Kenopsia

Espejos

Caminos dibujados a lápiz por personas sin nombre definen nuestras vidas. Somos espejos reflectores de actos, pasajeros de un tren con una única parada, pero solo nosotros podemos decidir si seguir el mismo rumbo que el resto o saltar hacia lo desconocido.

La sociedad son las cadenas que guían nuestros actos, pero no los limitan. El yo interior desea salir de nuestro cuerpo, pero nosotros mismos le ponemos barreras generadas por pensamientos inducidos.

Es hora de romper las cuerdas que nos atan a este teatro, de sacar nuestras virtudes y nuestros defectos sin importar lo que vaya a decir o pensar el resto.

¿Qué es una persona sin personalidad?
¿Qué es un cuerpo bonito sin una cabeza pensante?
¿Qué es "mi vida" si no puedo decidir sobre mis actos?...

Ha llegado el momento de escoger aquellos caminos tangenciales al arquetipo instigado por ideales ajenos.

¡Libérate de tus cadenas!
¡Rompe los espejos! Deja de ser un reflejo de otros, es preferible tener mala suerte durante 7 años a reprimir cómo eres durante el resto de tu vida.

¡Salta del tren! La caída será dura, pero con el simple hecho de hacerlo, ya habrás llegado más de lo que lo hará el resto.

¡Borra los caminos que alguien dibujó por tí! Empieza a dibujar los tuyos propios. Es normal que al principio los trazos no sean perfectos y haya dificultades, siempre las hay, pero consigue más el que arriesga que el que no hace nada.

¡Eres libre de ser como quieras! No tengas miedo a ser tú mismo, no te avergüences de tu cuerpo, tus gestos, tu voz, tus gustos o tus pensamientos; eso es lo que te hace único, lo que te diferencia del resto, algo de lo que sentirse orgulloso. Quien no te acepte o te valore, quien no sepa ver en tí más allá de la superficie, no te merece.

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Hasta aquí la primera entrada de mi nuevo "libro", ¡espero que os haya gustado! Sois libres de comentar lo que pensáis y expresaros :)