~hasta aqui~

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—Mingyu como van los papeles? —

—Ya que Seungcheol no se presentó a el citatorio ni a la sesión de reconciliación el proceso que era más largo ahora que existe un niño de por medio se volvió simple solo tiene que firmar los papeles y si quiere tener contacto con su hijo tendrá que hablar contigo—

—Solo envialo por favor, ya no puedo seguir asi solo le haré daño a mi bebé—

—Esta bien pequeño, lo hare cuanto antes—

—gracias— limpia unas traicioneras lágrimas.

—Wonwoo quiere ir a verte esta bien?—

—Si por supuesto me gustaría mucho te mandaré en un mensaje la dirección de donde vivo ahora—

—Ya no estas en tu casa?—

—hace dos semanas ya firmé el contrato de compra y venta de mi propia casa y por suerte encontré una que ya venia amueblada, no fue mucho trabajo pero ahora me falta decorar un poco y ambientar un cuarto para mi bebé—

—Woow eso me tomó por sorpresa no pensé que lo hicieras tan rápido, Wonwoo estará encantado de ayudarte con ese trabajo—

—Eso seria genial!— dice emocionado —Esa casa me trae muchos recuerdos y aunque algunos son buenos me hacen mal y lo que menos quiero es eso—

—Te entiendo, bien ya no te molesto más y me voy a trabajar—

_Gracias por todo amigo— corta la llamada.

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Aquella noche no llegó a cenar y otra vez rompió su corazón, como casi siempre pasaba desde que lo ascendieron y desde que aquella secretaria llego de improvisto a sus vidas y ahora ya sabía el nombre de aquella mujer, ella misma se encargó que hablarle para avisarle que supuestamente Seungcheol tenia que viajar por negocios. Ni siquiera se atrevió a despedirse personalmente. Justo cuando la llamada terminó algo dentro suyo cambió, fue como si la venda de sus ojos cayera, como si esa gota fue la causante de que el vaso se desbordada y que él por fin aceptara  que no significaba nada en la vida de aquella persona que hasta hace unos meses lo era todo para él. Pero ahora no podía darse el lujo de sentir cosas malas, su nueva razón de vida no tenía la culpa de nada y su deber ahora es que se mantenga estable para poder así tenerlo en brazos.

Esperó tres días a que se comunicara, pero no pasó, fue cuándo tomó la decisión de divorciarse, llamó a Mingyu y él le ayudó con los papeles. Estaba Preparado para todo el día de la reconciliación: llanto, gritos, golpes e incluso para reconciliarse. Pero no, no llegó ni ese día ni el dia de la sentencia, ahora tenia la custodia total de su bebé ya que mostró toda la evidencia de que Seungcheol era infiel y ahora solo faltaba la firma de su casi ex esposo.

—Un mes ranita— se sienta en su mesedora acariciando su apenas visible vientre, un mes ya había pasado desde que Seungcheol se fue y ni siquiera se presentó ante el para saber sobre su hijo —no lo necesitamos estamos bien sin él— una lágrima cae —aunque duela como el infierno.


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Cortito pero sera cada dos dias👌❤🤔 creo. ❤

HURTS LIKE HELLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora