Capítulo 1

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Notas del fanfic: Bueno en realidad esta fanfic nació de... Ni yo puedo recordarlo lo escribí el año pasado pero creí que se perdió y ayer cuando iba a leer decidió revisar mis documento en el celular y apareció, me quede impactada lo guarde y hoy le dedique tiempo a terminarlo. Estoy de vacaciones y lo único que recuerdo es que cuando lo comencé me pareció una buena idea, no podía dejarlo en el olvido. Las aclaraciones correspondientes en el final de la historia.

¡Nos leemos abajo!

Dean y Sam estaban de cacería, era un caso excepcional lo que significaba sumamente extraño y difícil. A pesar de que habían buscado por todas partes información no llegaban a ningún lado, Bobby quien siempre los sacaba de esos apuros estaba en otro caso y no podía ayudarlos.

—Lo siento, Dean. No encuentro nada —Sam cerro el portátil resignado, normalmente podían conseguir información cuando sabían de qué se trataba pero ahora simplemente las piezas del caso no tenían sentido. Llevaba horas buscando y nada todo era tan desalentador—, es difícil encontrar algo cuando no sabes lo que es.

Lo único que ellos podían asegurar era que los sucesos se daban por algo sobrenatural, aunque no sabían que los provocaba, ellos tomaron el caso al leer que en un pueblo se daban extraño sucesos de desapariciones pero las víctimas eran bebés, por un momento creyeron que era algún transformista, pero después de investigar lo descartaron, lo peor no era eso, también en la últimas dos semanas había aumentado el porcentaje de abortos sin razón aparente y eso asustaba incluso a lo mismo médicos que no podían explicarlo.

Las cosas estaban difíciles porque no había conexión entre las víctimas, no compartían nada en común ambos sentían que estaban buscando un gato negro en un cuarto oscuro y sin linterna, Dean se dejó caer en la cama y suspiró. Llevaban dos noches sin dormir y a pesar de eso no llegaban a ningún lado.—Lo llamaré, seguramente él podrá ayudar —dijo Dean mientras se levantaba a buscar su celular. Sam asintió.

—Quizás debimos hacerlo desde el comienzo.

Dean sacó el celular y marcó el número de Cass.

—Pon el altavoz —Dean obedeció a su hermano.

—Hola Dean ¿Sucede algo? –la voz de Cass sonaba igual de monótona que siempre.

—Sí, tenemos un caso pero chocamos contra un muro y no conseguimos avanzar.

—¿De qué se trata?

—En las últimas dos semanas se han registrado perdida de bebes que aún son lactantes, el número es preocupante además la tasa de aborto ha aumentado casi desde que empezaron las desapariciones, también se registran ataque a madres y hombres mayores de cuarenta. Hemos descartado la posesión o que sea obra de un demonio. Pero hemos buscado información por todos lados pero la verdad no sabemos por dónde empezar.

—Todo eso, es muy raro pero creo saber con qué tratan.

Ambos hermanos se miraron, ambos hermanos pensaban lo mismo en ese momento porque diablo no habían llamado a Cass antes, se abrían ahorrado tanta fatiga y dolores de cabeza.

—¿Qué es? —preguntó Sam.

—Antes de decirlo, debo asegurarme ¿Cuál es su dirección? –Dean respondió y después de eso la línea se quedó en blanco.

–Cass –llamo pero no hubo repuesta–, Castiel.

–Están tratando con Dimme –Sam y Dean se sobresaltaron al escuchar al ángel, como odiaban que siempre hiciera su apariciones sorpresa–, es una diosa mesopotámica, es muy peligrosa. Su presencia aquí se debe a una invocación.

Sencillez sinónimo de felicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora