Eón

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El tiempo pasó, regrese a mi hogar, mis hermanos celebraron con entusiasmo mi vuelta, mi madre sorprendentemente mostró muestras de sentimentalismo y pronunció algunas frases de las cuales una se ha quedado en mi cabeza hasta el día de hoy.

''Yo vivo, trabajo, sonrio y lloro por ustedes, por mis hijos, por que yo no tengo razón de vida si es que a uno de ustedes les llega a pasar algo.''

Sin duda solo una madre que quiera el bien para sus hijos podría experimentar los sentimientos adecuados para que esas palabras salgan de su mente. Sin embargo no sentí el mas mínimo remordimiento por mis acciones, al contrario para mi fue un logro escuchar esas palabras pues mostraban que alejándome logre causar algo de afecto hacia mi, aunque ya no me importase ese afecto. 

Mi padre por otro lado fue el que mas me sorprendió, me comentó que le prometió a Dios, a mi madre y a mis hermanos dejar de tomar, se encomendó a una religión llamada ''Cristadelfianos'' cuya cede se encontraba en Quito y a la que el viajaba todos los Domingos junto con la familia. Nunca había visto a mi padre llorar, sin duda fueron momentos de mucho sentimentalismo los que origine con mi vuelta, pero algo sucedió dentro de mi y aun hasta el día de hoy no estoy seguro si fue para bien o para mal; yo no sentía nada. 

No sentí amor, alegría, indiferencia, tristeza, rencor, odio ni tranquilidad, simplemente no sentí nada, era yo, de pie junto a mis familiares, fingiendo una sonrisa para entrar un poco en el ambiente, dando abrazos que no sentía y diciendo palabras que eran solo aire de los pulmones mas que ideas creadas por mi cabeza.

Eón - Octavo año de educación intermedia.

Aquel día pasó y la rutina que envuelve a todos me envolvió. Pasé el resto de mis años hasta los quince sin sentir nada. En el colegio me juntaba mucho con Alvaro, Mackoly, Cristhoper y algunos amigos mas que eran muy populares y por consiguiente me volví un poco conocido también yo y usualmente podían encontrarme en fiestas o como llamamos aquí en Ecuador a las fiestas en casas de amigos: caídas. 

Mi vida estudiantil-académica se fue al carajo, después del bajón que significo para mi que mis padres no reconocieran mis logros académicos de 1-7mo año de básica siendo estos de los mas sobresalientes de todos mis compañeros, yo decidí por iniciativa propia no volver a esforzarme en mis estudios por ningún motivo, pasaría los años escolares como un vago... y de los veteranos. En octavo año de educación media logre pasar todas las materias sin exámenes extra, es decir le atiné de una balazo al siguiente año, si bien ya no me dedicaba a estudiar para pruebas o a hacer deberes, aun tenia el don de tener buena memoria, por lo cual a mi me bastaba con poner atención a clase para poder dar una lección sobresaliente, sin embargo no puedo decir lo mismo de Matemática puesto que pase la materia con el puntaje mínimo. 

Aunque para todos era nuevo todo esto de la educación media y las nuevas materias, yo estaba un poco mas sorprendido pues nunca había llevado una vida de gandul en el colegio, era algo curiosa esa vida pues aunque se supone que el colegio estaba íntegramente en contra de la copia en los exámenes, los estudiantes indisciplinados, la desgana y la dejadez, parecía al mismo también ser cómplice de estos puesto que la institución tenia normas muy duras para estas faltas y aun así rara vez se aplicaban contra un estudiante y cuando se hacia posiblemente este quedaba absuelto de toda sanción después de un tiempo de prudente espera.

Quizá la razón sea muy simple, mi institución educativa era cristiana y quizá sus principios morales no les permitía ser tan duros con los jóvenes, jóvenes que según Don Bosco (el santo al que veneraba mi institución) son el baluarte de la visión y misión de la institución.

En mi institución los estudiantes de 1 a 7mo año de básica usábamos un saco celeste con un pantalón jean, mientras que los estudiantes de octavo hacia arriba usaban un saco azul oscuro con pantalón jean de igual manera. Recuerdo que odiaba a los de saco azul oscuro debido a que eran muy perversos para mi inocente mente de aquel entonces. Por ponerles un ejemplo para que entiendan, cuando jugábamos en las canchas grandes (polideportivos) en nuestro recreo los de saco azul oscuro solían venir e ignorarnos, colocaban su balón en el medio de la cancha, armaban sus equipos y se ponían a jugar sin si quiera importarles si nosotros estábamos usando aquella cancha. Bueno, para mí en mis tiempos de inocencia eso era digno de una mente maligna llevada por Satanás que no merecían ver un nuevo día....o tal vez solo estaba enojado mucho y no podía hacer nada por que eran muy grandes.

Pero ahora que yo era uno de ellos y que conocí muchos de los veteranos del colegio (es decir del último año de bachillerato) me di cuenta que la mayoría de ellos eran agradables, pero así como descubrí cosas agradables también entre en una parte del mundo que destruyo por completo la inocencia de mi mente, apenas a los 14. Como ya mencione yo salía mucho con Alvaro y Mackoly, y ellos eran muy buenos amigos de unos chicos de unos veteranos, por lo cual a la medida que pasaba el tiempo nosotros comenzamos a inmiscuirnos en asuntos desconocidos para nosotros y que a mi parecer no debíamos saber a aquella edad, asuntos como drogas, alcohol del bueno, sexo, como usar a una chica, mentir, etc. Cosas que para ellos eran normales pero que para nosotros era un mundo totalmente nuevo.

Para mi parecer Alvaro y Mackoly se adaptaron muy rápido, quizá no se lo pensaron tanto como yo, para mi fue algo raro aceptar un trago que no me gustaba para nada pero tenia que tomarlo por compromiso social, es decir por que todos tomaban yo también debía hacerlo, aunque no me guste..... sin duda era un estúpido en aquella época. Estoy seguro que mis lectores se identificaran con el hecho de que es difícil marcar una diferencia social, decir no al alcohol en una fiesta llena de alcohol sin duda te convertirá en el aguafiestas. 

Comencé primero por salir todos los fines de semana a fiestas, caídas, programas que al final solo eran otro nombre de las fiestas y a partidos de futbol, luego poco a poco fui saliendo entre los días de la semana mas frecuentemente, comencé a ingerir mas y mas alcohol y al final termine adaptándome prácticamente a un mundo de estupidez y excesos donde a todos sus habitantes activos les importaba el ''que dirán los demás'', les importaba cuantos ''likes'' tenia su foto de perfil en Facebook o cuantos seguidores tenían en sus redes sociales. 

Y si se preguntan, sí, al final a mi también me importo esas insignificancias. 


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Mil perdones por la ausencia, estaba aprendiendo algunas lecciones de vida y por ahí sangrando al corazón y a la mente.... Sin duda leerán estos problemas cuando llegue a mi juventud pero por ahora solo puedo decirles: 

Gracias por leer. <3

 BL <3

Sentimientos, razones y corazonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora