5:45 am, la alarma del celular empieza a sonar, Antonio despierta de un sueño tan profundo que duda el haber despertado. Aún confundido por el despertar abre lentamente los ojos y se estira, siente que hay alguien a su lado, se sienta mientras sus ojos hacen todo lo posible para descubirr quién está ahí, logra verla acostada junto a él; era una tristeza acurrucada a su lado, él se sorprendió pues no había visto una en su vida, pero supo que era una tristeza cuando la vio.
-Buenos días- escuchó en su cabeza -No tienes porque tenerme miedo, yo soy sólo una tristeza, aunque sea infinita no podré hacerte tanto daño como el que tú te podrías llegar a hacer.
-Entonces técnicamente no me puedes dañar -le respondió.
-Técnicamente.
-Y si no me puedes dañar, ¿Qué haces aquí?
-He descubierto que te has sentido mal y he venido humildemente a curarte de tu tristeza con mi infinito poder, tanto que a veces puedo ser confundido con un Dios.
-Lo bueno es que eres humilde.
-En realidad sí, porque he venido a ayudarte y para eso debo de usar tu tristeza; así que seré tan humilde que dejaré mi infinidad a un lado y me uniré con tu tristeza, una vez que seamos uno ella y yo nos iremos para siempre de tu vida, quizá hasta no vuelves a estar triste nunca.
-Suena bonito, tanto que siento que hay algo que no me dices.
-inteligente para ser un humano deprimido, lo malo de que use tu tristeza es que tú te transformaras en un ser infinito así como yo en uno efimero, por lo tanto es posible que te quedes como parte de mi tristeza infinita y yo me quede contigo por tu efímera vida; la cual terminaría antes porque nadie me resiste ni siquiera para terminar el proceso, honestamente nunca me han dado la oportunidad de terminar de unirme a ellos... Nadie me soporta.
-Y ¿dices esto para que le tenga miedo a ser infinitamente triste?
-Digo esto porque ellos saben que cuando termine de fusionarnos es posible que ellos no dejen de tener esa tristeza por el resto de la eternidad.
-Eso lo transforma en algo serio, ¿Sabes?, digo va a ser un contrato de no sólo una vida, sino de algo que no podría entender... por lo menos en éste estado no.
-Entonces mi buen Antonio, ¿Te atreves a ser un ser infinito cuyo poder puede curar tus tristezas a niveles que desconoces por completo?
-O a morir en el intento.
Ambos se quedaron mirando fijamente a los ojos durante unos minutos en completo silencio, Antonio pensaba si la tristeza podría leer su mente o si sólo actua como si lo pudiera hacer.
-Entonces , ¿Cómo sería el procedimiento?
-¿Acaso me crees estúpida o me quieres ver la cara de idiota?
-No lo plantearía así; yo diría que fue curiosidad.
-Apuesto mi infinidad a que no pensaste por un momento que el conocimiento a lo que te voy a hacer te ayudaría a tomar una desición; por lo menos estarías preparado y eso es trampa.
-Supongo que si lo pones de esa forma - sonrie al descubrir que la tristeza no podía leer su mente.
-Entonces, ¿Aceptas?
-Es extraño que un ser infinito tenga prisa.
-No es prisa, es que te veo indeciso y si no es ahora, no lo va a ser en el futuro.
-Entonces es hora de que me vuelva infinito.
-O mueras en el intento- la tristeza sonrió.
Ambos estaban acostados , la tristeza tomó forma de un gas y empezó a extenderse por toda la habitación, cada vez se hacía más denso, hasta que Antonio no podía ver nada.
-Supongo que nunca en tu vida has hecho ésto- entonces de la oscuridad nació la luz que parecía brotar de una nube, hasta que se fusionó con ella y empezó a moldearse a la silueta irreconocible, hasta que escuchó su voz.
-¿En serio todo es por mí? -dijo la masa con una figura más femenina, pero aún sin ningún rasgo característico, era una silueta de luz heterogénea femenina- supongo que era lógico.
-¿Acaso lo era?
-Cariño, no es la primera vez que un mortal me enseña los motivos de sus tristezas, son tan "Ella me dejó", "Mis padres no me quieren", "Soy un mentiroso hipócrita", etc. que por eso yo tengo la forma de tu tristezas, espero y te guste conocer las mías.
La silueta femenina implosionó en unos segundos, dejando todo a oscuras, Antonio no sabía lo que iba a suceder, honestamente apenas entendía lo que estaba pasando.
-Hablando de aburrimiento infinito , ¿Ahora qué?
Nada respondió, el silencio empezó a desesperar a Antonio, era tan absoluto que ni podía escuchar el palpitar de su cabeza.
