Parte 1 -Conociéndote

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Todo comenzó una tarde lluviosa de otoño.
Esos meses en los que el día es más corto y la noche mucho más larga.

Jade se encontraba reposando en su cama junto a su laptop. Se sentía tan sola, tan vacía y muy triste.
En ese momento ella decide levantarse de su cama y dirigirse al espejo más cercano a ella, se mira y dice...

--Hoy estoy mas fea de lo normal.

Con un suspiro entre sus labios se retira del espejo, se dirige nuevamente hacia su cama y deja caer su cuerpo sobre ella, pero esta vez para dormír.
En ese momento se escucha un ruido.

-- ¡Pling!

Fue su computadora. Jade salta del susto y gira a ver su computadora que se encontraba detrás de ella, sobre su mesita de luz.
Se sorprende al ver que era un mensaje de Matías Tomsson, es un chico que le venía hablando desde hace unos meses.
Es un chico muy bello, tiene su cabello color castaño oscuro, sus ojos redondos de color café con una mirada tan imponente y sus labios son tan carnosos y muy rosados, están como para morderlos.

Pero igual, Jade a pesar de sus pensamientos no tenía tanto interés en él, pero igual decidió responderle por cortesía. Él y ella siguieron hablando 3 hs seguidas, hasta que él dice...

-- Jade, quieres hacer algo esta tarde?

Ella le respondió que si, pero solo como amigos.

Justo en ese día, Jade había recibido la visita de su hermano mayor Andrés, lo cual no iba con tanta frecuencia. Ella tan amablemente le pide que la lleve hasta la casa de Matías que no quedaba tan lejos de la suya, pero como había llovido toda la mañana, ella no quería embarrar sus botas.

Andrés accede a llevarla, pero no podía ir de vuelta por ella. Jade acepta sin ni un problema.

Lo hermanos parten hacia la casa de Matías y, a unas cuadras de llegar, él se encontraba esperándola sobre una esquina.
Jade da un beso enorme acompañado de un abrazo a su hermano y baja del auto. Camina hacia Mat, él le saluda con un beso, pero de esos que se te pegan en la mejilla y te hacen sonrojar, luego deposita su mirada en los ojos marrones de Jade, toma su mano y le dice...

–– Vamos a casa bonita?.

Ella lo mira y junto con una sonrisa dice.

Si, vamos que ya tengo frío.









Un simple pero gran ADIÓSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora