Gracias por leer.
(Todos los personajes y los datos son ficticios, esto no ha ocurrido nunca, es algo que inventé, pero los nombres están cambiados tanto como el titulo del libro no existe-que yo sepa-.)
Después de no sé cuánto tiempo intentando, concertar una cita con el creador del libro, por fin puedo decir que lo conseguí, sé que no fui solo yo, ya que Jack también estaba interesado en hacerle una entrevista, dado que la gente criticaba el libro, diciendo que había sido una historia escrita, deprisa y corriendo… No me malinterpretes, no puedo darte la razón por dichas críticas, porque no he leído el libro, pero quiero hacerlo… Pero a veces Jack parece de otro mundo y quiere que se haga lo que se tenga que hacer y me cayó el muerto a mí.
Faltaban unas horas para la cita concertada y tenía que prepararme las preguntas y cambiarme de ropa, comencé a preguntaré que cosas le diría, ya que no tenía ni idea de cómo iba a ser. Cuando tuve preparadas todas las preguntas y guardé todo en el bolso decidí darme una ducha, para relajarme y estar más tranquila…
Yendo hacía el cuarto baño fui quitándome la camiseta, quedando con un sujetador negro de encaje -mi favorito-, deje caer la prenda al suelo justo al lado de mi cama, deslice mis manos por el estómago y desabroché la falda por el lado derecho de mi cadera, cuando estuvo abierta cayó deslizándose por mis muslos, hasta el suelo, mi ropa interior era también de encaje negro. Con el movimiento de mis pasos, el roce de mi pelo en la parte baja de mi espalda, hacía cosquillas contra mi piel, deslice las manos por encima de mi cuello, para apartar mi pelo y ponerlo por delante, caía en forma de cascada por mis pechos…
Cuando entre en el baño, me quité las bragas negras, dejándolas deslizarse por mis piernas hasta mis pies, dando un paso fuera de ellas me quité el sujetador dejando mi cuerpo desnudo delante del espejo del cuarto de baño. Mis ojos verdes recorrieron mi cuerpo lentamente, mirando mis labios, mi cuello, la clavícula, los hombros, los pechos redondos, mi estómago plano, mi monte de venus, donde tenía mi pequeño tatuaje… Suspiré, hacía tanto tiempo que un hombre no me tocaba, que había perdido la sensación de una mano recorriendo mi cuerpo…
Entre en la ducha, ajustando el agua caliente recorriendo mi cuerpo, me encantaba la sensación del agua sobre mi piel, era tan gratificante, cogiendo una esponja, la deslice por todo mi cuerpo hasta quedar limpia, aclarando mi cuerpo cuando creí oportuno, salí secándome con una toalla.
No tenía mucho tiempo para vestirme así que decidí ponerme un vestido que llegaba por mis muslos, muy por encima de las rodillas, de color blanco, holgado un poco por el pecho mostrando más de lo que me hubiera gustado, marcaba todas mis curvas, no tenía tiempo de volver a cambiarme, así que simplemente deje que el vestido abrazara mi cuerpo…
Recogí mi pelo en un moño bajo dejando algunos mechones por delante, volviendo al baño, me puse un poco de rímel y un toque de brillo de labios, no quería llamar la atención, pero dado el vestido que llevaba, eso resultaría muy difícil…
Cogí una chaqueta lo suficientemente larga para no mostrar nada de mi vestido, ya era vergonzoso a partes iguales como para que la gente me mirará más de lo debido. Deslice el bolso a mi hombro y fui a reunirme con él…
Habíamos quedado en el hotel donde se había quedado durante la última presentación de su libro, ya que gracias a eso, pudimos conseguir la entrevista. Como no me apetecía conducir, decidí coger un taxi hasta el hotel, el taxista no me quitaba los ojos de encima, su deseo era más que notable. Intenté sin mucho éxito pensar en otra cosa que en el diminuto vestido que había decidido ponerme, había cometido un al elegir el vestuario a última hora, pero no podía cambiarme al tardar tanto en la ducha.