-Entonces, que dices Bieber? – dijo Jordan estrechando su mano hacía mi - Aceptas trabajar conmigo de nuevo? - Debería? – Pregunté. - Por supuesto, muchacho. Acaso no extrañas esa sensación de placer al dispararle a esas jodidas personas, Acaso ya te da igual sentir el deseo de consumir un maldito cigarrillo o tener mujeres de a montón por donde sea. Joder, sabes perfectamente que mis muchachos y yo jamás hemos fallado. Somos una mafia, Bieber, la mejor de todo Rusia, Brasil, Europa y América. Cuento contigo?. – volvió a preguntar aquel hombre. Yo aun seguía totalmente dudoso sobre su propuesta. Jordan bajo su mano. – Vamos Bieber, mira que no suelo hacer esto, eres un muchacho inteligente, audaz, eres Justin Bieber, uno de los hombres más conocidos a nivel internacional por ser uno de los mafiosos más grandes, junto conmigo, te sabes la jugada al derecho y al revés. No me fallarías, y eso lo tengo más que claro. - Y quien me garantiza que volver a Clesser, o “tu” mafia, como la quieras llamar, no me perjudicara? – dije. - No jodas, Bieber. Sabes que somos los mejores, te vuelvo a preguntar, y esta vez es la ultima, Estas conmigo? – Jordan estrechó su mano hacia mí de nuevo. Jordan era un hombre grande, un jodido mafioso, era el jefe de la mafia más grande de este mundo. Era capaz de hacer todo por conseguir lo que el quisiera, sin importar cuánto cueste. – Estas dentro? - Estoy dentro. – estreche mi mano derecha hacía el, juntando la mia con la suya, como en una forma de pacto.- Acepto, acepto estar en Clesser , de nuevo. ************************************* - Y que te pondrás esta noche? – Preguntó Kate. - De que hablas, Kate?. – contesté. - Tu padre había dicho que hoy en la noche, nos presentaría a todos los que estamos en Clesser al nuevo integrante. – volvió a decir Kate, mi mejor amiga. - Oh claro, casi lo olvido. No lo sé, supongo que un vestido. - Recuerda que esa fiesta es muy importante según tu padre, ya que es el tal regreso del tal Justin, sabes? Hemos estado en Clesser ambas desde los 15 y siendo honesta no lo recuerdo. –confesó Kate. – espera… hace años que no había un chicho llamado Justin Bieber? - Eso creo, probablemente sea el. No lo sé Kate, me da muy igual. Mejor, veamos que nos pondremos hoy en la noche. – rogué para cambiar de tema. - De acuerdo, muñequita. – Kate sonrió. – Oye, __(tn), sabes que ah pasado con Matt? -preguntó Kate.- - Si, ayer estuve con el. Me ayudo a entrenar para el próximo robo. Tenia tanto tiempo sin verlo, lo extrañe tanto. – dije sonriendo.- - Solo se fue nueve meses, __(tn). - Pero esos nueve meses fueron nueve años para mi. Extrañaba tanto platicar con el, abrazarlo, reírme con o de el. - Hm, _______ esta enamorada, estas enamorada, estas enamorada. – dijo Kate sonriendo y cantando.- - No, Kate, no digas tonterías. Sabes que eso del amor no es para mi. – Me quede mirando al vacio, totalmente seria. – Mi padre me mataria con sus propias manos si se entera de que salgo con alguien. Eso del amor no es para mi. Pero te confieso que me gustaría sentir un amor tan intenso, aquí, en mi corazón. Quiero enamorarme, pero se que no puedo. Se que el amor, no esta hecho para mi. - _______ tarde o temprano tu padre tendrá que entender que no eres una bebé, tienes 19 años ya. Eres hermosa, joder, mirate. Eres una mujer sexy, una mujer inteligente, sensible, dulce, cariñosa. Creeme que no faltara hombre que se enamore de ti. – me dijo Kate.- - Y que pasa si me quedo sola el resto de mi vida, ah?. – pregunté. - Eso es claro que no, ________. Tarde o temprano encontrarás el amor, talvez mañana. – dijo Kate.- o quizá esta noche. +++++++++++++++++++++++++++++++++++ +++++ Narra Justin Volver a Clesser no era una decisión fácil. Clesser era la mafia más importante de todas. La mejor. El jefe de esa organización era Jordan Streightwoll, su mano derecha siempre había sido yo, después seguía Matt Devalk. Trabajar con Jordan probablemente para la mayoría de las personas que esta en esto seria un total honor. Que joda. A los 17 años había dejado Clesser, había trabajado ahí desde los 13, había sido entrenado desde muy jovencito para ser lo que soy ahora, un jodido asesino, ratero y un completo idiota. Trabajar en esto era como un juego… o ganas o pierdes. Me llamo Justin Bieber, mi vida siempre se había tratado de drogas, armas, alcohol, mujeres, fiestas, robos, y autos. Que vida la mia, la de un simple muchacho de veintidós años. Empecé a trabajar en esto desde que mis padres fueron asesinados por Jason Pentisbroska, actualmente Jason es más conocido por “el hombre que Justin Bieber mató”. Así es, había cobrado venganza. Mis relaciones siempre se habían basado en sexo. Eso del amor, no era lo mío. Por supuesto que no. En este momento me encuentro poniéndome mi traje de gala. Me coloqué una camiseta de manga corta blanca con cuello v. Mi chaqueta negra de cuero y un pantalón negro y unos supra negros con dorado. Dejé mi cabello despeinado, tomé las llaves de mi coche y me dirigí hacia la gran mansión Streightwoll. Jordan había hecho una fiesta especial para mi, por mi regreso, Valla bienvenida. Raramente el trafico de Miami estaba calmado, di gracias a Dios porque hoy también estaba asi, eso me permitiría llegar justo a tiempo. Segui manejando unos veinte minutos. Divise con la mirada una casa muy grande y lujosa, blanca. Tenia unas rejas perfectamente puestas, supuse que eran aprueba de balas o de cualquier otra cosa. Toque el timbre, una vez. Dos, tres veces, hasta que alguien abrió. - Si? Le puedo ayudar en algo?. – preguntó aquella rubia que había atendido la puerta. Joder, que buena estaba. - Eh, si si. Soy Justin Bieber. – dijé. - Oh Sr. Bieber! Porfavor, adelante. – dijo aquella rubia, de nuevo, según su pequeña placa en el uniforme que portaba decía “Anne”, supusé que ese era su nombre. - Muchas gracias… Anne. – dijé pasando a aquella casa. La música estaba alta, varia gente estaba bailando, otros se encontraban tomando o haciendo otras cosas. – Se encuentra Jordan?. – pregunté. - No Señor, en una hora regresa, según me dejo entendido. Pero desea hablar con alguien más?. - No, lo esperaré. – sonreí- esta bien. Puedes retirarte Anne. – le guiñé el ojo.- - Compermiso. – dijo asentiendo con la cabeza y dedicándome una pequeña sonrisa, oh joder, que mujer. Tenia unos ojos grandes color café oscuros, paso junto de mi. Rosando su pequeño cuerpo, junto del mio. No resistí y le di una nalgada a su hermoso cu*lo. - Que ah usted no le han enseñado a respetar a las mujeres?. – Preguntó una voz detrás de mi. Definitivamente no era Anne, la rubia que hace unos momentos había conocido. El oir aquella voz me dejo completamente paralizado. Miles de sentimientos me invadieron sin ninguna razón. Me dispusé a dar media vuelta para poder reconocer aquel rostro. Pude divisar a una mujer completamente distinta a la que hace unos minutos había visto. Mi marada subia desde sus pies, empezando por esas piernas que se podían ver perfectamente depiladas, aquella mujer traia unas zapatillas altas doradas y una falda negra que iniciaba desde un poco más debajo de sus senos hasta un poco debajo de sus muslos. Traia con ella también un pequeño top con mangas delgadas, negras, mis ojos seguían hasta llegar a su pecho. Oh joder, que sen… Mis ojos se pasearon por su cuello, hasta llegar al fín a su rostro. Era preciosa, la mujer más hermosa que sus ojos habían visto. Quien era ella? Esa pregunta venia devorándole desde que la escucho. Su voz era la de un angel, su piel era un morena muy clara, su piel era bronceada. Sus labios tenían solo una pequeña de un labial rojo muy fuerte. La idea de besarlos se le apetecia demasiado. Su nariz era pequeña y respingada. Sus ojos…. Joder, sus ojos eran dos círculos azules perfectos. Podría quedarme todo el día viéndola, y no aburrirse, algo en ella se me hacia familiar, solo estaba seguro de que jamas la había visto. Pero joder, que preciosa era. - Y tu eres?. – Pregunté interrumpiendo mis pensamientos. - Te hice una pregunta primero. Ahora contéstala. “Que carácter, bonita” pensó Justin. - Y que si no quiero?. – Me acerque un poco hacia ella. - Quien eres?. – preguntó aquella mujer de pelo castaño claro y ojos azules. - Acaso no sabes quien soy?. – Preguntó Justin. - Acaso no sabes tu quien soy yo?. – Respondio la misma mujer. - No te confundas, belleza. A mi nadie me habla así. – le dijé. A mi nadie me hablaba asi, nadie le hablababa asi a Justin Bieber. No por ser bonita y tener un cuerpo de diosa griega significa que puede venir y tratarme como quiera. – Quien mierda eres tu?. – volvi a preguntar. – Podrias res…. – No pude terminar mi frase. Fui interrumpido, por un hombre, por Jordan.- - Que tal Justin, que bueno tenerte por aquí. Sabes muy bien que esta fiesta es en tu honor. – me dijo Jordan sonriendo. - Muchas gracias, hermano. Lo aprecio demasiado. –sonrei también.- - Pero, veo que ya se conocen, cierto?. – Pregunto Jordan. - Alguien que me explique que pasa aquí porfavor. No entiendo nada. – dijó la única mujer que se encontraba entre esos dos hombres. – - Siento no haberlos presentado. _________ , el es Justin Bieber, el nuevo integrante de Clesser. Trabajara con nosotros de nuevo, probablemente el este contigo y con Matt, al igual que conmigo y Kate. Y Justin, ella es ______, ________ Streightwoll, mi hija. –dijo Jordan. Narra Justin Su hija?. Joder. Su hija? Esto tenía que ser una broma, y una broma de muy mal gusto, esa mujer tan jodidamente deseable no puede ser su hija. Jordan me había contado demasiadas cosas sobre ella. El es demasiado sobreprotector con ella. Por supuesto que no me dejaría tener un buen polvo con ella. Ahora entendía porque el rostro de _________ se le había hecho un poco familiar. Era su hija. Mierda. Esto definitivamente no era bueno. Si me tiraba un polvo con ella, de una o de otra manera, Jordan se enteraría por lo cual me cortaría las bolas. Joder, pero no podía negar que ________ había sacado, todo lo de su madre. Era una mujer sexy, alta, delgada, fina, hermosa sin duda. Había tenido el placer de conocer a Marie Bradshow, la madre de _________. Después de su muerte, a causa del cáncer, Cressel cambio. __________ idéntica a su madre. Marie siempre había sido una segunda madre para mí. Recuerdo que decía que tenía una hija muy hermosa y que esperaba que algún día la conociera, supongo que ese día ya había llegado. Jordan y __________ aun me miraban extraño por la forma en que me había quedado pasmado pensando. __________ era el retrato idéntico de Marie. De una o de otra forma, la idea echarse un buen polvo con _____ era tentadora, pero algo imposible, pero por supuesto, no para mí, no para Justin Bieber.