"El encuentro"

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7 de la noche

Draco esperaba en la pista de Baile, ya había pasado 15 minutos de la hora acordada y ella aun no llegaba, sus amigos estaban bailando con sus respectivas parejas, quien diría que el gran moreno, y roba corazones seria atrapado por la mas caprichosa de Slytherin y el siempre leal e inteligente Thedore hechizado por la menor de las Greengrass.

20 minutos ya han pasado y solo nota su presencia cuando todos voltean a verla.

La castaña está bajando por las grada, el vestido verde que lleva acentúa su figura de una manera hermosa, sensual y sobre todo inocente, el escote reservado que solo esta sujeto por un tirante, el corte en A que llega hasta las rodillas, dejaban mucho que desear, los tacos plateados con unos detalles en X sobre empeine y un sujetador superior que le daba la forma perfecta a sus pies, combinaban con las joyas de esmeralda pero el toque ideal era el brazalete en forma de serpiente que subía por su brazo unos cuantos centímetros, su cabello recogido en una cola, sujeto con un broche plateado con pequeñas incrustaciones de zafiro, retenían el cabello que ahora no estaba alborotado, solo tenía unos hermosos canelones que hacían destacar las pequeñas mechas doradas entre tanto castaño.

Draco aun algo pasmado por la belleza que tenía su pareja camino hacia ella y con un beso en el dorso de su mano derecha la escolto hasta la pista de baile.

Todos los veían y los susurros eran muy fuertes e incomprensibles, sentían ojos posándose en ellos pero tantos eran los que los veían que no se podría diferenciar si era de asombro, pena, enojo y todos los sentimientos encontrados entre los expectantes, sobre todo cierto pelirrojo que no dejaba de verlos.

-Me alegra que te hayas puesto el vestido, te queda muy bien- alago Draco mientras tomaba su mano con delicadeza y posaba la otra mano en su cintura.

-Sí, Gracias por el vestido, no sabía que tenias tan buen gusto, tu túnica es linda, el negro te sienta bien- sonrió la castaña al mencionar su traje de gala completamente negro, ambos sonrieron.

-Creo que los cumplidos se lo debes a alguien más, no fui yo quien eligió el vestido, fue mi madre, le dije que iría contigo al baile y se empeño en mandar algo digno de la pareja de un Malfoy- Hermione se quedo callada, nunca pensó que la madre de Draco acepte que su hijo siquiera hable con una sangre sucia.

Bailaron un par de piezas lentas, pero al llegar las brujas de MACBETH no tuvieron más opción que salir y despejarse de tanto ruido y saltos que daban los demás magos y brujas.

-Vaya no sabía que sonreías Malfoy- menciono al ver reír a Draco cuando el calamar gigante empapo por completo a sus amigos Blaise y Pansy, que se besaban sin control cerca al lago.

-No lo hago seguido porque así es más fácil que se enamoren de mi Granger- comento vanidoso, divertido y tenía razón de hacerlo, nadie veía sonreír a un Malfoy porque era algo único que no todos podían apreciar.

-Créeme que yo no me enamore Draco, pero vaya que tienes suerte también, mira que yo nunca suelo tener conversaciones tan profundas con cualquier persona, ya sabes, enamoro más rápido con mis palabras- quizá nunca tuvo una conversación tan culta y llena de debates, porque nunca se le presento el oponente adecuado hasta esta noche, una noche donde ambos se conocieron mejor.

-Si supongo que si es eso, no creo que la mayoría tenga la oportunidad de ver que tus ojos cambian a un dorado intenso cuando alguien responde tus argumentos- Hermione se quedo callada por un momento, y solo trato de evitar la situación sonriendo, pero sin darse cuenta que en una sola noche se habían conectado a tal manera de conocerse y saber lo que el otro piensa con tan solo verse a los ojos.

2010

-Esa es toda la historia Mamá?- pregunto el niño con cabello platino y unos ojos dorados.

-Es la parte fundamental Scorpius, así tu padre y yo entablamos más que una amistad, fue una alianza sincera y llena de amor- despeino su cabello con cariño, al momento que se escucho que la puerta de su casa se abría.

-Papá, mamá me conto la historia de cómo se enamoraron- el mayor le sonrió a su hijo y arreglo su cabello despeinado.

-Supongo que nos esperan muchas preguntas en la cena, así que será una conversación larga, ve a lavarte las manos en lo que Puppy prepara la mesa- Draco sabía lo que venía, su hijo no se conformaría con conocer la historia, a pesar de ser un niño de 8 años era muy inteligente y sobre todo curioso.

-Así que hablaste del Baile, te dije que mi sonrisa enamora más rápido- menciono presuntuoso mientras se acercaba a su esposa y le plantaba un beso.

-Ahora estoy segura que si tenías razón Draco, pero no olvides que mis ojos fueron tu delirio por muchos meses.-

Los ojos color miel y la sonrisa sincera de un Malfoy, unos ojos que nadie más veía como algo vacio, una sonrisa llena de sentimientos, eso era lo que ambos necesitaban, y después de peleas, discusiones y mas peleas, por fin se encontraron

Ambos sonrieron terminando en un abrazo lleno de sentimientos y agradecimiento, ella agradecía que él no crea que sus palabras eran aburridas y el agradecía que ella haya aceptado bailar con el enemigo.

Bailando con el enemigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora