El Tarot de las sirenas

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Hannon y Nagisa salieron del acuario y se dirigieron a un parque. Hannon no conocía por dónde la estaba llevando Nagisa, así que se la pasó mirando a todas partes con una mirada perdida.

Nagisa... ¿A dónde me llevas?- preguntó Hannon distraída.

Te llevo un parque, pero uno especial- después de decir esto, le dedicó una sonrisa a Hannon.

Hannon se quedó callada todo el trayecto, sólo estaba mirando a Nagisa.

Cuando llegaron, Nagisa se dio un tiempo para descansar mientras Hannon miraba maravillada el parque.

¿Te gusta, Hannon?- preguntó Nagisa entrecortado por el cansancio.

¡Si!- dijo si despegar la mirada del parque.

Ven- dijo Nagisa con un movimiento en la mano indicando que lo siguiera

Hannon solo asintió y lo siguió. Caminaron hacia un árbol ligeramente más alto que ellos. Nagisa se sentó abajo de ese pequeño árbol y soltó un suspiro. Hannon hizo lo mismo, pero sin el suspiro.

Es muy relajarte aquí ¿no lo crees?- preguntó Nagisa mirando el cielo.

Si- hizo lo mismo que Nagisa- ¿Por qué me trajiste aquí?-

Este es el parque en donde mi padre me traía cuando era más pequeño, porque estaba cerca de mi casa anterior. Mira, ¿ves esa casa de allá?- preguntó señalando una casa pequeña.

Hannon asintió.

Esa era mi antigua casa- dijo con un tono nostálgico, como si estuviera recordando su infancia.

¿Vas a extrañar todo esto, verdad?- preguntó mirándolo con ternura.

Si...-

Si quieres, no es necesario que vengas conmigo- después de decirlo miró al suelo.

¡No!... Quiero decir, no. Hannon, tú eres muy importante para mí y no te pienso dejar-

Hannon se quedó callada y no sabía que decir. De repente, Hannon sintió que Nagisa le sujetaba la mano con delicadeza. Hannon se sonrojó.

Nagisa, voy a ir a comprar unos materiales que necesito. ¿Te veo en el hotel?- dijo levantándose.

Si, te veo luego- este no se levantó se quedó sentado.

Hannon le dio un pequeño beso en la mejilla y salió corriendo a la tienda. Compró unos papeles de color de las siete princesas y color piel para toques especiales. Estaba pensando hacer figuritas de las princesas en origami. Después de pagar se fue directamente al hotel. Cuando entró, corrió rápidamente para que nadie se de cuenta de la sorpresa. Subió rápidamente las escaleras y pudo oír que Luchia, Kaito, Hippo y otra persona que no reconocía estaban en una habitación sin usar. Hannon no le dio importancia y entró a su habitación.

Hannon se sentó en su escritorio y sacó los papeles de colores y empezó a cortar el de color rosa para hacer una figurita de Luchia. Justo cuando empezó a cortar, alguien tocó la puerta.

¿Hola? ¿Hannon?- preguntó la persona, obviamente era Luchia.

Pasa, Luchia- contestó Hannon cien por ciento segura de que era Luchia.

Hola, Hannon. ¿Te gustaría salir?- preguntó Luchia.

Si, solo espérame un rato- después Hannon se voltio de nuevo a su escritorio e hizo otro corte.

Hannon, ¿qué haces?- preguntó Luchia. Hannon la volteó a verla y le sonrió.

Ya lo verás. Es una sorpresa- después de decir eso, Hannon se levantó y se acercó a Luchia.

Mermaid Melody Pichi Pichi Pitch: Mi felicidadWhere stories live. Discover now