Cap 5.- Reflexiones

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Llevé a Karla a su casa, ella seguía seria, sabía que estaba mas dolida que molesta por lo que le había dicho. Nos despedimos con un corto beso en los labios y volví con mamá.

-Te estaba esperando.- me habló desde la mesa.- ven, sientate.

-Mamá, ya sé lo que me vas a decir, de verdad no hace falta pero de cualquier forma me disculpo.- me miró confundida.

-Que es lo que según te iba a decir?.- dijo interesada.

-Pues... que no debí traer a Karla a la casa por que es una falta de respeto?.- sonrió

-No, hijo.- dijo tranquila.- eres libre de traer a quien tu desees, siempre y cuando sepas que es de confianza. Además sé que eres un muchacho responsable y que se están cuidando.- no pude evitar sonrojarme.

-Entonces, que es?.- ella suspiró.

-Quiero que me hables de tu relación con Natalia.- me congelé.-y sin mentiras esta vez.

-Mi relación con Natalia?.- me hice el inocente.

-Chris, te he observado desde hace tiempo. Sé que estás enamorado de ella.- tragué mal y empecé a toser. Enamorado? Lo estaba?

-Querido, sabes que puedes hablarme de esto.- dijo sincera.- quiero ayudarte.- no tuve opción.

-Bueno, sí es cierto que siento algo por Nat y tienes razón, ya tiene su tiempo. Pero acaba de pasar un incidente y ahora estoy hecho pelotas.- recordé nuestra platica.

-Que pasó?.- preguntó mi madre con interés.

-Ella me besó ayer y Karla lo vio.- mamá abrió los ojos sorprendida.- pero se arrepintió y salió corriendo. Mas tarde pasé a verla y le confensé lo que sentía.-los abrió aun más.- pensé que había sido un error y ya me iba pero entonces me detuvo y dijo que ella sentía lo mismo.- los ojos de mamá parecían que salían de sus párpados.

-Dios mío, entonces por que estabas con esta muchachita en lugar de estar con Nat.- agaché la cabeza.

-Esa es la parte fea, mamá. Ella dijo que necesitaba pensar las cosas. Se siente mal por Karla y me hizo prometer que no la dejaría hasta que supiera que hacer.- rayos, realmente me sentía muy mal por esto.

-Ya entiendo, cariño.- pues explicame por que yo no.- ella no lo está haciendo por tu novia o bueno quizá una parte sea por eso pero no del todo.- iluminame madre.- la verdadera razón es que tiene miedo y tu tambien deberías tenerlo.

-Miedo de que mamá?.- pregunté irritado.- estando con ella no tengo que temerle a nada.

-Piensalo, mi niño.- hablaba tan segura que me asustaba.- eres su mejor amigo, siempre han estado juntos, te imaginas si algo sale mal? Todo se arruinaría y dejarían de llevarse. Podrías estar siquiera dos días sin hablar con ella?

-Pero..

-Sé que tu piensas que todo sería perfecto.- claro que lo sería.- pero es por que estas cegado por el amor que le tienes.- maldición.- hay que ver las cosas como son, hijo.

-Cielos, mamá, nunca lo había visto de ese modo.- reflexioné.- que puedo hacer entonces?

-Piensa en las posibilidades que tienen; malas y buenas. Agotalas todas y si entonces quieres arriesgarte, búscala y dile que estás listo.- esta mujer es mi angel.

-Lo haré, ma.- asintió.- pero que hago con Karla?

-Bueno con ella no tienes opción, ya hiciste una promesa.-arrugué la cara.- pero en base a lo que decidas sabrás que hacer con ella, es una buena chica.- demonios lo sé, todos me lo dicen.

-Muchas gracias, mamá.- la abracé. Ella sobó mi espalda.

-Es un placer, mi niño. Ahora a dormir.

Fuí a la cama repasando las palabras de mi madre y si que tenía razón. Muchas veces el amor no es suficiente en una relación y terminan terminan mal o lastimandose, no quiero que eso ocurra con Nat, así que daré lo mejor de mí a cada momento. Antes de dormir escribí un texto para ella.

"Solo quiero hacerte saber que lo entiendo, te juro que entiendo perfectamente. Puedes estar tranquila y pensar las cosas con calma, yo estaré aquí todo el tiempo, no ire a ningún lado. Buenas noches."

Caí en un sueño profundo.

Llegué al colegio a la hora normal y me encontré a Nat por los pasillos, ella me sonrió mostrandome su telefono en señal de que había recibido mi mensaje, le devolví la sonrisa.
Más adelante me topé con Karla.

-Buenos días, guapo.- me besó. Al parecer ya se le había pasado el coraje de anoche.

-Buenos días, llegaste muy feliz.- dije tratando de sonreirle.

-Y como no ser feliz cuando tengo un novio tan apuesto?.- dios, ayudame a llevar esto. Vamos idiota, respondele algo lindo.

-Bueno, mi novia es mas apuesta.- estás perdido Christopher. A ella pareció divertirle mi respuesta.

-Eres un tonto.- acarició mi rostro.- iba a decirte que no podré estar en el almuerzo contigo.- solté una bocada de aire.- debo pasarla en el laboratorio.

-Oh, está bien, gracias por avisarme.

-Vale, no me extrañes.- descuida.- nos vemos a la salida.

Las clases transcurrieron aburridas como de costumbre. Llegó el almuerzo y me dispuse a comer en compañia de mis dos amigos.

-Te sientes en condiciones de entrenar hoy?.- preguntó Jacob.

-Por supuesto, no me dejaran fuera de combate tan facilmente.- dije con orgullo.

Él asintió y se me hizo raro que Alan estuviera tan callado, siempre estaba hablando de lo ardiente que estaban algunas chicas o contando con quien se había acostado, las mismas historias de siempre. Volteé a verlo y noté que tenía la mirada fija en alguien.

-Que estás haciendo, idiota?.- pregunté molesto al darme cuenta de a quien estaba mirando.

-Solo disfruto la vista.- sentí como mi sangre hervía. Traté de controlarme pero era casi imposible.

-Ya te dije que no te le acerques.- se burló.

-Y tu quien eres? Su padre?.- juro que voy a golpearlo.- he sido buen amigo y te la dejé todos estos meses pero no la aprovechaste. Ahora estás con Karla así haré lo que quiera.

-Alan, te lo advierto.- se rió más.

-No te incumbe esto, Christopher. Te preocupas tanto por que sabes que caera a mis pies.. así como todas.- maldito egocentrico.

-Ella no es como todas.- Jacob tocó mi hombro.

-Ya dejen de discutir. Se acabó el almuerzo y debemos ir al entrenamiento.- me levanté con Jacob.- no vienes, Alan?

-Adelantense, observaré un poco más.- apreté los puños.

-Ya, dejalo.- me calmó mi amigo.

Caminamos en silencio hacia el campo, estaba tan enojado y necesitaba desahogarme.

-Es un imbécil.- solté de golpe.

-Lo sé.- apoyó.- yo le dije que no lo hiciera. Pero ha querido llegarle desde que la conoció, la verdad si se contuvo bastante y lo hizo por ti.

-No entiendo.

-Sabemos que te gusta.- confesó.- creo que todos lo saben pero cuando empezaste de novio con Karla, él pensó que Natalia ya no te interesaba.

-Es una mala excusa.- me defendí.

-No creo, la verdad yo pensé lo mismo pero ahora me doy cuenta que aun te importa.- asentí.- lo cual no entiendo, que pretendes con Karla entonces?

-Es complicado..- me limité.

-Quizá eres como Alan.- lo miré.

-Como se te ocurre?.- el se rió.

-Solo decía..




Actualizaré lo más seguido que pueda..:)

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