¡Hey niño!

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Donghyuck tenía los ojos abiertos y las manos sobre su estómago.
No podía dormir.
Escuchaba atentamente como su amigo Mark roncaba a su lado.
No es como si nunca hubiese dormido en la casa de su amigo rubio, pero aquella ocasión había sido muy diferente.
Y no, definitivamente no tenía que ver con que el señor Moon, el padre de Mark lo hubiese estado tocando de manera para nada sutil durante toda la cena, o que mientras lavaba los platos, este le había dejado un beso en el cuello, o que mientras estaba de puntitas guardando los platos en la despensa, le había dado una nalgada. Por supuesto que no era nada de eso.
Probablemente era por la erección bajo sus pantalones de pijama, si, eso era.
Aspiró una gran bocanda de aire y se quitó las mantas de encima. Iría al baño a resolver su problema.
Odiaba pensar de esa forma sobre el padre de su mejor amigo, más ahora con su reciente divorcio, pero era tan atractivo que no podía evitarlo. Sobre todo ahora con su cambio de actitud hacia Donghyuck.
Abrió la puerta del baño, con su cabeza llena de pensamientos sin sentido sobre el señor Moon, que no notó a la persona dentro de este.
- Hey niño, ¿no tocas antes de entrar?
Donghyuck levantó la vista asustado hacia la voz proveniente desde adentro. Un sonrojo se expandió por todo su rostro, al notar la escasez de ropa del otro. El señor Moon solo contaba con un sexy boxer negro y nada más sobre su cuerpo.
-L-lo si-siento señon Moon, v-volveré lue-ego.
El mayor lo tomó del brazo antes de que pudiera escapar y lo metió de un tirón al baño, cerrando la puerta de una patada.
Donghyuck tenía los ojos abiertos a tope.
Los labios del rubio se posicionaron sobre el oído del otro.
-¿Venias a tocarte, no es así? A masturbarte - susurró de manera sucia, caliente sobre el oído del menor.
Donghyuck gimió cuando una de las manos dei señor Moon se posicionaron sobre su erección.
Siguió hablando suciamente.
-¿Lo deseas, no es así? Que te folle tan fuerte que luego no puedas caminar, que te toque, te susurre guarradas al oído, ¿Lo quieres, verdad?
Los ojos del menor hicieron contacto visual con los del otro.
-Esta mal señor Moon, esto está mal.
El mayor sonrió con sobra.
-¿Bajo el criterio de quién?, estas cosas solo me dan ganas de follarte más duro.
Donghyuck mordió su labio intentando callar los gemidos que le arañaban la garganta.
La mano del señor Moon se había adentrado a la ropa interior del otro, masturbandolo, lenta y tortuosamente.
-Ponte de rodillas - el rubio demandó.
Donghyuck lo obedeció sin chistar.
El mayor se bajó la ropa interior dejando a la vista de Donghyuck su gran y erguida erección. Antes de que pudiera siquiera ordenarselo, la boca de Donghyuck ya estaba lamiendo su miembro. Al principio como una paleta luego lo tomó con su boca por completo, una de las manos de Taeil se dirigió a los castaños cabellos del más bajo, los tiroñeo con rudeza, guiando el ritmo. El pene del mayor casi le rozaba la campanilla.
Tirando de sus cabellos de nuevo, el mayor separó a Donghyuck de su miembro, y de un tirón lo puso de pie.
El señor Moon le arrancó con brutalidad la camiseta del pijama al menor. Besó y mordió los rosados pezones ajenos, logrando que aún más gemidos escaparan de los labios de Donghyuck.
Donghyuck se quitó los pantalones del pijama junto con la ropa interior y se sentó sobre el lavamanos, con las piernas abiertas, dejando a la vista  su entrada.
Moon Taeil gimió con aprobación gracias a la tan apetecible imagen. Se acercó a paso lento hacia el otro y tomando los cabellos de la nuca de Donghyuck lo acercó a su rostro para besarlo de la manera más sucia posibe. Las piernas del castaño estaban enroscadas en la cintura del rubio, mientras la lengua de este recorría cada centímetro de la cavidad bucal ajena.
Sin previo aviso, el seños Moon penetró al menor, logrando que este le clavara las uñas en los hombros. Los gemidos eran callados gracias a los besos sin interrupción.
La pelvis de Taeil se movía con brutalidad y velocidad, follando el trasero del más bajo de manera feroz.
Donghyuck arañaba la espalda de Taeil, quería más profundo, quería más duro, quería más rápido. Quería que el señor Moon lo partiera en dos.
El mayor detuvo los movimientos, tomando entre sus brazos a Donghyuck para así bajarlo del lavamanos, lo dio vuelta y le hizo un ademán al menor para que apoyará sus manos en el, así lo hizo Donghyuck.
Taeil volvió a embestirlo, ahora soltandole nalgadas cada cuatro penetraciones. Una de sus manos estaba en la cintura del de piel morena, y la otra en su boca, Donghyuck la mordía, evitando soltar gemidos altos que pudiera despertar a Mark.
Sin siquiera la necesidad de tocarse el más bajo alcanzó el orgasmo, corriéndose violentamente. Taeil lo siguió llenando su trasero con sus fluidos. Le dió un beso en la nuca al menor antes de separarse de él.
Ninguno de los dos habló mientras se vestían y ordenaban, pero no era necesario, porque silenciosamente habían iniciado algo adictivo que ninguno de los dos podrían parar.
Al volver​ a la habitación Donghyuck se encontró con Mark despierto, examinandolo con inseguridad le preguntó - ¿Donde estabas?
Donghyuck respondió sin darle importancia - En el baño.
- ¿Y por qué tardaste tanto?
Donghyuck sonrió y cruzó los dedos detrás de su espalda.
-Me cruce a tú papá y nos sentamos a hablar un rato.
Mark rió.
-¿,De veras? Mí papá es un pesado.
-Nah, me agrada. Bastante.
Vaya que el señor Moon le agradaba.
Y mucho.

Hey, kid! || TaehyuckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora