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Mucho, mucho tiempo atrás, cuando la formación de los universos se encontraba en su estado primario, teníamos ya el conocimiento de la existencia de los tres árboles vitales de cada ser de cada universo; el árbol de la vida, el árbol de la magia y el árbol de los sentimientos, todos eran cruciales para la existencia de los multiversos, y cada uno estaba en un universo diferente, protegido por su propio guardián.
Esta es la historia de DreamTale, el universo donde vivía el árbol de los sentimientos, cuyos frutos eran manzanas, la mitad de ellas eran negras, y la otra mitad doradas. Las negras poseían sentimientos negativos: odio, resentimiento, miedo, depresión, ira, etc; mientras que las doradas tenían sentimientos positivos: felicidad, esperanza, gratitud, entusiasmo, amabilidad, piedad, etc...
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DreamTale tenía el árbol de los sentimientos, aquel que producía buenos y malos sentimientos que aseguraba la subsistencia en otros universos. Sin la existencia del árbol, ningún ser podría nunca sentir nada, todos serían como zombies sin ningún tipo de sentimiento dentro de ellos, por esto es la vital importancia del árbol y el motivo de que sea sagrado.
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Aún así, había gente que obtuvo más sentimientos negativos de los que deberían, y tenían como objetivo dañar el árbol y lograr las manzanas doradas. Si tenías una de estas bajo tu poder, te daban la fuerza suficiente para hacer cualquier tipo de acción malvada sin ningún riesgo de echarse atrás en el intento, como por ejemplo... un asesinato.
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Una de estas personas fue capaz de dañar severamente a la guardiana del árbol, cuya vida estaba ligada al mismo, significaba que si ella moría, el árbol moriría con ella.
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La guardiana mató a su agresor, y empezó a sentir repulsión por todos los seres mortales. Su única opción para no morir era fusionarse con el árbol, y así podría salvar su vida, pero si hacía esto, el árbol no tendría ningún guardián, y sus frutos serían robados con facilidad.
