Tal vez el título de este primer capítulo sea demasiado para su contenido, pero realmente podría considerarse como el día en que “ella” cayo al precipicio, cuando se enamoro o bueno “sintió atracción” por aquel individuo.
Esta es la historia de una persona muy, muy cercana a mí, me confió sus secretos y emociones pero son tantos, que no puedo evitar transmitirlos es una forma de liberación personal…
Todo comienza el primer día de escuela, si puede sonar muy cliché pero realmente no es el típico encuentro en el que ella choca contra el, y el la sostiene por la cintura para que no caiga de bruces al suelo, no, no realmente ellos simplemente ni se voltearon a ver, al menos el no la miro… y no tenia por que hacerlo ella no tenia nada que valiera la pena notar, nada que fuera lo suficientemente llamativo... se estarán preguntando quienes son estas personas, como podría yo saber, que es exactamente lo que ella pensaba en esos momentos y como se con ciencia cierta sus emociones, pues… muy simple, este relato es sobre mi, sobre mi vida, sobre como perdí a mi mejor amigo, sobre como perdí a la persona que mas eh querido, y sobre como todo se fue a la mierda pero también sobre todo lo que me dio.
Y si, así es querido lector te estoy contando desde el primer momento que yo y esa persona, no nos quedamos juntos, ¿Por qué? Por el simple hecho de que no quiero ganarte prometiéndote un final feliz que no llegara, y porque como te contare las cosas es como fueron realmente, al menos desde mi punto de vista… desde mi perspectiva.
Nunca sabré que era exactamente lo que pasaba por la mente de mi “amado”, y creo que jamás lo sabré, ya que yo no pienso como él lo hace, y por lo tanto no puedo ver las cosas como él, las vio.
Así de simple.
Esta es nuestra historia y como se lo dije en alguna de las cartas que le mande, “escribiré un libro” nunca pensé que fuera exactamente nuestra historia, y espero que si alguno de los aquí implicados reconoce este relato, se mantenga en el anonimato…
Sería lo mejor para todos.
Bueno siguiendo con el tema central, todo comienza el primer día de preparatoria, ¡al fin preparatoria! Y seguramente eso significaría un poco mas de libertad para mi ¿no?
Había entrado a la escuela que quería, Richmond, aunque ciertamente había sido mi única opción desde que Salí de secundaria, ahora que tenía un lugar asegurado, me preguntaba ¿Qué habría pasado si no hubiera calificado para entrar?, mi padre me había metido temores de que si no lograba calificar seguramente no tendría oportunidad en esta vida para volverlo a intentar, y que terminaría vendido chicles debajo de algún puente, y yo no deseaba eso para mí…
Preferí no atormentarme recordando sus comentarios hirientes si no, en sentirme dichosa de haberlo logrado y poder mostrarlo. Antes de tener clases normales, con el resto del alumnado los de nuevo ingreso debíamos tomar un curso para adaptarnos a lo que sería nuestra estancia en este lugar como integrantes de esta escuela.
Me sentía fuera de lugar, la mayoría de los aquí presentes al parecer conocían a una o dos personas, y si no, eran muy buenos socializando y haciendo amigos, en cambio yo, en ese aspecto era un asco, ese había sido un gran problema en secundaria, y no quería que se repitiera, aunque nunca he tenido ningún tema interesante para hablar intente encajar.
Me acerque a un grupo de chicas que más tarde reconocería bajo los nombres de Nora, María Fernanda, Ariana y Karina todas mantenían una muy animada conversación sobre cosas que no entendía, pero intente seguir el ritmo… asintiendo y sonriendo, tratando de no hacer comentarios estúpidos, pero no funciono después de unos minutos se dieron cuenta de que yo no tenía ni idea de lo que hablaban y como era la costumbre me desecharon, me sacaron lentamente de la conversación… y me volví a quedar sola en este salón que poco a poco se iba llenando.
Me sentía apagada, así había comenzado en secundaria antes de volverme el blanco a sus burlas… el mantenerme cayada en las conversaciones me había ido excluyendo rápidamente del grupo provocando que pasara a ser más fácil burlarse de mí, y ciertamente nunca he mantenido una autoestima muy alta por lo que era fácil deprimirme y no quería comenzar aquí así, de ese modo, pero tampoco podía evitar que no me afectara… oficialmente había recibido el primer golpe de rechazo por parte de algunas de mis compañeras.
Permanecí sentada un buen tiempo, con las manos apoyadas en mi escritorio hasta que la primera maestra llego al salón clamando que quería calma entre los alumnos, la maestra se veía un poco entrada en años, chaparrita, piel demasiado blanca, pelirroja y usaba lentes…
Comenzó su clase haciendo que todos nos presentáramos, yo estaba segura de que para el final de la clase no recordaría ni la mitad de los nombres de mis compañeros…
Y entonces llego, cargaba unos jeans rotos en las rodillas y una playera verde…era alto, demasiado alto, cabello un poco largo, piel canela, realmente tenia la tonalidad de un frapuccino con mucha crema… me fascinó. Al pasar junto a mi ni siquiera noto que lo miraba, y se siguió de largo hasta la esquina opuesta a donde yo me encontraba sentada, perfecto… lo siguiente de lo que fui consiente fue que todos movían sus asientos para formar equipos, yo me quede quieta, no tenía ni idea si debía pedirle a alguien ser su compañera o algo, solo permanecí sentada, y entonces note que él estaba igual que yo, y me pregunte si me vería muy mal acercándome y pidiéndole que se uniera a mi escaso equipo…
Seguía pensando en si estaría mal hacerlo cuando oí que alguien trataba de llamar mi atención.
- Amiga, oye… ¿quieres juntarte con nosotros?
Era “América” o eso creía, me parecía haber escuchado su nombre durante alguna de las conversaciones que ocurrían a mi alrededor, era la primera en hablarme desde que había llegado aquí y me parecía maravilloso que me ofreciera estar en su equipo así que acepte encantada, después de acomodarme mire al chico que seguía sin moverse, mirando a todos, menos a mi claro.
- Oye, Ame... ¿crees que aquel chico pueda juntarse con nosotros?
- ¿Quién?
- El que esta haya sentado solo hasta el fondo. – dije mientras se lo señalaba discretamente, ella solo asintió y se dirigió a él.
Me encontraba ansiosa, en verdad quería que el aceptara, tal vez así podría hablar con él o al menos intentarlo…
Cuando América regreso, rompió mis primeras esperanzas pero no me rendiría tan fácil… él en verdad había llamado mi atención.
- Dice que ya tiene equipo, que quizá para el próximo.
- Bueno, está bien pensé que no tenía por eso…
- Si lo sé, yo también pensé que no tenía. – me corto antes de que terminara de darle mi explicación, así que me volví a sentar en mi silla y por fin mire a los que formaban parte de mi equipo, entre todos reconocí a Karina.
Éramos cinco tres chicas, Karina, América y Deisy…y dos chicos, Josué y Carlos Ignacio.
Durante la actividad en equipo mantuve una patica decente… había quedado de acuerdo para tomar el almuerzo con América y Deisy, Karina por el contrario había preferido irse con las chicas que me habían rechazado por la mañana, Josué y el otro chico Carlos habían ido a comer con otros que aun no reconocía.
Pero todo marchaba bastante bien, en ocasiones regresaba a ver al chico alto, comenzaba a sentir que lo acosaba o algo por el estilo.