Chañaral, Tocopilla y Rancagua. Esto debido a que la movilización afectaba directamente un sector estratégico de la economía, sumándose a esto que dicho movimiento era ilegal frente a las autoridades.
Se detuvo a gran cantidad de dirigentes de los diversos sindicatos implicados en la huelga, por lo que finalmente durante la noche del día 30 de noviembre, al cumplirse 37 días de huelga, se decide poner fin a la paralización, esto debido a un acuerdo al que llegaron los mineros con el Partido Demócrata Cristiano (PDC), el cual se comprometió a desistir en las demandas contra los dirigentes que se encontraban presos, pacto que fue secreto. Entre los triunfos de los obreros y empleados se pueden señalar que se finalizó con las "zonas de emergencia" y se incluyó el veto presidencial al proyecto del cobre, lográndose bonificaciones compensatorias, gratificaciones extraordinarias y participación de las utilidades .
Comienza el año 1966 y el 3 de enero, mientras en el parlamento se discute la ley de Chilenización del cobre, se inicia una huelga legal en el sindicato de El Teniente, con ella la Confederación de Trabajadores del Cobre (CTC) hace un llamado a las demás mineras a la solidaridad con esta lucha, la cual pedía mejoras salariales de un 283,9%, muy por sobre lo que la compañía proponía que era un 125,5% y también bastante distante de la propuesta del gobierno de un 147,7%
Los primeros dos meses de la huelga trascurrieron sin mayores hechos relevantes, no fue hasta el día 57 de la huelga, cuando los campamentos mineros de Potrerillos, El Salvador, Llanta y Barquito, paralizaron sus faenas en apoyo a sus compañeros de El Teniente (1 de Marzo), siendo este hecho calificado como una muestra de solidaridad de clase por parte de los diversos sectores obreros y mineros.