Capítulo 2

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El trabajo para Louis había ido en aumento, y él estaba hipotéticamente feliz, su bufete iba en un incremento favorable a tan sólo medio año de ser abierto, pero su trabajo no le había permitido ver al bonito rizado en más de dos semanas, y si, ahora eso era lo más deprimente en el mundo de Louis.

Si le hubiesen dicho antes que un momento dado de su vida, preferiría a un chico antes que a su trabajo, hubiese pensado que esa persona estaba mal de la cabeza, pero ahora, dios todo era tan distinto, porque él creía que podría estar un poco enamorado del rizado.

Amor a primera vista.

Y es que cada segundo de su día, Louis sólo puede pensar en él, en su bonita sonrisa y sus rizos de color chocolate, sus sonrojos cálidos y sus hoyuelos de encanto, y el sólo es un chico perdido en el amor.

Y el día hoy es cuando el ojiazul se cansa y manda todo al carajo, se levanta de su silla giratoria de cuero y se dispone a salir por la puerta pero...

"Señor alguien lo busca" murmura una chica rubia adelantándose para abrir la puerta.

"¿Quien?" Cuestiona el ojiazul sin mucho interés, terminando de acomodar su saco para salir.

"Un chico bajito y castaño. Con rizos" murmura la rubia, el corazón de Louis comenzó a latir con fuerza y un sonrojo cubrió su piel.

El sólo pudo salir de su oficina, empujando un poco a la rubia en el acto, rebusco con su mirada en la recepción y si, era él, su pequeño chico que le roba el aliento.

Estaba sentado preciosamente, con una caja de lo que parecían pastelitos en su regazo y unos tulipanes en su mano, su labio entre sus dientes y sus rizos caían por su frente, sin embargo hoy no usaba suéter, sino una bonita camisa de manga corta con estampado de corazones rosados y unos jeans ajustados negros, tan perfecto.

"Harry" canturreo emocionado y se acerco hasta él.

"Louis" el menor se levantó de golpe, quedando frente a frente con el ojiazul, Harry tuvo que levantar su mirada, ya que el ojiazul era más alto que él.

"¿Qué haces aquí?" Louis le preguntó con sorpresa y tomó su espalda baja con delicadeza para guiarlo a su despacho "no importa, ven entremos."

Las mejillas de Harry estaban completamente rojas y el lugar donde Louis tocó  ahora se sentía cálido.

"Yo sólo, t-te extrañe" musito el rizado una vez dentro de la oficina del mayor.

"Lo siento bonito, no pude verte en estos días, estuve tan ocupado" murmuro el ojiazul haciéndole un ademán para que se sentara en el sofá.

"No llamaste" frunció sus labios el pequeño, tensándose al sentir a Louis sentado tan cerca suyo.

"Perdí mi celular, no sabía tu número y te juro, te juro, que en este mismo instante iba a buscarte" Louis no pudo evitar las ganas que tenía de apartar los mechones de cabello que Harry tenía sobre su rostro y lo hizo, lento y observando fijo a Harry, quien bajo la mirada y apretó los objetos que aún llevaba en las manos.

"T-traje regalos" murmuro el sonrojado chico.

"¿Para mi?" murmuro el ojiazul, mientras aceptaba la cajita de postres que le tendía Harry.

"Dijiste que te gustaba la manzana" la tímida voz de Harry era todo lo que Louis necesitaba escuchar por el resto de su vida.

Y Louis sólo pensó, si le digo que me gusta él ¿ya me pertenece?

"También estas" Harry le tendió tres tulipanes hermosos de color azul "el azul es por tus ojos, la cantidad son las veces que hemos estado juntos, c-contando el día de hoy claro" la bonita mirada verdosa del menor cayó a sus converse azules con nerviosismo.

Louis se sonrojó y dejó los bonitos presentes en la mesa del centro, acercándose más a Harry y estrechándolo en sus brazos grandes y fuertes "gracias" susurro para el menor que permanecía estático en medio del abrazo.

"N-no es nada" susurro Harry y por fin movió sus brazos llevándolos al cuello del mayor.

"Es todo Harry, nunca nadie había hecho algo así por mi" murmuro Louis con emoción inundando su voz.

"Te mereces eso y más, eres muy bueno" la voz de Harry tembló un poco, ambos alejándose del significativo abrazo.

"Pero se supone que tú eres la princesa ¿no debería darte regalos yo?" el tono divertido de Louis logró sacar una tierna sonrisa del menor.

"Las princesas también pueden dar regalos a sus príncipes" objetó el menor, aceptando el pastelillo con merengue rosa que Louis le tendió.

"¿Soy tu príncipe?" preguntó con fingida emoción Louis, tocando el lugar de su corazón, subiendo el volumen de su voz.

"Eres el único príncipe real que conozco" susurro Harry, mordiendo su rico pastelillo de manzana, embarrando el merengue en su pequeña nariz.

Louis notó la suciedad en el bonito rostro de Harry y llevó su dedo hasta su nariz, limpiando todo con este para seguido acercar su dedo a la boca entre abierta del rizado "entonces seré tu príncipe" murmuro mientras Harry chupaba lento su dedo con betún.

Y es que cualquier otra persona hubiese pensado mal acerca de la situación, pero Louis simplemente no podía, los grandes ojos de Harry y sus labios cálidos envolviendo su dedo, sólo hacían a Louis, toda la inocencia del menor sólo causaba mariposas en el estómago del mayor.

"¿Tu me quieres como princesa? ¿Enserio?" La ilusión en los orbes de Harry tocaron un lugar muy especial en Louis, llenándolo de ternura.

"Claro que sí princesa" musito el mayor observando con ternura la emoción del pequeño "¿dónde estuviste todo este tiempo Harry?" preguntó, acariciando la mejilla del menor.

"Esperando por ti" musito "mi valiente príncipe" exagero un poco, elevando su voz y riendo después.

"No te vayas nunca" habló entre dientes Louis sabiendo todo lo que significaba esa pequeña oración.

"Nunca" confirmó el menor "llama por favor ¿si?" preguntó, tendiéndole una pequeña tarjeta con el nombre de su florería y sus números telefónicos.

"¿Dónde estudias?" preguntó el ojiazul mientras guardaba con cuidado la tarjeta en su billetera.

"En la universidad central, la que está cerca de mi local" murmuro el rizado con cautela.

"¿Puedo recogerte por las tardes? ¿por favor?" rogó el mayor, dejando su pastelillo de lado y juntando sus manos en forma de súplica.

Harry rió ruborizado completamente y asintió "tú princesa dice que si" jugueteo.

"Mi princesa siempre tiene la razón" siguió el ojiazul con el juego, observando al pequeño chico frente a él.

"Es él indicado"

Se cruzo por la mente de ambos, y no podía ser más cierto.

Flowers: Larry ⚓(Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora