Cap 3 y 4 [Final]

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La luz tenue entraba por la ventana de la habitación del hospital. Un oso blanco y negro reposaba en la blanca cama, respiraba tranquilamente con la ayuda de una máquina.

Los rayos del sol se posaron en los ojos del panda. Éste, con un poco de molestia, los abrió lentamente. Su vista estaba borrosa, con una de sus patas se talló los ojos y echó un vistazo a la blanca habitación en la que se encontraba.

-Pero qué...?-

Un hombre alto de mediana edad entró a la habitación. Por la bata, Panda supo de inmediato que era un doctor. El hombre caminó con pasos tranquilos hacia la cama con la vista posada en un montón de papeles, parecía estar revisando algo.

-Oh... Ha despertado- El doctor dijo con voz despreocupada al verme.

-Dónde estoy...?-

-Usted fe encuentra en el California Pacific Medical Center, usted fue el único sobreviviente al atentado en el centro comercial- Dijo sin mucho interés, checando las máquinas a las que Panda se encontraba conectado y anotando en el papeleo

-Único... Sobreviviente...?- Dijo para sí mismo con un tono de confusión. Acaso sus hermanos no lograron...

Una imagen de sus hermanos aún atrapados vino a su memoria. Con lágrimas en sus ojos y voz temblorosa se atrevió a preguntarle al hombre de la bata blanca.

-Mis hermanos murieron?- Se mordía el labio para evitar emitir sonido alguno. Evitaba mirar al doctor. Éste sólo suspiró y dirigió su mirada al joven panda.

-Lamento informarle que si...-

-Cómo es que murieron?- Su mirada se perdió en la blanca pared que tenía en frente.

-No creo que...- El panda interrumpió al doctor.

-Solamente dígame. Cuál fue la causa de su muerte- Dijo entre dientes con un tono enojado. El doctor buscó entre sus papeles, buscando la información que el oso bicolor quería saber.

-... El oso blanco murió por una gran presión en su cabeza que terminó por aplastársela... Y el oso marrón murió por el incendio que se formó poco después del atentado.- Dicho esto, el doctor acomodó los papeles y se dirigió a la puerta deteniéndose frente a esta.- Han sido unos días muy largos y pesados para usted, será mejor que repose. Dentro de poco le podremos dar de alta.- Y sin más qué decir salió de la habitación.

Los días pasaron lentamente. Los doctores le informaron al oso bicolor que su estadía se iba a prolongar de una semana a dos, ya que sus heridas aún presentaban un riesgo de infección, y sus pulmones seguían débiles como para respirar por sí mismo. Panda simplemente quería morir, no quería tener una vida si en ella no se encontraban sus amados hermanos.

Chloe visitaba a su amigo todos los días sin falta. Panda trataba de verse feliz para no preocupar a la pelinegra, aunque no lograba engañarla, lo conocía demasiado bien como para caer en sus engaños, y sabía perfectamente el porqué estaba tan decaído. La coreana se sentía mal por Panda, quería decirle que ella estaba igual de devastada que él por aquella pérdida, pero sentía que si lo hacía, iba a romperse en mil pedazos. Necesitaba ser fuerte y firme para poder ayudar a su amigo.


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Unas manos quitaban cuidadosamente las vendas del brazo de Panda, Éste se encontraba sentado en su cama blanca totalmente tendida. Los pocos regalos que había recibido por parte de sus amigos estaban en la mesita al lado de la cama, listos para ser recogidos.

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⏰ Última actualización: Apr 02, 2017 ⏰

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