o n e

12.3K 717 410
                                    

  You don't love her... 

—¿Es realmente necesario que vaya?—preguntó observando con desgana a su progenitora.

—Es por tu bien, cariño—respondió con una sonrisa triste.

El joven mordió el interior de sus mejillas en acto de frustración. Sus piernas se movían de arriba hacia abajo tratando de no dejar escapar ningún tipo de improperio. Posó su lengua entre sus dientes mientras dejaba sus labios entreabiertos, mirando por la ventana del coche hacia el grisáceo cielo que cubría todo el lugar e imaginando las grandes gotas de agua que amenazaban pronto con caer.

—¡No estoy loco!

Por más que trató, no pudo esconder su descontento ante aquella situación. Sin dudarlo, algo que odiara más que a si mismo, era el hecho de tener que asistir al psiquiatra y aún no entender el porqué. En aquel momento que fue informado de la situación había supuesto rápidamente que su madre pensaba que el sufría algún tipo de depresión severa, y que lo llevaría al psicólogo a tratar de reconstruir su autoestima. Pero aquella teoría fue descartada rápidamente al ver que no, sorpresivamente no se trataba de un psicólogo, si no de un psiquiatra. Y eso significaba probablemente sería medicado, cosa que no agradaba para nada.

La madre chasqueó su lengua en respuesta a su afligido hijo.

El muchacho agachó su mirada al sentir sus ojos sobre él. Contempló su regazo como si fuera lo más interesante del mundo, mientras jugaba con su manos con nerviosismo, tirando una de sus cutículas hacia atrás con la ayuda de uno de sus dedos, dejando ver como un líquido rojizo se escapaba de su piel.

—Todos piensan que soy un psicópata o un suicida... y no lo soy  —mordió su labio inferior mientras comentaba de manera suave, con temor de conseguir un regaño por parte de su madre. Si, a pesar de su edad, seguía teniendo aquellos pensamientos típicos de la inocencia.

Su madre suspiró, como queriendo decir que lamentaba la situación, pero sin embargo, no lo hizo. Tragó sonora y trató de reprimir aquellas infatigables ganas de llorar. Si, no quería admitirlo, no quería verse débil de ningún modo. Ya siendo por su bien y o el de su hijo, sabía que tenía que ser fuerte ante la situación.

—Tae...—comenzó a decir, dejando la frase en el aire sin saber que decir.

Taehyung suspiró cansado, ya resignado.

—Estoy bien, mamá, no te preocupes por mi.

Trató que aquel comentario no sonara sarcástico en lo absoluto, si no, tratando de calmar a su madre, de la cual se sabía hacía bastante tiempo ya su exagerada preocupación sobre su hijo, el cual no había estado bien emocionalmente en aquellos últimos años.

Tomó su chaqueta de cuero, la cual se encontraba en el asiento trasero del auto, para después colocarla sobre sus hombros. Llevó el gorro de tela perteneciente de su buzo sobre su cabeza, cubriendo su casco. Atrajo las mangas de su chaqueta por sobre sus manos, tratando de prevenir el frío que conseguiría sobre sí mismo al salir del coche. Con una de sus manos, abrió la puerta del copiloto, donde se encontraba sentado, con la intención de salir del coche.

—Me preocupo por ti, lo sabes, ¿no?

Tae no respondió, simplemente se quedó sentado en su lugar, con una mano apoyada en el vidrio en la puerta.

Si, por supuesto que lo sabía. Su madre había hecho lo imposible para salvar a su hijo, pero ahí estaba el problema ¿Salvarlo de qué? aquella era la incógnita que Taehyung se planteaba repetidamente en su mente. Reconocía sin dudas el hecho de que era antisocial y que tenía problemas existenciales, pero nunca llegó al punto de imaginar suicidarse. Nunca llegó al punto de pensar que estaba fuera de sus cabales.

Pacify Her➳V; BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora