Microrrelatos de una apasionada

Su mayor defecto, su timidez, fue lo que lo enamoró...

Ella caminaba, como cada mañana, por los largos pasillos del instituto, con la vista al frente, pensado en su vida, sin rumbo fijo, solo debía dejar pasar el tiempo hasta su próxima clase y entonces lo vio... Y todos sus pensamientos se esfumaron. La seguridad con la que caminaba fue decayendo a medida que su vista se fijaba en sus propias manos, evitando totalmente los ojos de aquel chico, mientras con su mano derecha giraba el anillo en su dedo anular, siempre que estaba nerviosa lo hacía, no sabía el motivo de aquel extraño tick, simplemente lo hacía. Y entonces todo su mundo se paró cuando vio un par de pies frenarse frente a los suyos y su aliento sobre su cabeza. Por un segundo sintió que no respiraba, hasta que lo escuchó hablar y entonces lo comprobó, no estaba respirando.
-Sabes que es solo un anillo, verdad? No es mas que un símbolo de metal- le dijo él mientras sostenía sus manos entre las suyas.
-Claro que lo sé...-dijo ella con voz temblorosa sin despegar los ojos de sus manos, con el cabello cayendo por su rostro.
-Entonces por qué cada vez que te veo lo observas como si de una maravilla se tratara?- ella podía, aunque no lo estuviera viendo a la cara, percibir una media sonrisa en su rostro mientras le hacía esta pregunta.
-Es que, a veces, lo encuentro muy interesante- respondió con voz todavía baja, tímida- mas aún cuando de evitar miradas se trata...
-Y... Puedo saber por qué intentas evitar mi mirada cada vez que me ves?- ella suspiró - es a mi a quien evitas... Tengo derecho a saber el motivo- siguió con cierta gracia en su voz.
-Es... Complicado y sé que no es tu culpa, simplemente...
-Tranquila, podre comprender.
-Cada vez que te veo a los ojos- comenzó ella, aún con mas timidez que antes en su voz. Hizo una breve pausa y continuó- me siento débil, me pongo nerviosa, inerme y, no se que hacer. Soy una persona que se ilusiona demasiado rápido y no sería tu culpa que me pasara, pero tengo miedo de perderme en tus ojos, de enamorarme, ilusionarme y que luego me dejes caer de tan alto que cuando caiga nadie mas sea capaz de reconstruirme- dijo ella en un hilo de voz, sabiendo que mentía, ella no tenía miedo de enamorarse, ella ya estaba enamorada. Seguía sin levantar la mirada, ya no veía a sus manos entre las de él simplemente no podía mirarlo a los ojos.
Él sentía que una gran sonrisa se extendía sobre su rostro. Entonces colocó su mano izquierda sobre el mentón de ella- Mírame,- le dijo con dulzura- por favor.
-No puedo- insistió ella con la voz un poco mas elevada- ya lo dije...
Suavemente levantó su mentón, obligándola a mirarlo. Su sonrisa se extendió aún mas a ver el rostro tan perfecto de la chica que lo tenía enamorado desde que tenia uso de razón- no voy a hacerlo- le dijo mientras la miraba a los ojos- no voy a soltarte. Jamas lo haría, me costó tanto obtener el valor necesario para hacer esto que no me arriesgaría a dejarte ir nunca.
Ella lo miraba con los ojos brillosos y las mejillas sonrojadas mientras esbozaba una pequeña sonrisa.
-No quiero volver a cometer el mismo error- dijo ella dejando asomar una pizca de tristeza- no quiero volver a ilusionarme. Una vez fui capaz de reponerme pero si vuelve a pasarme dudo que haya alguien que pueda volver a armarme...
-Confías en mi?- le preguntó él con  la poca esperanza que le quedaba. Ella asintió tímidamente- me darías una oportunidad? Solo una. Dame la oportunidad de demostrarte que puedo reconstruir todas y cada una de las partes de tu destrozado corazón.- finalizó con otra media sonrisa, de esas que a ella le encantaban pero podía notarse miedo en los ojos de aquel chico.
Lentamente y con la cabeza gacha ella fue acortando el poco espacio que los dividía, pegó su mejilla al pecho de él, mientras el chico tardando en reaccionar, la envolvió en un cálido abrazo.
-Si- susurró ella en su pecho- sí confió en ti.
Todo rastro de temor se borró del rostro de él, bajó lentamente la cabeza hasta la altura de la de ella y depositó un tierno beso en su frente.
-No te defraudaré- le aseguró con los labios aun sobre su frente.

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Bueno... Aquí llegó el primer capítulo de ésta historia!!! La verdad es que no tenía pensado empezar a escribirla pero surgió la idea y... Aquí estoy!
Espero que les guste! Y Gracias, desde ya, por leerme.
Nos leemos prontito.
Pd: no acostumbro a hacer notas como ésta pero es un capítulo especial por ser el primero así que... Lo hago solo por esta vez y por avisos especiales. Ahora sí! Adiós, mis lectores, hasta la próxima.

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